Los hosteleros cántabros creen que este verano no va a ser tan boyante como el pasado
Cantabria está registrando en las primeras semanas de julio una ocupación turística que ronda en las zonas de costa el 85% los fines de semana y el 60% entre semana, unas cifras que los hosteleros confían en que crezcan a partir de ahora, aunque consideran que, a la vista de las previsiones, «este verano no va a ser tan boyante como el pasado».
Así al menos lo ha señalado, en declaraciones a Europa Press, el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Cantabria (AEHC), Javier Bedia, quien ha explicado que los datos están manteniendo las previsiones que había en estas primeras semanas y se espera que, como ocurre tradicionalmente cada año, haya «mejores números» de ocupación para la segunda quincena de julio y en agosto.
Bedia ha reconocido que las olas de calor que están padeciéndose en otros puntos de España animen a los turistas a acudir, al menos unos días, al norte, donde las temperaturas no son tan cálidas.
«Nos está viniendo muy bien», ha dicho el presidente de los hosteleros, que ha señalado que mientras algunas zonas del país son «un horno», Cantabria es «un vergel».
Pese a que este hecho pueda ayudar, Bedia cree que no se van a alcanzar las cifras del 2022, si bien considera que en los datos del año completo sí va a haber un aumento y pueden «acercarse» a las de 2019.
En cuanto a los precios del sector en Cantabria para este verano, ha explicado que han subido «ligeramente», un poco menos del 7%, un incremento menor que en otras zonas del país, donde han llegado a elevarse un 20%.
En todo caso, ha señalado que el incremento de precios no cubre el experimentado en los costes para el sector en conceptos como suministros, salarios u otros costes laborales, que han experimentado un alza del «13 o 14%».
Además de la rentabilidad, otro problema que afecta al sector es la «falta tremenda de personal» que está provocando que hay algunos negocios que no encuentren trabajadores que contratar.