El acusado por la agresión en un pub de Selaya presumió en Instagram de que ‘casi mata a un chaval’
El hombre y la mujer procesados por agredir a tres personas en una discoteca de Selaya en noviembre de 2019 han negado este martes ser los autores de los hechos y se han declarado no culpables en el juicio contra ambos, en el que se han acogido a su derecho a no declarar a ninguna de las partes.
Sí han testificado las víctimas, que se han ratificado en lo denunciado y han identificado a los sospechosos, y también amigos suyos que presenciaron lo ocurrido. Uno de los heridos ha destacado que «dos días después» el acusado «presumió de lo que había hecho» en Instagram.
En concreto, ha indicado que transmitió un directo en esa red social y en el vídeo, que era público y por tanto podía verlo todo el mundo, relataba que «había cortado a un chaval en el cuello» y que «casi lo mata». «Y se reía», ha apostillado este testigo en la vista, por tentativa de homicidio y lesiones que se celebra en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria.
La fiscal pide ocho años de cárcel para cada uno de los enjuiciados: a él por agredir con un cristal en el cuello a un chico que le acababa de recriminar que estuvieran empujando a varias personas en la pista de baile y al que seccionó la vena yugular. Y a ella, por golpear con una botella en la cabeza a un amigo del anterior y lanzar un vaso a otro.
Los tres heridos han relatado que el día de los hechos, el 23 de noviembre de 2019, se encontraban con más amigos en un pub de Selaya cuando se produjo «un barullo» en el que resultaron lesionados por parte de un hombre y una mujer, que no conocían ni habían tenido relación con ellos con anterioridad, pero a los que reconocieron al denunciar los hechos y también ahora, sentados en el banquillo.
El principal agredido, que fue atendido en el centro de salud y después en el Hospital Valdecilla, ha admitido que había bebido aunque «no mucho», y también que tuvo «unas palabras» previas con el acusado, al que pidió que «dejara en paz» a una amiga suya con la que la que había tenido «un mal gesto» o «una mala acción».
Ha indicado que tras recriminarle su actitud se dio la vuelta, momento en el que el encausado se le «echó encima» y le golpeó por detrás, cortándole con un vaso en el cuello. Al empezar a sangrar, salió del local para buscar asistencia médica y debido al «jaleo y revuelo» que se generó no vio la agresión a sus dos amigos.
El segundo herido –el que vio el vídeo en Instagram, lo grabó y se lo pasó a su amigo y a la Guardia Civil– ha señalado que cuando se produjo el «alborto» se apartó hacia atrás pero recibió golpes, uno de ellos con un vaso y propinado por a la acusada, a la que también vio lanzar una botella al tercer agredido.
Después, salió de la discoteca y acompañó al que precisó ser evacuado a Urgencias e intervenido en Valdecilla, según ha añadido este joven, que ha negado que hubiera bebido esa noche. Ha indicado que recibió puntos de sutura por los cortes sufridos en la cabeza y la cara y también que ha estado en tratamiento psicológico tras lo ocurrido. «Lo he pasado muy mal» y «no he vuelto a Selaya», ha comentado a preguntas de su abogada.
Y el tercer herido ha manifestado que a él le dieron «un botellazo por la espalda» y que aunque no observó quién lo había hecho porque quedó «muy aturdido», sus amigos le dijeron que había sido la chica procesada, a la que también ha identificado en la sala.
En la primera sesión del juicio han declarado además tres testigos (dos amigos y un primo) de los heridos, que vieron cómo el acusado cortó el cuello a uno de ellos con un trozo de cristal -una botella o vaso rotos- y también cómo la procesada «estrellaba un vaso en la cara» a otro, estando «muy cerca» de él, y arrojaba un objeto al tercero, igualmente a poca distancia.
TENTATIVA DE HOMICIDIO Y LESIONES
A juicio de la Fiscalía, los hechos constituyen un delito de homicidio en grado de tentativa, en el caso del acusado, para el que pide ocho años de prisión y una indemnización de 7.350 euros. Y la implicada le atribuye dos delitos de lesiones, que suman otros ocho años de cárcel y una indemnización de 9.600 euros.
El juicio continuará este jueves 8, a las 10.00 horas, con la declaración del resto de los testigos, la práctica de la prueba pericial, las conclusiones e informes de la partes y el derecho a la última palabra de los dos acusados.