González deja la APS por su «desencanto» con lo público
El presidente de la Autoridad Portuaria de Santander (APS), Jaime González, ha presentado este jueves su dimisión de este cargo para regresar a la empresa privada debido a su «desencanto» con lo público, en especial con Puertos del Estado, y no es una decisión del Gobierno de Cantabria, que, al contrario, quería seguir contando con él, quien nunca ha sentido en esta región «falta de apoyo».
«Ellos querían que yo continuara pero mi tiempo en el ámbito público se ha terminado», ha afirmado hoy González en la última rueda de prensa que ha ofrecido al frente de la APS, en la que ha ofrecido un balance de su gestión desde que llegó al Puerto hace cinco años y medio y del último año, en el que el tráfico de mercancías ha bajado un 11% interanual como consecuencia de la crisis del coronavirus.
Esta mañana se confirmaba que González abandonaba la presidencia del Puerto para ser sustituido por el actual consejero de Industria y vicepresidente del Puerto, Francisco Martín, quien a su vez será relevado por el exconsejero Javier López Marcano.
Preguntado si su dimisión es consecuencia de este hecho, ha asegurado que «en ningún caso tiene que ver con una decisión del Gobierno» sino que la ha tomado en base a factores personales y profesionales. «Es una decisión personal que tenía tomada hace mucho tiempo», ha apostillado.
González ha explicado que cuando concluyó la primera legislatura en la que llegó al cargo, en 2019, anunció al Gobierno su intención de regresar a la empresa privada, pero en el Ejecutivo le animaron a seguir, aunque él advirtió que no terminaría la actual legislatura.
Así, ha considerado que pasada la Navidad, una vez firmada la concesión de la terminal de contenedores, era «un buen momento» para hacerlo y ayer presentó su renuncia. «Ellos sabían que yo no iba a finalizar la legislatura y las consecuencias de tipo político no debo entrar a valorarlas», ha dicho.
Sí ha agradecido la confianza que han depositado en él el presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, y Martín, que le propusieron el puesto sin conocerle y ha confiado en no haberles defraudado.
Una renuncia que, según ha indicado, tiene que ver con su «desencanto» con la función pública puesto que, en su opinión, no solo deber estar para cumplir las normas sino que también debe «aportar para evolucionar».
González ha reconocido que, mientras para el Gobierno de Cantabria, la Delegación del Gobierno y el Ayuntamiento de Santander y los ciudadanos solo tiene «agradecimiento por su apoyo», con Puertos del Estado, donde estaba en un grupo de trabajo para mejorar la eficacia de las operaciones del sistema portuario, sí hay «desencanto» porque, como trasladó al presidente de la institución, Francisco Toledo, y a los de las 27 autoridades portuarias, el sistema es «tremendamente mejorable».
En este sentido, ha subrayado, que cuando se privatice el sistema los puertos de Santander y Bilbao colaborarán, no competirán, porque es «absurdo» que los puertos de proximidad compitan como hacen ahora.
«Mi desencanto va por ahí. Después de la última reunión del marco estratégico nacional sentí que podíamos haber hecho muchísimo más si hubiéramos tenido un grado de ambición mucho mayor y lo que hemos hecho no es suficiente», ha valorado.
González ha dicho que su «gran frustración» como presidente de la APS ha sido no inaugurar la terminal de Raos 9 el 18 de octubre de 2018 «porque un abogado del Estado decidió que por interés público teníamos que ir a un litigio con la constructora».
En su opinión, la decisión tiene un coste de oportunidad «excesivo» porque en aquella fecha el Puerto «necesitaba» el muelle, que iba a tener trabajo «desde el momento de cortar la cita» inaugural. «Raos 9 es el caso perfecto de inversión pública donde a continuación llega la inversión privada» para desarrollar el Plan Estratégico del Puerto.
En el extremo opuesto, ha conseguido inaugurar la terminal de contenedores y la «apuesta definitiva» de Brittany Ferry por Santander.
González ha dicho que a partir de ahora trabajará en el ámbito privado, como ha hecho desde el público, a favor de la mejora del impacto social, en beneficio no de inversores privados sino de colectivos y personas a través de la logística, en un proyecto que ya tenía cuando trabajaba en Alemania y en cuya implantación está «muy interesada alguna fundación del Ibex 35».
«Es parte de mi ambición personal poner lo que he aprendido al servicio de los demás en acciones de impacto social con efecto de carácter global».
LA PASIEGA «SÍ O SÍ»
Por otra parte, González ha hecho una encendida defensa de la futura área industrial del llano de La Pasiega, un proyecto que «Cantabria se debe a sí misma, tiene que realizarlo sí o sí», en beneficio del Puerto pero también de toda la región.
En su opinión, es el «potenciador» de actividades para que los servicios instalados en el Puerto puedan crecer, además de que en el entorno próximo no hay otra oportunidad de ampliación de instalaciones industriales con ferrocarril, factor determinante para potenciales inversores.