La Audiencia juzgará el martes a un hombre acusado de estafar a otro de manera continuada

La Audiencia Provincial de Cantabria juzgará este martes, 26 de abril a un hombre acusado por otro de estafarle de manera continuada, para el que la acusación particular pide 5 años de cárcel, multa e indemnización, mientras que, en esta caso, la Fiscalía solicita su absolución.

Según el escrito de la acusación particular, el acusado contactó con su cliente, que presenta hipoacusia profunda y discapacidad auditiva y tiene reconocida una discapacidad del 65 por ciento y es «un sujeto fácilmente manipulable». Por entonces, esta persona tenía un trabajo como limpiador en una empresa de la ONCE.

Según el relato de la acusación , el acusado «previo conocimiento» de que esta persona «tenía sus propios ahorros y percibía cantidades por su trabajo y una pensión de la Seguridad Social, le convenció de que debería trabajar con él en un negocio de reparto a domicilio de electrodomésticos», «con la promesa de ser socios en el mismo y alcanzar ingresos superiores a los de su trabajo de limpiador».

Este hombre accedió a ello y «empezó a entregar diversas cantidades de dinero que le indicó que eran necesarias para emprender la actividad», hasta un total de 7.190 euros, de modo que su saldo bancario «quedó reducido a poco más de 50 euros».

«Bajo el engaño» –dice la acusación particular– el hombre dejó su trabajo de limpiador para dedicarse «al negocio que se le prometió por el acusado, estando, bajo las indicaciones de éste, repartiendo electrodomésticos por toda la región de Cantabria» durante tres meses, hasta que sufrió un accidente de tráfico y «tuvo que cesar en toda actividad».

Continúa el escrito de acusación señalando que «al ver que, pese a lo prometido, al trabajo físico desarrollado y la situación en la que quedaba, no le había sido ingresada cantidad alguna por el acusado, le insistió, ya con la intervención de sus familiares, para que le devolviera el dinero y le retribuyera el trabajo desarrollado».

Fue entonces cuando recibió tres cheques por un importe total de 10.000 euros, que cubrían las cantidades entregadas y el trabajo de tres meses de reparto.

Sin embargo, los mismos fueron girados contra una cuenta que «había sido ya previamente cancelada por el acusado, por lo que era un modo absolutamente falso de pago, un artificio para culminar su engaño, y que obedecía al plan desarrollado de enriquecerse a costa del perjudicado, de quedarse con su dinero y hasta con el producto de su trabajo».

«A consecuencia de estos hechos, el perjudicado perdió todos sus ahorros y perdió el puesto de trabajo que desempeñaba en la empresa de limpieza dependiente de la ONCE», añade.

LA ACUSACIÓN PARTICULAR PIDE 5 AÑOS Y LA FISCALÍA LA ABSOLUCIÓN

A su juicio, los hechos narrados constituyen un delito continuado de estafa, merecedor de una condena de cinco años de prisión, 1.800 euros de multa e indemnización de 10.000 euros.

Sin embargo, la Fiscalía considera que «no consta en ningún momento que el encausado engañara al denunciante en el momento de la contratación y no tuviera intención alguna de abonar el importe de los trabajos realizados».

«No existe indicio de que el denunciado no pretendiera el abono del trabajo realizado por el denunciante cuando lo contrató, sino que, más bien, nos encontramos en presencia de un incumplimiento contractual».

Entiende que «no cabe inferir de la circunstancia de que el denunciado extendiera los cheques vinculados a una cuenta que ya estaba cancelada en el momento de 5 emisión de los mismos, con una intención inicial de no pagarle por los servicios prestados».

El juicio se celebrará, el martes 26, a partir de las 10.00 horas, en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial

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