La reunión entre PP y PRC se salda en media hora
Los populares aseguran que las conversaciones "se han basado exclusivamente" en la continuidad de los proyectos en marcha
El PP ha aclarado que, en su reunión de este martes con el PRC, «en ningún momento ha estado, ni está, sobre la mesa» la entrada de los regionalistas en el Gobierno de Cantabria «ni la negociación de ningún cargo, ni en el Ejecutivo ni en el Parlamento de Cantabria».
También ha puntualizado que «no se ha aceptado ninguna condición» que suponga para el PP «renunciar al cumplimiento de la legalidad y de los principios de buen gobierno, trasparencia y honestidad en la gestión pública».
«No se ha pedido y el Partido Popular no va a renunciar en ningún caso a cumplir los compromisos que, en materia de transparencia, la presidenta ha adquirido con los ciudadanos en campaña electoral», ha afirmado en un comunicado el PP tras la reunión mantenida hoy con los regionalistas para llegar a un acuerdo que permita la investidura de la ‘popular’ María José Sáenz de Buruaga como presidenta de Cantabria.
Este encuentro ha durado media hora y ha concluido sin declaraciones públicas de los integrantes de la negociación a los medios de comunicación y solo ha habido pequeños apuntes de los partidos en los que indicaban que ambos partidos mantenían el objetivo de que gobernara la lista más votada –la del PP, sin Vox– y que se habían emplazado para un nuevo encuentro la semana que viene.
Según el PP, la reunión de las comisiones negociadoras del PP y PP celebrada esta mañana en el Parlamento de Cantabria «ha sido una toma de contacto» tras la conversación telefónica mantenida entre Buruaga y el secretario general del PRC, Miguel Ángel Revilla, quien le trasladó su disposición a no obstaculizar su investidura como presidenta de Cantabria respetando la lista más votada.
Ha explicado que las conversaciones de hoy con el PRC «se han basado exclusivamente en la continuidad de proyectos en marcha que, por otra parte, el Partido Popular tiene recogidos en su programa electoral».
«La reunión de hoy ha servido para avanzar en la concreción de ese escenario y se plasmará en un documento cuya firma se producirá en los próximos días», ha avanzado.
LA REUNIÓN
El encuentro ha arrancado a las 10.00 horas en el Parlamento regional y ha concluido cuando apenas pasaban las 10.30. Por parte del PP, han acudido la secretaria autonómica, María José González Revuelta, que ha sido coordinadora de la campaña, además de Isabel Urrutia, Iñigo Fernández y Roberto Media, y, en representación del PRC han estado los integrantes de la comisión negociadora integrada por los tres vicesecretarios del partido, Paula Fernández, Javier López Marcano y Guillermo Blanco, y por la diputada y alcaldesa de Polanco, Rosa Díaz.
El PP fue el pasado 28 de mayo el ganador de las elecciones autonómicas en Cantabria y obtuvo 15 diputados, seguidos de PRC, con 8; PSOE, también con ocho aunque con menos votos, y Vox, con cuatro.
«El Partido Popular no tiene mayoría absoluta en el Parlamento de Cantabria, por lo que está en la obligación de entenderse con otras formaciones políticas para poder formar un Gobierno en solitario», ha insistido el partido.
Sáenz de Buruaga ya afirmó la semana pasada, tras los resultados del 28 de mayo, que la «primera opción» es liderar un Gobierno del PP en solitario, para lo que pidió la semana pasada a Revilla su abstención en la investidura.
Tras unas primeras horas tras los comicios en los que Revilla pareció dar por hecho un pacto PP-Vox, posteriormente trasladó la disposición de su partido a no obstaculizar la investidura de Buruaga para que Vox no entre en el Gobierno. Sí añadió que el PRC no contemplaba a priori entrar en un Ejecutivo de coalición con el PP sino mantenerse en la oposición.
A cambio de apoyar la investidura de Buruaga, el PRC exigirá al PP algunos requisitos que considera «normales», como que continúe las grandes obras que ha dejado en marcha el Gobierno anterior (PRC-PSOE).
«Les garantizamos la gobernabilidad a cambio de que no se comporten como en el 2011», cuando entraron en el Ejecutivo y «todas las obras que teníamos en marcha se las cargaron», además de que «sometieron a la tortura de comisiones de investigación a todo el mundo durante dos años, advirtió hace unos días Revilla.