Las empresas cántabras de salazones se alían para evitar contagios por coronavirus
No utilizarán anchoas de otras procedencias y no las descabezarán previsiblemente hasta el 14 de abril
El sector cántabro de salazones se ha puesto manos a la obra para afrontar la crisis sanitaria provocada por el coronavirus. La Cofradía de Pescadores de Santoña se ha reunido y ha tomado la determinación de no trabajar con anchoas de otras procedencias para no aumentar el riesgo de contagio. Los representantes de JMC Reimex y Grupo Conservero Cántabro, conservas del Norte, Pescasantoña y Pescados y Salazones Juanchi y Conservera Joyas del Mar han llegado a la conclusión de que, debido a que no pueden optimizar el espacio del que disponen en sus instalaciones, tendrán que mermar en buena medida su capacidad de producción.
La Cofradía ha emitido un comunicado en el que destaca la necesidad de extremar algunas medidas de precaución en el centro de trabajo como la de mantener distancias de seguridad para que los empleados puedan desempeñar su función en el mismo entorno y la de limitar la productividad. Sin embargo, una de las que más repercusión inmediata tendrá, será la de no descabezar las anchoas, al ser posible, hasta después de Semana Santa, concretamente el 14 de abril. Una decisión contemplada también por las Organizaciones de Productores del Cantábrico (Opes Cantábrico).
Las conserveras, transportistas, mayoristas y cofradías de pescadores esperan recuperar su actividad e iniciar la campaña, pero los representantes de la Cofradía consideran que el sector comprende y «está de acuerdo» en que estas medidas drásticas se están tomando por «el bien de todos».