La calle Antonio López se transformará en un gran paseo a principios de 2022 año tras el derribo de los tinglados
La calle Antonio López se transformará por completo y se convertirá en un gran paseo en el plazo de nueve meses, una vez iniciadas en el día de hoy las obras para derribar los tinglados portuarios a las que sucederán las de renovación urbana del vial. Los derribos supondrán ensanchar la ciudad y ampliar para el disfrute de los vecinos y visitantes más 2.500 metros cuadrados.
El proyecto, fruto del convenio de colaboración suscrito entre el Ayuntamiento de Santander y el Puerto, permitirá prolongar y ampliar el paseo marítimo y dará especial importancia al aumento de zonas peatonales y áreas verdes, la pacificación del tráfico y la mejora del carril bici.
La alcaldesa de Santander, Gema Igual, ha asistido este viernes al inicio de los trabajos –que ejecutará SIEC con una inversión de 1,5 millones de euros–, un acto en el que han participado también el presidente de la Autoridad Portuaria de Santander (APS), Francisco Martín; el consejero de Industria, Javier López Marcano; el concejal de Fomento, César Díaz; la responsable municipal de Barrios y Participación ciudadana, Carmen Ruiz; y representantes de las asociaciones de vecinos de Antonio López, Miralmar, Los Arenales y Barrio Pesquero.
«Hoy es un día importante para Santander y especialmente para los vecinos de Antonio López, Barrio Pesquero y Castilla-Hermida que van a ver como su entorno cambiará completamente», ha asegurado la regidora, que ha recordado que este proyecto es posible porque en su momento Iñigo de la Serna, al frente del Ministerio de Fomento, dotó al Puerto, mediante el Fondo de Compensación Portuaria, de un millón de euros para que pudiesen trasladar los talleres que ocupaban los tinglados a otra zona, permitiendo así su derribo.
Con esta obra, ha afirmado Igual, Santander dará continuidad al paseo marítimo desde el nuevo centro cívico de Tabacalera hasta la Biblioteca Central, conectando con el Barrio Pesquero, por donde los vecinos podrán pasear «seguros» y lo permitirá «revalorizar» las viviendas y locales de la zona sin perder los aparcamientos.
La alcaldesa, que ha pedido disculpas de antemano por las molestias que los trabajos puedan ocasionar en el entorno, ha asegurado que la ciudad continúa ganando espacios portuarios para uso ciudadano, en este caso 2.500 metros cuadrados, con lo que ya son casi 80.000 metros cuadrados de frente marítimo liberados para los santanderinos en los últimos años.
«Tendremos un atractivo más para venir a esta zona de Santander donde ya se concentran importantes dotaciones y equipamientos, además de un barrio con tanta historia y personalidad como es el Barrio Pesquero», ha añadido Igual.
López Marcano, también vicepresidente del Puerto de Santander, ha valorado el alcance de esta obra, que ha considerado «fundamental» para mejorar la calidad de vida de los santanderinos, y ha destacado la «fusión» de intereses entre el Autoridad Portuaria y el Ayuntamiento de Santander para hacer realidad este proyecto.
Del mismo modo, ha ofrecido la colaboración del Gobierno de Cantabria en otros proyectos comunes entre el Ayuntamiento y la Autoridad Portuaria. «Puede que nos toque coparticipar y lo haremos cuando sea necesario», ha dicho hoy el consejero en este acto, al que ha asistido también un grupo de vecinos de la zona.
Mientras, Martín ha mostrado su satisfacción por dar respuesta a una demanda vecinal «de hace ya muchos años» con la cesión de un espacio que «no es imprescindible» y ha señalado que esta actuación es la primera de un proceso que va a seguir transformando la zona «al menos en lo visual».
Martín ha anunciado que, durante los próximos meses, se van a demoler algunas de las naves del Muelle de Maliaño «que han finalizado su vida útil» para construir la explanada de embarque del ferri lo que permitirá que la ciudad «gane de nuevo más perspectiva y vecinos y paseantes tengan mejores vistas».
El presidente de la APS ha señalado, además, que «el puerto cede espacio, pero todos ganamos» y ha recordado que la Autoridad Portuaria ha destinado dos millones de euros en los necesarios traslados de servicios portuarios de los tinglados a la calle Rio Miera.
Igualmente, ha destacado su compromiso por seguir mejorando este espacio, por lo que se procederá ahora al derribo del resto de naves en desuso del frente de Antonio López para así mejorar las vistas a los vecinos.
Según ha dicho, se trata de un proceso de restitución y devolver a los residentes y vecinos las molestias generadas por el Puerto en todos estos años y recuperar el frente marítimo de Santander.
PROYECTO
La calle, que ahora tiene una anchura de 14 metros ganará 8,5 metros más hasta situarse en los 22,5, una superficie que se añadirá a la acera que discurre junto a los edificios para conseguir un gran paseo peatonal.
También se ampliará la anchura del carril bici que, en su tramo final, se separará del parque infantil, como propusieron los vecinos, evitando las interferencias entre ciclistas y usuarios que se producen actualmente junto a este parque, y se aprovechará para prolongarlo hasta el acceso a la Biblioteca Central y facilitar el desplazamiento en bicicleta hasta este equipamiento.
En el primer tramo de la calle, -frente al nuevo Centro Cívico Tabacalera-, y en el extremo final (el más cercano a la calle Ruiz Zorrilla), el vial se colocará al nivel de la acera, de manera que el peatón tendrá prioridad al convertirse en zonas semipeatonales.
Los trabajos, que afectarán a una superficie total de 8.245 metros cuadrados, se realizarán en distintas fases, según ha detallado el concejal de Fomento.
Díaz ha explicado que la fase cero, que ha comenzado hoy, tendrá una duración estimada de un mes, plazo necesario para contar con los permisos para poder manipular la uralita que tienen los tinglados. En este tiempo, se ejecutará también la zapata de la nueva valla que separará la zona portuaria de la ciudad, que será igual a la existente en otras zonas del frente marítimo.
Para poder acometer el derribo de los tinglados, en las primeras semanas se trabajará también en la zona exterior de los mismos, especialmente en las canalizaciones, mientras que el interior se vaciará por completo para dejar las naves diáfanas y facilitar la demolición.
En la fase uno, que comenzará en un mes, se desarrollará el derribo propio de las naves, prestando especial atención a la obra y en constante coordinación con el puerto para interferir al mínimo en su actividad y garantizar la seguridad.
Por eso, el derribo se hará manteniendo el muro exterior de los tinglados, que colinda con la calle Antonio López, que seguirá haciendo de cierre para permitir la ejecución de la zapata de la nueva valla.
Cuando esté la valla definitiva se derribará la pared exterior de los tinglados y comenzarán las siguientes fases (2, 3 y 4), que se centrarán ya en la renovación urbana de la calle y el acondicionamiento de los terrenos liberados.
En la fase 2 se ejecutará el vial interior del recinto portuario, con un plazo de 1,5 meses; en la fase 3, está previsto urbanizar la zona sur-oeste (la más próxima al Barrio Pesquero), priorizando la construcción del vial; y en la última fase se urbanizará la zona norte-este de la calle.