Los expatriados quieren retornar, pero no a su región

¿Volverán los expatriados a su región de origen, en caso de retornar a España? Aunque les invada la nostalgia, hay muchos que no. Al menos así lo constata el portal inmobiliario Idealista al estudiar las búsquedas que realizan para la compra o alquiler de una vivienda en España. Uno de cada tres piensa continuar su carrera profesional en Madrid o Barcelona. También Málaga o Valencia son destinos deseados. En cambio, de la inmensa mayoría de las provincias españolas han salido muchas más personas de las que quieren volver. Cantabria, en concreto, perdería uno de cada tres.

Los españoles que viven el extranjero y se están planteando volver al país se decantan, mayoritariamente, por las grandes ciudades. Madrid concentra el 22% de las búsquedas de vivienda, seguido por las provincias de Barcelona 12%, Málaga (7%) y Valencia (7%). En cambio, casi nadie quiere volver a Palencia, Soria, Zamora, Cuenca o Teruel. Cantabria es un destino que despierta el interés del 1,3% de los españoles que están en el extranjero, tantos como Zaragoza y más que Vizcaya, mucho mayores en población, lo que indica que esta comunidad tiene cierto tirón, aunque no el suficiente como para evitar que el saldo sea negativo, es decir que se igualen en número los que desean volver con los que salieron (los cántabros suponen el 1,7% del total de españoles que están fuera). Eso significa que uno de cada tres volvería a otro lugar del país.

No solo es una pérdida de capital humano sino también de inversión, porque esos potenciales compradores o arrendatarios de viviendas que acaban en Madrid, Barcelona, Sevilla o Baleares incrementan las rentas de esos lugares.

El problema se agudiza en la inmensa mayoría de las provincias de interior, de las que han salido muchos emigrantes y a las que no quiere volver casi ninguno.

Mientras que Madrid tiene un saldo migratorio hipotético positivo de 6 puntos (de allí ha salido un 16,1% de los españoles que están fuera y volvería un 21,7%), a Zamora, por ejemplo, solo volvería uno de cada nueve que se fueron y a Orense uno de cada catorce.

Dado que estas estimaciones se hacen sobre las búsquedas de vivienda para comprar o alquilar, esos movimientos de población ayudan a entender por qué se tensiona tanto el mercado inmobiliario de Madrid y de otras grandes ciudades y, en cambio, los precios no suben en muchas provincias de interior.