La realidad aumentada acerca al visitante el arte parietal de la cueva de Hornos de la Peña

Una aplicación de realidad aumentada permite desde ahora acercar el arte parietal de la cueva de Hornos de la Peña al visitante pues, pese a que la calidad técnica de su más de un centenar de representaciones es «impresionante», resultan difíciles de visualizar por su grabado «especialmente fino».

Así lo ha explicado hoy en rueda de prensa Olivia Rivero, investigadora principal de esta cavidad de San Felices de Buelna, declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO, y promotora de esta iniciativa que ha financiado el Ministerio de Cultura con 96.000 euros.

La nueva aplicación ofrece dos posibilidades: ver en la propia cavidad –cuyas visitas son muy restringidas, de cuatro personas en cada pase– las representaciones a través de realidad virtual superpuesta a los trazos originales; o disfrutar de la versión completa en el centro de interpretación del arte rupestre que se abrirá próximamente en Puente Viesgo.

La aplicación actualmente permite al guía mostrar a los visitantes diez representaciones en el interior de la cueva –que acoge más de un centenar de motivos figurativos– como un caballo que se puede ver en 3D y tres ciervas.

En este sentido, se podrían incorporar más manifestaciones artísticas, como también extender este tipo de aplicación a otras cuevas para facilitar su accesibilidad al público.

La presentación de este nuevo recurso ha tenido lugar en el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (MUPAC) con la asistencia del vicepresidente y consejero de Universidades, Igualdad, Cultura y Deporte, Pablo Zuloaga; el director de Cuevas Prehistóricas de Cantabria, Roberto Ontañón; además de la citada la investigadora de la Universidad de Salamanca, Olivia Rivero, y uno de los desarrolladores de la aplicación, Antonio Dólera.

Zuloaga ha recordado que el Gobierno de Cantabria lleva financiando desde 2013 las campañas de investigación en Hornos de la Peña, lo que ha posibilitado el análisis y restitución de muchos de sus elementos así como la identificación de figuras inéditas de arte paleolítico.

El consejero ha puesto en valor que la nueva aplicación permitirá al visitante interactuar con el arte rupestre de la cueva, «que a veces puede resultar difícil de ver». Ahora, mediante realidad aumentada, se proyecta el calco de los motivos rupestres sobre la piedra que los acoge en tiempo real, lo que facilita su comprensión.

«La app permitirá ver, a través de la proyección que hace el guía, los trazos de la pared», con lo que la visita será «más accesible y más interesante», al tiempo que Cantabria, con diez cuevas Patrimonio de la Humanidad, da «un paso más en la digitalización del arte paleolítico para hacerlo más accesible al público en general», ha destacado Zuloaga.

Por su parte, Rivero ha explicado que la aplicación, que ha supuesto un año de trabajo, surgió cuando comprobó que muchos visitantes tenían dificultades para ver el arte de las paredes de esta cueva «especial» del arte rupestre, que cuenta con más de 30.000 años de secuencia gráfica.

«Es una cavidad que ha estado muy ocupada, muy decorada, pero también ha sufrido muchos avatares a lo largo de su historia y actualmente el estado de visibilidad de sus motivos gráficos está muy deteriorado en algunos casos y se ve con poca claridad», ha indicado.

Mientras, Dólega ha explicado que la aplicación es «una ventana» que permite visualizar los trazos de los grabados más finos y ha destacado que su intención, más allá de la técnica, es «poder transmitir emoción» a quienes los descubren en la roca.

En relación a Hornos de la Peña, Ontañón ha indicado que su acceso está muy restringido, en línea con la cueva de Chufín, porque aunque la cavidad «no es pequeña», los corredores son estrechos, hay una zona en la que es necesario agacharse y parte de los paneles decorados se encuentran en un espacio donde los visitantes los pueden rozar.

HORNOS DE LA PEÑA

La cavidad fue ocupada durante el Paleolítico Medio y Superior y fases de la Prehistoria Reciente. Las manifestaciones artísticas, paleolíticas, son asignables al período Gravetiense (grabados del vestíbulo) y Magdaleniense (santuario interior).

Entre su conjunto rupestre destaca un caballo grabado en el exterior por su gran antigüedad y por ser uno de los pocos grabados exteriores que aún se conservan en la Cornisa cantábrica.

Su paso hacia el interior por un estrecho corredor de escasa altura transporta a otro tiempo. En la última sala se concentran la mayoría de las imágenes, de 15.500 a 13.000 años de antigüedad. A parte de las representaciones de caballos, cabras, uros y bisontes, llama la atención una figura humana, desnuda y con los brazos en alto, cuya combinación con caracteres de animal, le asignan cierta vinculación a lo chamánico y religioso.

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