Los hosteleros cántabros esperan poder abrir «a mediados de junio»: No podemos tener un año en blanco
Hostelería ha planteado al Gobierno regional un plan de choque con medidas para incentivar las reservas cuando se retome la actividad
Los hosteleros cántabros esperan que, si la evolución del coronavirus lo permite, puedan comenzar a abrir sus negocios «a mediados de junio» adoptando las medidas sanitarias o de protección se les marquen para evitar contagios entre su personal y sus clientes. Además, han trasladado al Gobierno regional un plan de choque con medidas para impulsar las reservas y la actividad en la reapertura.
«El sector necesita, si las cosas marchan bien, abrir. No podemos pasar un año en blanco», ha advertido en declaraciones a Europa Press el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Cantabria (AEHC), Ángel Cuevas, que ha advertido que para el sector sería «económicamente inasumible» no poder abrir hasta final de año, una posibilidad que puso hace unos días la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
Además, considera que solo estaría justificado en caso de una «catástrofe sanitaria» a causa del COVID-19 pero no si la pandemia remite como parece estar ocurriendo.
El presidente de los hosteleros «quiere entender» que con esta previsión Díaz quiso hacer referencia al horizonte para que pueda abrir el 100% del sector pero no que hasta esa fecha no pueda abrir nadie.
De todas formas, ha opinado que las declaraciones de la ministra fueron «totalmente desafortunadas». No se puede soltar una perlita de esas a todo el sector», ha dicho Cuevas, que ha recordado que en España hay casi 400.000 negocios de hostelería, 5.500 de ellos en Cantabria. «Si no hay datos, habrá que esperar. Eso hace muchísimo daño», ha dicho.
Respecto a la capacidad que tiene el sector para permanecer cerrado, ha señalado que, a nivel nacional, existe un estudio de Hostelería que indica que en torno al 50% de los negocios hosteleros «no pueden estar más de un mes sin facturar».
En este sentido, ha señalado que el sector es «tremendamente potente» en conjunto pero los hosteleros, a título individual, financieramente «no son fuertes». Según ha dicho, 7 de cada 10 negocios son «muy pequeños», familiares y que sirven prácticamente para llevar un sueldo a casa, nada más, un perfil que es extrapolable a Cantabria.
De hecho, hay estudios del sector que determinan que 1 de cada 4 negocios de hostelería en España se va a quedar «por el camino» en esta crisis generada por el COVID-19, una proporción que, según ha alertado, «se va a disparar» si no puede haber campaña de verano. «Sería la hecatombe», ha dicho.
CREE QUE LOS TURISTAS VAN A ELEGIR CANTABRIA Y EL NORTE
Pese a esta advertencia, Cuevas cree que, cuando el sector turístico y hostelero pueda retomar su actividad, Cantabria y otras comunidades del norte van a salir «bastante beneficiadas» respecto a otros territorios del país.
Y es que, a su juicio, las características de Cantabria, una comunidad pequeña con muchas zonas rurales, aire fresco y sin masificaciones, y su sector hostelero, con negocios en su mayoría pequeños, familiares y rústicos, van a hacer decantarse al visitante.
Por ello, considera que, aunque el sector regional es consciente de que no va a facturar lo mismo que normalmente, cree que va a salir más beneficiado que en otras comunidades autónomas.
PLAN DE CHOQUE
De todas formas, Cuevas cree que el sector, cuando más dificultades va a tener, va a ser en la «arrancada» de la actividad.
Por ello, el presidente de los hosteleros ha aplaudido medidas como la que se plantea el Gobierno de Cantabria de abrir durante un mes o las primeras semanas las instalaciones de Cantur con entrada gratuita para los visitantes que se alojen en los negocios hosteleros de la comunidad.
También, Cuevas ha anunciado que Hostelería ha presentado al Gobierno de Cantabria una propuesta de plan de choque con medidas para incentivar las reservas y la actividad cuando el sector pueda abrir y prevé que en unos días la Asociación y el Ejecutivo lo puedan presentar públicamente.
Además, Cuevas ha recordado que, desde que el sector tuvo que cerrar con motivo del estado de alarma por el COVID-19, se han planteado al Ejecutivo y a ayuntamientos medidas para ayudar al sector en esta difícil situación, como aplazamientos y recortes en los impuestos, o ayudas.