Los dos investigados dieron puñetazos y patadas hasta arrojar a las vías al joven fallecido
Los dos jóvenes de Boo de Piélagos de 19 y 20 años investigados por la muerte de otro chico, de 21 y vecino de Polanco, este pasado sábado en el apeadero de la primera localidad propinaron puñetazos y patadas a la víctima, hasta arrojarle a las vías del tren, donde falleció.
Así se desprende del auto del juez titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Santander, en funciones de guardia este lunes, y que tras tomar declaración a ambos investigados -en el marco de unas diligencias abiertas por homicidio- les ha enviado a prisión comunicada y sin fianza por esta «brutal agresión».
El magistrado ha acordado la citada medida provisional al entender que existen indicios de autoría del delito y al concurrir también riesgo de fuga.
En la resolución, alude a dos testigos que vieron cómo los implicados «arrastran a la víctima por la fuerza» hasta el apeadero de la FEVE en Boo de Piélagos, donde comenzaron a pegarle «puñetazos en la zona de la espalda y de los costados».
Después, añade el juez, le llevaron hasta la valla negra de la estación y le tiraron al suelo, donde le siguieron propinando patadas «por todo el cuerpo, cabeza incluida», hasta darle una «tan fuerte que acaba por arrojarle a las vías del tren, donde el joven finalmente fallece».
Los dos investigados, que fueron detenidos poco después de los hechos, pasaron a disposición judicial a primera hora de este lunes como investigados en unas diligencias abiertas por delito de homicidio, y tras prestar declaración, el juez ha decidido enviarles a la cárcel.
TRES REQUISITOS
En su auto, el magistrado justifica la medida privativa de libertad porque concurren tres requisitos exigidos por la ley para el ingreso en prisión provisional: pena superior a dos años, indicios de la autoría y riesgo de fuga.
Así, consta en la causa la existencia de hechos constitutivos de un delito contra la vida, con una pena en abstracto de hasta quince años de prisión, por lo que se supera el requisito de que el delito esté penado con dos años o más de encarcelamiento.
Junto a ello, concurren «motivos bastantes» para atribuir el delito «en términos meramente indiciarios» a los dos investigados.
En este sentido, el magistrado alude a dos testigos que vieron cómo «arrastran a la víctima por la fuerza hasta el apeadero de la FEVE en Boo de Piélagos, comenzándole a pegar puñetazos en la zona de la espalda y de los costados, para después llevarle hasta la valla negra de la estación y tirarle al suelo, donde le han seguido propinando patadas por todo el cuerpo, cabeza incluida».
Por último, le propinan «una patada tan fuerte que acaba por arrojarle a las vías del tren, donde el joven finalmente fallece».
NO FUE UNA PELEA MUTUA, SINO UNA AGRESIÓN CONCERTADA
Frente a ello, el magistrado pone de manifiesto en el auto que la «única lesión» que tiene uno de los investigados se encuentra en los nudillos, «derivada de los golpes que le propinó a la víctima».
Por ello, concluye, «difícilmente podemos hablar de una pelea mutua que acabara en un resultado no esperado, sino en una agresión concertada de dos personas contra una sola».
Además, explica que cuando llevó a cabo el levantamiento, «todo el andén y parte de la vía en la que cae la víctima está lleno de sangre», mientras que «ninguno de los dos detenidos, ninguno -recalca-, tiene una sola marca externa que refleje que alguno pudo ser agredido por la víctima».
«La agresión es brutal, conjunta, y el fallecido tiene poca, por no decir ninguna, posibilidad de defensa frente a sus dos atacantes», añade.
El hecho se atribuye a ambos, «independientemente de quién de los dos materialmente propinara la patada o ejecutara el acto que causó la muerte», y es que «la coautoría no requiere que cada uno de los coautor esejecute en su integridad el verbo nuclear de la acción», sino que se aprecia cuando existe «un acuerdo respecto de aquello que se va a ejecutar».
MUERTE DE ETIOLOGÍA VIOLENTA EN ESTUDIO Y RIESGO DE FUEGA
Por otro lado, el magistrado se refiere a la atribución del delito contra la vida que se investiga.
En este sentido, señala que si bien el forense no ha podido determinar la causa inmediata de la muerte, «es meridiano que lo que sí informa es que la muerte es de etiología ‘violenta en estudio’, es decir, no causada por una circunstancia endógena a la víctima, sino exógena».
También cree que concurre riesgo de fuga en los dos investigados. «La gravedad del hecho y de la pena que lleva aparejada hacen especialmente intenso el riesgo de fuga, pese al arraigo de ambos investigados, siendo inviable que puedan plantearse medidas menos gravosas en este momento procesal, como la fijación de una fianza, de ahí que la medida solo pueda ser incondicional», concluye.
UNO DE LOS INVESTIGADOS RECURRIRÁ EL AUTO DE PRISIÓN
El auto no es firme y contra el mismo cabe interponer recurso de reforma y también de apelación.
De hecho, la abogada de uno de los dos investigados ha avanzado a Europa Press que recurriá la resolución, al entender que no se cumplen las circunstancias para la medida cautelar acordada toda vez que, según alega esta parte, todavía no ha trascendido el resultado de la autopsia, solo el informe médico forense en estudio.
También aprecia esta letrada «contradicciones» en las declaraciones de las dos testigos que presenciaron los hechos, y asegura que su cliente dio «solo un puñetazo en la cara y una patada en el brazo» a la víctima, que le «agarró del cuello» y se produjo «un forcejeo» durante el que cayó a las vías golpeándose la cabeza.
El funeral por Carlos Cubillas se celebrará esta tarde a las cuatro en la iglesia parroquial de Polanco.