Los peritos del accidente de Corbán tachan de ‘brutal’ la velocidad y de ‘agresiva’ la conducción del acusado
Los policías de Santander que se encargaron del atestado del accidente en la rotonda de Corbán, ocurrido en verano de 2020 y en el que fallecieron dos chicas jóvenes, lo han atribuido a la «brutal» velocidad del vehículo del acusado, al que también han achacado una conducción «deportiva» e incluso «agresiva» por el estado de los neumáticos, que estaban «desgastados».
Y además de esa velocidad «desproporcionada» y «desorbitada» –determinada en 113 kilómetros por hora antes del siniestro y en 79 km/h en el momento del impacto–, los agentes creen que intervinieron otros dos factores: una circulación bajo la influencia de bebidas alcohólicas y no respetar las normas de tráfico en una zona donde la «limitación genérica» de velocidad antes de acceder a la rotonda es de 50 km/h, aunque hay un tramo previo restringido a 30 km/h por la proximidad de un colegio.
«Está todo perfectamente señalizado», ha coincidido los dos efectivos de la Policía Local que se encargaron del informe posterior al choque, que tuvo lugar sobre las 20.30 horas del 26 de julio y en el que fallecieron dos mujeres de 28 años que viajaban en el otro turismo implicado, que iba a 33 km/h.
Ambos han declarado como peritos en la segunda sesión del juicio, que se celebra esta semana en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cantabria, y en la que también han comparecido, por videoconferencia, dos agentes del ERAT, el Equipo de Reconstrucción de Accidentes de Tráfico de la Guardia Civil, que establecieron las velocidades de los coches.
Entre las mediciones que realizaron destaca una huella de frenada del vehículo que provocó el accidente -un Golf GTI- de 31 metros en total y de los que 6,65 abarcaban desde el inicio de la glorieta hasta el punto de la colisión.
El procesado por el mortal siniestro se enfrenta a seis años de cárcel que pide el fiscal por dos delitos de homicidio por imprudencia grave y otro contra la seguridad vial por conducción temeraria, en concurso con dos ilícitos más por circular bajo los efectos del alcohol y a más de 60 km/h en una vía urbana.
El ministerio público también le reclama nueve años de privación del derecho a conducir y, en concepto de responsabilidad civil, una indemnización para los familiares de las víctimas de más de 435.000 euros.