El 18% de las empresas cántabras está en alto riesgo de impago
La pandemia ha incrementado un 53% las insolvencias en el primer semestre
El tejido productivo de Cantabria ha registrado un deterioro de su riesgo de crédito durante el último año, algo fácil de entender, como consecuencia de los efectos económicos que ha tenido la pandemia. El 18% de las empresas de la región presenta un riesgo máximo o elevado de impago, lo que supone un deterioro de cuatro puntos frente al 14% que registraba este indicador en 2019. Ese es uno de los datos más relevantes que ofrece la radiografía del tejido productivo cántabro elaborado con la solución de analítica avanzada Insight View.
En el primer semestre de 2021, Cantabria registró un incremento interanual del 53% en la declaración de procesos concursales, fruto del deterioro progresivo de los niveles de solvencia del tejido empresarial registrado durante los meses de pandemia. Aunque el porcentaje parezca preocupante, se trata de registros relativamente moderados en relación al empeoramiento del riesgo de crédito y las insolvencias que se han producido en otras comunidades autónomas.
Cantabria, con un 18% de sus empresas en riesgo de impago, se sitúa nueve puntos por debajo de Madrid (la comunidad con más porcentaje de empresas que pueden tener dificultades para hacer frente a sus pagos, con un riesgo del 27%) y ocho puntos por debajo de Canarias. En el extremo opuesto se encuentran Asturias, Castilla y León (17%) y Aragón, la región mejor parada, con un 14% de riesgo máximo o elevado de impago.
La agitación que hemos vivido también se refleja tanto en la constitución como en la destrucción de empresas. En el caso de Cantabria ambas circunstancias se encuentran en unos niveles muy altos si se comparan con cualquier otro periodo.
La radiografía que hace Insight View de la región indica que la mitad de la actividad económica (62% de las empresas y el 45% de la facturación) se concentra en el sector servicios, en línea con lo que ocurre en otros territorios. La industria solo supone el 8% de las empresas cántabras pero, por su mayor tamaño, aporta el 34% de la facturación global.
La construcción y servicios inmobiliarios también tienen un peso importante en la comunidad (suponen el 27% de las empresas), pero después de la fuerte crisis que pasó el sector en la década anterior, la mayoría son microempresas y apenas aportan el 5% de la facturación total de la región. Por el contrario, el sector energético, con solo un 1% de las empresas aporta el 14% de las ventas totales. El peso del sector primario está en línea con otras regiones (2% de las empresas y 1% de la cifra de negocio de la comunidad).
Si hay algo que caracteriza el tejido empresarial e Cantabria es la fuerte dispersión por tamaños. El 74% del tejido está compuesto por microempresas que, sin embargo, apenas generan el 7% del negocio total. En el otro extremo, la gran empresa, que representa menos del 1% del censo, genera el 52% de las ventas, con un tejido productivo que, por otra parte, muestra una enorme madurez. El 15% de estas empresas (por lo general, grandes fábricas), que acaparan el 49% de la facturación, tiene más de 25 años.
Iberinform ayuda a las empresas a identificar oportunidades de negocio y posibles riesgos de impago. Sus soluciones de analítica avanzada y algoritmos predictivos facilitan la toma de decisiones con información práctica y útil para las áreas de marketing, finanzas internacional y riesgos.
Para hacer estos informes realiza 470.000 entrevistas al año a empresas y autónomos de toda España, además de consultar el Registro Mercantil y otras fuentes públicas. Es una sociedad filial de Crédito y Caución, uno de los principales operadores globales de seguro de crédito, con presencia directa en más de 50 países.