El Gobierno quiere incorporar cuatro razas más al sello de calidad ‘Carne de Cantabria’

La Consejería confía en tener listo este año un estudio que garantice la incorporación de las razas charolesa, pirenaica, blonda y fleckvieh

El consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Guillermo Blanco, se ha reunido con los representantes de las asociaciones de las razas de ganado bovino charolesa, pirenaica, blonda y fleckvieh para analizar la situación en la que se encuentra el proceso de ampliación de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) ‘Carne de Cantabria’ con el fin de estudiar la incorporación a este sello de calidad de estas cuatro razas cárnicas.

En el encuentro han estado presentes también las directoras generales de Ganadería, Beatriz Fernández, y Desarrollo Rural, Marisa Pascual, y el responsable de la Oficina de Calidad Alimentaria (ODECA), Fernando Mier, además del presidente de la Federación de Asociaciones de Criadores de Ganado Vacuno de Razas Cárnicas de Cantabria, Lorenzo González, y los representantes de las diferentes asociaciones implicadas.

La reunión ha servido para dar cuenta de los pasos «firmes y sólidos» que está dando la Consejería, a petición de las asociaciones interesadas, para lograr la ampliación de un sello de calidad que reconoce y ampara la producción de carne de Cantabria con cuatro nuevas razas cárnicas que se adaptan «a la perfección» al medio, «generando unas producciones de alta calidad, estrechamente ligadas al territorio y compatibles con la preservación».

Blanco ha explicado que la Consejería decidió llevar a cabo una revisión bibliográfica de documentos científicos para avalar que las características tanto fisicoquímicas como organolépticas de las carnes cuyos animales se pretenden incluir en la IGP ‘Carne de Cantabria’ son similares a la carne que se obtiene de acuerdo con el pliego de condiciones actual.

Para ello, se ha encargado un estudio bibliográfico a la Universidad de Zaragoza y que el consejero confía en que esté finalizado antes de que acabe el año para saber si las cuatro razas interesadas pueden incorporarse a la IGP ‘Carne de Cantabria’ sin que ello suponga modificar los parámetros de calidad que han permitido que Cantabria cuente con este sello de calidad.

«Estamos interesados en poner en marcha todo lo que resulte beneficioso para el sector y para ello tenemos que hacer las cosas bien y dar pasos seguros para que el proceso culmine con el éxito que todos deseamos», ha subrayado.

Blanco ha insistido además en que el proceso en el que está inmerso su departamento apuesta «por contar en todo momento con un amplio consenso dentro del sector», de ahí el permanente contacto que tanto él como su equipo y los técnicos de la Consejería están manteniendo con las diversas asociaciones cárnicas para informar del proceso y contar con sus aportaciones en forma de informes, prestación de explotaciones y de información técnica, además de colaboración institucional.

Finalmente, ha insistido en el que el Gobierno pretende dar respuesta con esta ampliación al especial interés mostrado por las asociaciones cárnicas de Cantabria y enriquecer al sector ganadero de la región, «un sector estratégico en la economía regional y el desarrollo del medio rural por su papel en la sostenibilidad medioambiental, la gestión del territorio y el mantenimiento de la actividad agroganadera».

Por su parte, el presidente de la Federación de Asociaciones de Criadores de Ganado Vacuno de Razas Cárnicas de Cantabria ha calificado de «muy fructífero» el encuentro con el consejero y su equipo porque «ha servido para marcar el camino que debemos seguir de aquí en adelante» y ha agradecido a la Consejería que «en todo momento» esté teniendo en cuenta a las distintas asociaciones cárnicas.

IGP «CONSOLIDADA»

La Consejería impulsó en 2001, junto con las organizaciones agrarias de la región, la creación de un sello de calidad para reconocer y amparar la producción de carne de Cantabria con el objetivo de generar rentas a los ganaderos, asentar a la población rural y ofrecer a los consumidores de un producto obtenido de forma tradicional y con las máximas garantías de calidad y trazabilidad.

Así, se aprobó el reglamento de la IGP ‘Carne de Cantabria’ y pasó a formar parte del registro de productos de calidad de la Unión Europea en 2004, regulando tanto las razas autorizadas (tudanca, monchina, pardo-alpina, limusina, asturiana y sus cruces), como el sistema de producción, la alimentación y la presentación del producto, teniendo en cuenta que todo el proceso desde que nace el animal hasta el sacrificio ha de realizarse en Cantabria.

También establece el sistema de control al que han de someterse tanto las explotaciones como las industrias de manipulación, así como un sistema de sellado e identificación de canales y piezas que permite su identificación en cualquier momento de su faenado y comercialización, garantizándose de este modo la trazabilidad del producto y por tanto su origen.

Este sistema de control de la carne es llevado a cabo por la Oficina de Calidad Alimentaria de Cantabria (ODECA) a lo largo de todo el proceso productivo para poder realizar el seguimiento de la trazabilidad a lo largo de la cadena, desde las explotaciones ganaderas, las industrias y la distribución hasta el consumidor final.

Desde que inició su andadura hace 16 años, la IGP ‘Carne de Cantabria’ ha contado con el apoyo institucional del Gobierno autonómico a través de acciones de publicidad y promoción, tales como la presencia en las ferias más importantes a nivel regional y nacional, presentaciones y campañas de publicidad en medios de comunicación.

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