La asociación Cantabria ConBici ha presentado en el proceso de información pública para el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Santander un documento en el que defiende una idea de ciudad basada en la integración territorial, es decir, con medidas que trasciendan el ámbito estrictamente municipal, y en la regeneración de lo existente, con el fin de generar una ciudad de proximidad.
El documento ‘Santander, Ciudad y Movilidad para el Plan General de Ordenación Urbana’, que se ha entregado a los concejales del área, Javier Ceruti y César Díaz, se ha presentado hoy en rueda de prensa y parte de la concepción de la ciudad con una perspectiva integral, observando especialmente cuestiones sociales, ambientales y territoriales.
El presidente de la asociación, Raúl Reyes, ha expresado su apuesta por una ciudad más sostenible y «vivible», porque Santander es actualmente «enemiga de los residentes», ha dicho. En este sentido ha reivindicado la necesidad de «liberarla del volumen de coches» que soporta diariamente, unos 80.000 que entran y salen, una «barbaridad», más en una ciudad lineal como ésta, que «tenemos que atajar».
Para ello, Reyes ha abogado por construir aparcamientos disuasorios y nuevas conexiones de diferentes medios de transporte, siempre bajo la premisa de recuperar el espacio público para los ciudadanos.
Por su parte, el responsable de la propuesta, Ángel de Diego, ha explicado que lo que se ha trasladado al Ayuntamiento para que lo tenga en cuenta de cara al nuevo PGOU es «una idea de movilidad enmarcada en una idea de ciudad», con el objetivo de lograr una mayor calidad de vida en el entorno.
Así, Cantabria ConBici tiene como objetivo prioritario que Santander sea una ciudad comprometida con los retos globales, «una ciudad de proximidad, vital, que recupere la calle y los espacios públicos para socializar». «Es el objetivo fundamental desde el que trasladar la idea de movilidad», que comprende la necesidad de más espacio público, «más calle».
La asociación considera que el futuro de la movilidad y la organización del espacio público de Santander debiera responder, al menos, a los principios básicos de preservación del medio ambiente y la salud, fomento de la sociabilidad, promoción de la igualdad, fomento de la economía, procurando una ciudad de proximidad, eficiencia del uso de recursos disponibles puesto que muchos de los cambios que necesita Santander tienen un coste «perfectamente asumible, como pintar una línea», evaluación y transparencia, y coordinación administrativa.
Las estrategias básicas se basan la integración territorial y la regeneración.
En cuanto a la primera, se basa en que buena parte de los flujos de movilidad a Santander provienen de municipios limítrofes o pueden ser gestionados en ellos, por lo que las decisiones sobre la movilidad urbana han de considerar esta realidad, con herramientas de coordinación a escala territorial enfocadas a gestionar y limitar el acceso de vehículos a los núcleos de población y facilitar el intercambio hacia alternativas sostenibles.
Por ello, Cantabria ConBici apuesta por alternativas de movilidad
como el mallado peatonal y ciclable, una estrategia común de intermodalidad, y el refuerzo del transporte público en la conexión entre Santander y los núcleos próximos. «Hay que pensar en cómo gestionar la accesibilidad a los núcleos y plantear alternativas como el transporte público u otros modos más sostenibles», ha señalado De Diego.
Respecto a la regeneración urbana, el colectivo opina, por ejemplo, que ya hay «vivienda suficiente» en Santander, con lo que se trataría de recuperar lo existente para hacer una ciudad de proximidad.