Fallece el expresidente cántabro Juan Hormaechea
El expresidente cántabro y exalcalde de Santander Juan Hormaechea Cazón ha fallecido este martes, a los 81 años de edad en el Hospital Valdecilla, donde estaba ingresado a consecuencia de un traumatismo doméstico. Hormeachea nació en Santander el 5 de junio de 1939 y fue presidente de la comunidad autónoma de Cantabria en dos legislaturas y fue apartado de la política por una sentencia judicial, que le condenaba con diversas irregularidades cometidas durante su gestión. En los últimos años repartía su tiempo entre Santander y Marrakech donde tenía una segunda residencia.
Aunque en 1995 el Gobierno de Felipe González le indultó, quedó inhabilitado para ejercer cargos públicos. Hormaechea fue un personaje polémico, que nunca encajó en la disciplina de los partidos en los que militó y provocó una gran crisis financiera en el Gobierno cántabro tras su primer mandato, al generar una deuda (parte de ella sin soporte documental alguno) tres veces superior a los ingresos corrientes de la comunidad. La situación económica no pudo restablecerse hasta bastantes años después, en parte gracias a la entrada de Cantabria en el Objetivo 1, destinado a subvencionar a las regiones de la Comunidad Europea más pobres, una ayuda a la que el propio Hormaechea había renunciado.
Su segunda legislatura como presidente fue absolutamente distinta de la primera, al no poder realizar prácticamente más gasto que el pago de los salarios de la Administración autonómica, y dedicar todos sus esfuerzos a su defensa legal. Sus últimos años en el cargo fueron disparatados, con cinco consejeros que asumían hasta dos y tres carteras (los demás habían dimitido), sin presupuestos y sin apenas parlamentarios que además se vieron obligados a trasladarse al Grupo Mixto. Una situación inédita en los parlamentos del país, que solo pudo sostenerse porque el PP se negó a facilitar la investidura de otro presidente para sustituirle y, de esta forma, pudo seguir gobernando con prácticamente toda la Cámara en contra.
Su carrera política
Abogado de profesión, comenzó su carrera política en 1973, al ser nombrado concejal del Ayuntamiento de Santander por el tercio familiar. Más tarde, en 1976, fue designado primer teniente de alcalde. Tras las elecciones generales de 1977 fue designado alcalde de Santander.
En las primeras elecciones municipales, celebradas en 1979, fue cabeza de lista por la Unión de Centro Democrático. La lista de UCD fue la más votada, pero sin conseguir mayoría absoluta. A pesar de que el PRC había pactado con los partidos de izquierda (PSOE, PCE y PTE-ORT), con los que sumaban mayoría absoluta, la elección de Jesús Cabezón (PSOE) como alcalde, los regionalistas finalmente votaron a su propio candidato, lo que permitió la elección de Hormaechea. Más tarde, en las elecciones municipales de 1983 volvió a ser reelegido al frente de la Coalición Popular en calidad de independiente. Juan Hormaechea continuó en la alcaldía hasta el año 1987 cuando decidió dar el salto al gobierno autónomo.
En las elecciones autonómicas de 1987, fue investido como presidente del Gobierno de Cantabria como independiente en las listas de AP. Realizó unas desafortunadas declaraciones acerca de miembros de su propio partido, entre ellos José María Aznar que provocaron la retirada del apoyo de la cúpula nacional del PP. En el mes de diciembre del año 1990 una moción de censura avalada por PP, PSC-PSOE, PRC y CDS, le destituyó de su cargo. El socialista Jaime Blanco del PSOE fue entonces investido presidente del gobierno de Cantabria.
Juan Hormaechea volvería a ser presidente de Cantabria tras las elecciones de 1991, en las que se presentó con su propia formación política denominada Unión para el Progreso de Cantabria (UPCA). A pesar de la mayoría simple obtenida por el PSC-PSOE con 16 escaños, Juan Hormaechea volvería a ser investido presidente del gobierno de Cantabria con los 15 escaños que obtuvo su partido la UPCA y el apoyo del PP (6 escaños). El expresidente de Cantabria, Juan Hormaechea (Santander, 1939), tiene el dudoso honor de haber sido el primer dirigente de una comunidad autónoma condenado por delitos cometidos en el ejercicio de su cargo. En 1994 el Tribunal Superior de Justicia le impuso una pena de seis años y un día de prisión y siete de inhabilitación por un delito de malversación de caudales públicos y a otros siete años de inhabilitación por un delito de prevaricación. Finalmente, Hormaechea no pisó la cárcel. En 1995 el Consejo de Ministros, presidido por Felipe González, le concedió el indulto total, aunque sí mantuvo su inhabilitación de 14 años para participar en política, tal y como solicitó el mismo tribunal que lo juzgó.
Hormaechea ganó por primera vez las elecciones autonómicas en 1987, como independiente en las filas de AP. A finales de 1990 una moción de censura le apeó de su cargo. Un año después volvió a presidir el Gobierno de Cantabria al frente de su propia formación, Unión para el Progreso de Cantabria, con el apoyo del PP. El 5 de noviembre de 1994 dimitió tras conocerse su condena. No obstante permaneció como presidente en funciones al no haber acuerdo en el Parlamento cántabro para elegir a su sucesor.
No pisó la cárcel porque en 1995 el Consejo de Ministros le concedió el indulto total
El 24 de septiembre el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria condenó a Hormaechea y a tres de sus consejeros al considerar probado que había desviado 2.959.132 pesetas (17.785 euros) para emitir anuncios en prensa y radio en 1989 en los que se descalificaba a sus adversarios políticos. Los magistrados también apreciaron que hubo prevaricación en la adjudicación a la empresa Oyprocansa, propiedad de un amigo de Hormaechea, de la confección y colocación de carteles propagandísticos de las obras de la comunidad sin publicidad ni expediente administrativo previo. (El precio de cada cartel era de 141.306 pesetas (849,26 euros) cuando el valor estimado era de 87.586 (526,40). Entre junio de 1988 y diciembre de 1999 Hormaechea hizo un total de 650 pagos a Oyprocansa por valor de 246,5 millones de pesetas (1.481.495 euros)). Durante el proceso el expresidente cántabro, abogado de profesión, cambió hasta tres veces de letrado y terminó defendiéndose a sí mismo.
En 2002 el Tribunal Superior de Cantabria volvió a condenar a Hormaechea a tres años de prisión por un delito de prevaricación cometido durante su mandato. El expresidente ya había sido juzgado y condenado por estos mismo hechos en 1998 pero el Tribunal Constitucional ordenó repetir el proceso por entender que uno de los magistrados, Claudio Movilla, había puesto en entredicho su imparcialidad en unas declaraciones en prensa en las que puso en duda la catadura moral del dirigente cántabro.