La flota de cerco para por el precio del gasóleo: ‘para perder dinero no salimos a la mar’
La flota de cerco del Cantábrico-Noroeste no ha salido a faenar este lunes y no se va a subastar pescado en las lonjas, debido al paro convocado por el sector como una primera señal de protesta por el precio del gasóleo, que había venido subiendo en los últimos meses y que se ha «disparado como un cohete» desde que estalló la guerra en Ucrania, hasta «multiplicarse por tres» en un año.
«Para salir a la mar a perder dinero, no salimos», ha sentenciado el presidente de los pescadores cántabros, César Nates, que lamenta que tengan que estar «mirando más el precio del gasóleo en el surtidor» que el del «pescado en las subastas».
Por eso, el sector decidió el pasado viernes parar este lunes, jornada en la que habitualmente salen a faenar a las nueve de la mañana y las ventas de las capturas se prolongan hasta las nueve de la noche en los puertos, considerándose la «mejor» de la semana al destinarse casi todo para pescado fresco.
Pero este 14 de marzo «no se ha subastado ni se va a subastar» bocarte -la costera actual para los pescadores de cerco-, como ha señalado a Europa Press el presidente de la Federación de Cofradías de la región y patrón mayor de la de Laredo, y que admite que no será «suficiente» esta medida, secundada por los 160 barcos de la flota, entre gallegos, asturianos, cántabros y vascos.
Se trata de una iniciativa concebida como «un toque de atención» al Gobierno central, para «decir a Madrid que hay un problema y que algo hay que hacer», ha explicado Nantes, en referencia al «aumento brutal» del precio del combustible.
En este sentido, ha explicado que el problema radica en que el incremento de los costes no se pueden trasladar al comprador, porque el pescado se subasta en la lonja y se está haciendo al mismo precio que en 2019, esto es, antes de la pandemia del coronavirus.
Desde entonces, y especialmente en el último año, el gasóleo se ha «multiplicado por tres», según cálculos de Nates. Así, el verano pasado «ya era caro, pero asumible entre comillas», aunque en otoño el incremento fue «notable» y a principios de este año subió «un poco más».
Pero a raíz del conflicto bélico «se ha disparado como un cohete y va día a día en aumento», registrando la semana pasada una «escalada brutal» y convirtiéndose en un coste «inasumible» para los armadores, pues no lo pueden repercutir.
Así las cosas, están «más preocupados» del precio del gasóleo que de las subastas en lonja, poro lo que también van a estar «pendientes» de la evolución de los carburantes y de la adopción de más medidas «si la escalada no la para nadie».
En este punto, y para finalizar, César Nates ha valorado que en la actualidad los pescadores cántabros y del resto de la flota tienen el caladero -de bocarte- próximo a sus costas, pero cuando se tengan que desplazar a pescar otras especies «no va a ser rentable el viaje. Los barcos se van a quedar amarrados y no va a ir nadie», ha avisado.