El nuevo plan de vivienda de Santander ampliará el parque existente e impulsará la rehabilitación
El Plan de Vivienda de Santander 2024-2027 se centrará en la ampliación del parque de viviendas, el impulso a la rehabilitación y la creación de un servicio de información de vivienda, como principales ejes de esta hoja de ruta a medio plazo que pretende reforzar las actuaciones municipales en esta materia con el objetivo de «tener en perfecto estado» las viviendas existentes.
Son los tres ejes fundamentales del documento, con once líneas de actuación y 34 acciones, que este martes se ha presentado al Consejo de la Sociedad de Vivienda y Suelo (SVS) y que han dado a conocer la alcaldesa, Gema Igual, y el concejal de Vivienda, Agustín Navarro, en rueda de prensa.
La intención es conseguir en estos cuatro años que Santander disponga de vivienda asequible, habitable, accesible y eficiente, mediante una gestión abierta y cercana al ciudadano, y fomentar la equidad en el acceso a la vivienda, la accesibilidad universal, sostenibilidad ambiental, el equilibrio entre barrios, la cercanía a la ciudadanía y eficiencia en la gestión de recursos, ha explicado la alcaldesa.
Se trata de un documento ejecutivo, fruto de la participación, cuyos resultados se evaluarán cada seis meses, a los dos años y a los cuatro años. El plan ha partido de una fase de diagnóstico y ha incluido un estudio sociodemográfico, un análisis del parque de vivienda actual, un análisis de la demanda y de la evolución de la oferta y también una previsión del desarrollo del suelo, ofreciendo así una «radiografía real» de la situación de la vivienda en la ciudad.
El primer eje que contempla es la ampliación del parque y se asienta en la «obligación» del Ayuntamiento de que en la ciudad exista vivienda asequible –al tiempo que deja espacio a la iniciativa privada– como la que promueve la Sociedad de Vivienda y Suelo (SVS) en Santander, que además es «de alta gama».
Recoge 13 medidas como impulsar la edificación de vivienda protegida en compra, incrementar la edificación de VPO a en alquiler con opción a compra, facilitar la emancipación joven a través del acceso a vivienda protegida accesible, promover la edificación de vivienda social en suelo dotacional, estudiar nuevas fórmulas para ampliar el parque de alquiler social, la cesión de viviendas sociales a entidades del tercer sector o generar un patrimonio de suelo urbano de la ciudad, entre otras.
El segundo eje es el impulso de la rehabilitación con ayudas municipales, como las de fachadas y ascensores, y facilitando información para el acceso a otras de carácter autonómico o europeo, y con actuaciones dentro de las cuales destaca el Cabildo, un «punto negro» que se abordará en la comisión que se celebrará dentro de un mes con la Consejería de Fomento para poder darle «una solución».
El tercer punto es la información, entre cuyas acciones se incluye análisis de las viviendas vacías, que representan el 2,4% de las 92.600 existentes, y turísticas, unas 1.100 según la estadística experimental del INE.
Santander tiene en la actualidad unas 92.600 viviendas, con una edad media de 45,6 años, que sube a 75 años en el centro –donde el 52% de las viviendas no tiene ascensor– y baja a 33,4 en la zona más