Las 2.000 mayores empresas cántabras solo suman el 2% de los beneficios del Santander
Entre los 11.288 millones de beneficio bruto del Santander en 2016 y los poco más de 200 que sumaban las dos mil mayores empresas cántabras (sin incluir al Banco, lógicamente) hay un abismo demasiado grande. Por mucho que haya crecido el Santander, la desproporción es evidente y deja en evidencia la debilidad del tejido empresarial cántabro, donde la mayor parte de las compañías o no genera beneficios o son muy modestos, incompatibles con el volumen de reinversión que se necesita para permanecer en primera línea.
Solo ocho empresas de Cantabria superan los cinco millones de euros de beneficio y son cuarenta las que pasan del millón. Los datos del último balance cerrado, que corresponde al ejercicio de 2016, indican una clara mejoría en los resultados, aunque la incidencia negativa de algunas grandes empresas haga que el rendimiento bruto conjunto sea algo peor.
Si tomamos como base de cálculo las 2.000 mayores empresas de la región que figuran en los rankings que publicamos este mes y el pasado, los resultados (sin incluir el Banco Santander que por su gigantesca dimensión distorsionaría cualquier cálculo) de las 1.401 empresas de las que tenemos valores deparan unos beneficios brutos de 313,3 millones de euros. Descontados los 109,4 millones de euros que suman las pérdidas de las que declararon números rojos, el saldo neto positivo es de 203,9 millones de euros, una cifra muy modesta para lo que supone el grueso del tejido empresarial de la región. Eso pone de relieve la pequeña dimensión media de las empresas y su escasa capacidad para generar beneficios. Muchas, cada vez más, solo se justifican por ofrecer un salario a sus propietarios.
Solo ocho empresas de la región superan los cinco millones de beneficio y 40 el millón
Basta compararlo con una sola empresa del Ibex, el Banco Santander, que en este caso tiene su sede en la región. Las 2.000 mayores empresas de Cantabria juntas apenas consiguen sumar un 1,8% de los 11.288 millones de euros de beneficio bruto que consiguió en ese mismo ejercicio el Banco Santander, y es esta entidad la que realmente engorda la aportación regional al Impuesto de Sociedades. El Banco ha llegado a cotizar por este gravamen, en sus mejores momentos 2.400 millones, la misma cuantía que necesita la Administración regional para sobrevivir todo un año, incluyendo la sanidad y la educación.
Si no tenemos en cuenta al Santander, los mayores beneficios se dan, como cabía esperar, en la distribuidora eléctrica Viesgo (62,5 millones), en sus plantas de generación eléctrica (25,6 millones) y en las grandes industrias, que repuntan con fuerza en la mayoría de los casos, aunque hay alguna excepción notable. Eso no impide que en la parte más alta de este ranking aparezcan dos grandes cadenas de alimentación, Semark (Lupa) y Ves (BM), con avances muy fuertes en cada caso (45,6% y 25,1% respectivamente), que demuestran su solidez en un mundo dominado por las grandes corporaciones nacionales y extranjeras.
Pero quizá lo más sorprendente en esta ocasión sea la presencia de Mare, con unos beneficios de 5,7 millones de euros. Las empresas públicas suelen estar en el otro extremo del ranking, el de las mayores pérdidas y especialmente Mare, que nunca había tenido beneficios. En esta ocasión, Mare figura por méritos propios, y aunque buena parte de los resultados declarados hayan sido producto de un acuerdo puntual con la Diputación de Guipúzcoa para admitir sus vertidos, los ahorros realizados por la empresa ya garantizan un beneficio recurrente para los próximos años.
En este sector, también se puede destacar la presencia de TIR Cantabria, la filial del grupo Urbaser propietaria de la incineradora de basuras de Meruelo, con unos beneficios de 2,6 millones de euros, lo que indica que las basuras se han convertido en una importante y rentable fuente de negocio.
Entre las empresas con mejor comportamiento están las alimentarias y las turístico-hosteleras, que van escalando posiciones, así como las informáticas, un sector que está creciendo con mucha rapidez, aunque pase más desapercibido.
