El Gobierno de Cantabria estudia posibles ayudas económicas para paliar los efectos de la sequía en el sector primario
El consejero Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Guillermo Blanco, ha garantizado que su departamento estudiará posibles ayudas económicas para paliar los efectos de la sequía en el sector primario, así como los mecanismos y resortes para ponerlas en marcha.
Blanco se ha reunido esta semana con las cuatro Organizaciones Profesionales Agrarias (OPAS) con representación en Cantabria (UGAM-COAG, ASAJA, UPA, AIGAS), con quienes ha analizado cómo está afectando la sequía en el sector, y sobre todo su impacto en la producción del forraje, que servirá para alimentar al ganado a partir del otoño, una vez que bajen de los puertos.
El consejero, que ha reconocido a los representantes de las OPAS las necesidades que plantean por las condiciones meteorológicas que sufre Cantabria, al igual que el resto de España y de Europa, ha asegurado que, de forma previa, el Centro de Investigación y Formación Agraria (CIFA) realizará un estudio que permita valorar los daños ocasionados en las producciones vegetales.
«Está claro que la falta de lluvias está afectando a las producciones y a las plantaciones, pero tenemos que ser conocedores del impacto real», ha señalado Blanco, según recoge el comunicado del Gobierno. Además, el titular de Desarrollo Rural se ha comprometido a valorar, en el seno del Consejo de Gobierno, posibles líneas de actuación.
En la misma línea, Blanco ha asegurado que Cantabria reclamará al Gobierno de España ayudas económicas extraordinarias que vayan «directamente al bolsillo de los afectados, porque se trata de un asunto que no sólo afecta a nuestra región, sino al resto de comunidades autónomas».
En la reunión de trabajo, además del consejero han participado, el representante de UGAM-COAG, Gaspar Anabitarte; ASAJA, Raúl Guillaron; AIGAS, Manuel Sáinz, y UPA, Alberto Pérez, junto a las directoras generales de Ganadería y Desarrollo Rural, Beatriz Fernández y Marisa Pascual, respectivamente.
Junto a estos compromisos, Guillermo Blanco ha recordado el esfuerzo que el Gobierno de Cantabria y su Consejería han realizado en este 2022 para ir paliando todas las inclemencias que ha sufrido el sector en los últimos meses. En marzo, se lanzó un paquete de ayudas destinadas a los ganaderos, por un importe de más de 11,5 millones de euros, para tratar de paliar la situación del sector con el incremento de los precios de los piensos y el elevado coste de la energía tras la pandemia y el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.
En concreto, se convocaron cuatro líneas de ayudas, entre las que destaca, como novedad este año, un aumento de 2,6 millones de euros en la partida para las explotaciones de las zonas con limitaciones específicas (que cuenta con un total de 10 millones); y la promoción del bienestar animal, dotada con 3,7 millones, tanto para los productores de leche como de carne, con el fin de compensar las pérdidas como las producidas tras la convergencia de las ayudas directas de la Política Agraria Común (PAC).
Estas subvenciones se suman a las ya puestas en marcha de manera excepcional este año: 3 millones de euros de ayudas directas para los productores de leche, que se publicaron en febrero, y los 1,2 millones para los de la carne, a las que se añade un millón de euros más para compensar el incremento de los costes de carburante que de manera «tan negativa» está perjudicando la actividad de la flota pesquera de Cantabria y que amenaza «incluso su propia supervivencia».
Blanco ha reconocido que estas ayudas ya se estaban elaborando antes del estallido del conflicto entre Rusia y Ucrania, pero ha indicado que ahora son «más necesarias».
«El incremento de los insumos está siendo insufrible para el sector», ha insistido el consejero, quien ha señalado que los incrementos de los costes son «incomprensiblemente volátiles» y se deben paliar porque, ha dicho, «ninguna familia del medio rural de Cantabria se va a quedar atrás».