José Ramón Blanco, exlíder de Podemos en Cantabria, absuelto del acoso denunciado por su compañera Verónica Ordóñez
El Juzgado de lo Penal número 2 de Santander ha absuelto al exsecretario general de Podemos Cantabria José Ramón Blanco del acoso denunciado por su entonces compañera de partido y en el Parlamento regional, Verónica Ordóñez.
En concreto, ha sido absuelto de los delitos contra la integridad moral y lesiones psíquicas de los que venía siendo acusado por la denunciante, según la sentencia, dictada por la jueza de lo Penal 5 tras la repetición del juicio.
El fiscal pedía diez años de inhabilitación a Blanco por acoso continuado durante tres años a Ordóñez, por expresiones «menospreciativas» que profería en «tono agresivo».
La magistrada, que no cuestiona que la parlamentaria sufriera un trastorno relacionado con el ámbito laboral, entiende que no ha quedado probado que el mismo se deba a que el enjuiciado «le haya dispensado, durante años, un trato degradante».
Y tampoco que Blanco, «prevaliéndose de su superioridad, le dispensara un trato no degradante pero sí reiteradamente hostil y humillante», y destaca al respecto que «la mayor parte» del periodo en el que se supone que ocurrieron los hechos él «ni siquiera» era ya líder de Podemos Cantabria.
Así, «esas acaloradas discusiones, esos gritos, insultos, críticas y malos deseos» a que hicieron referencia los testigos durante la vista oral «hubieran podido constituir, en su caso, un delito contra el honor de la querellante, pero en ningún caso constituyen un delito contra su integridad moral, ni contra su libertad», puntualiza la jueza.
En su resolución, que no es firme ya que cabe recurso de apelación y a la que ha tenido acceso esta agencia, señala que lo anterior tampoco tiene «entidad suficiente para producir ese trastorno» referido, en el que «han podido intervenir otras causas» que no se han tenido en cuenta en los informes médicos y que se desprenden de conversaciones en chats.
Cita entre ellas la «malísima relación laboral» de la Ordóñez con otros compañeros de partido, el «estrés propio del trabajo» o su «frustración por no haber conseguido la Secretaria General» de Podemos.