Natalia Alciturri, la primera Mujer Empresaria del Año procedente de la industria tecnológica
La directora de Semicrol impulsa la internacionalización de la empresa
A pesar de las muy limitadas dimensiones de la región, la Asociación de Mujeres Empresarias de Cantabria (ADMEC) encuentra cada año una empresaria de mérito a la que premiar, algo que viene ocurriendo desde hace diecisiete años. En este tiempo los perfiles han sido muy diversos, pero Natalia Alciturri, la joven premiada de este año, es la primera que está al frente de una empresa tecnológica, Semicrol.
La compañía informática cántabra fundada en 1979 por su padre, Vicente Alciturri, se ha ido especializando en el software para instituciones, especialmente el que se utiliza en las universidades, fundaciones, institutos, hospitales y centros de investigación. Uno de sus productos, Fundanet, está tan extendido en algunos de estos ámbitos que, si un día se parase, prácticamente se detendría la investigación sanitaria en España.
Los dos hijos del fundador (Natalia y Vicente) son ingenieros de Telecomunicaciones pero ambos decidieron trabajar en el extranjero, lo que en cierto momento creó alguna incertidumbre sobre la sucesión en esta empresa familiar cántabra. Sin embargo, después de una trayectoria profesional relevante de ambos en el exterior, optaron por incorporarse a Semicrol, que desde su llegada ha entrado en una nueva dimensión. Natalia, que procedía de Oracle, está ahora al frente de la compañía, y su hermano Vicente ha aprovechado su experiencia y contactos en Estados Unidos para hacer que Semicrol entrase en aquel país y se haya afianzado en otro ámbito más, el de la sanidad. La compañía cántabra tiene los derechos para España de una aplicación para teléfonos inteligentes que los convierte en electrocardiógrafos, de forma que el que cualquier médico puede hacer un seguimiento al instante de la evolución de un paciente infartado o con alguna dolencia cardiaca sin tener que citarle en un centro sanitario, basta con pedirle que presione con los pulgares unos pequeños terminales acoplados al teléfono.
La entrada en la UNAM mexicana
En la multitudinaria Gala de las empresarias cántabras, Natalia Alciturri se mostró emocionada y agradecida con un premio que llega poco después de que Semicrol haya conseguido otro hito, implantar su software de gestión científica e investigadora en la Universidad Autónoma de México (UNAM), la mayor de toda Hispanoamérica, con 360.000 alumnos y un gran prestigio, lo que le abre un mercado extraordinariamente importante en aquel continente. Los 15.000 docentes que tiene la UNAM han generado en los últimos cinco años más de 30.000 artículos científicos que hasta ahora no tenían una interconexión, “lo que impedía tomar decisiones desde una perspectiva general”, explicó Natalia Alciturri. Con el software de Semicrol toda esa producción científica queda centralizada y es posible seguir la evolución de cualquiera de las investigaciones en tiempo real.
La empresa cántabra ya tenía una sede física en México y otra en Colombia y ha firmado sus primeros contratos en Perú y Argentina.
La directora gerente de Semicrol agradeció el premio a la Empresaria del Año 2017, concedido por ADME de Cantabria e hizo un reconocimiento a la labor de su padre, que ha estado tres décadas y media al frente de un proyecto “que ha sabido adaptarse a los cambios y crecer”, dijo. “Venimos de trabajar duro, de ponerle alegría y pasión a lo que hacemos y también de haber arriesgado”, confesó la premiada.
Alciturri quiso compartir el premio con las 70 personas que forman el equipo de Semicrol (“sin ellos, nada tendría sentido”, dijo). También recordó a su hermano y director internacional de la compañía, Vicente Alciturri Fernández, “quien llegó al proyecto poco después que yo pero revuelve el doble”, a sus padres y a su pareja.
El camino recorrido en la equiparación de la mujer
La entrega del Premio sirvió para reivindicar el papel de las mujeres en la empresa y el de la mujer en general. José María Lasalle, secretario de Estado para la Sociedad de la Información reconoció que en este sector de las nuevas tecnologías la presencia de la mujer es muy escasa, y no solo en España. La vicepresidenta del Gobierno de Cantabria, Eva Díaz Tezanos lo constató con cifras: Sólo el 4% de los directivos de las empresas de I+D son mujeres y ese porcentaje se reduce más a medida que se sube en la escala de responsabilidades. El presidente de la comunidad autónoma, Miguel Ángel Revilla reconoció esta debilidad pero aseguró que lo que se ha conseguido ya en el campo de la equiparación de la mujer “no nos lo hubiésemos imaginado” hace unas décadas, y mucho menos cuando él estudió la carrera, cuando la presencia de estudiantes femeninas ni siquiera llegaba a ser testimonial.
La presidenta de ADMEC, que hizo un discurso reivindicativo, pidió más énfasis de las instituciones al abordar este problema “porque estamos obligadas a demostrar nuestra capacidad competitiva y se nos pide más por ser mujeres”. “Hemos conseguido logros históricos, pero nos queda mucho camino por recorrer”, recordó. “Seguimos avanzando por un camino que emprendieron otras mujeres comprometidas y luchadoras, que iniciaron una etapa imparable que hoy sigue su curso”.
Una ganadera de nuevo cuño
En la Gala se reconoció a otra mujer empresaria con un perfil muy distinto, la ganadera Marta García Martínez, de Cañedo (Soba), que conmovió al auditorio con una entusiasta defensa de su profesión y su perfil poco convencional: “No somos víctimas”, dijo, “porque hemos decidido vivir en el mundo rural de Cantabria”. Un mundo que ocupa el 80% de la superficie regional y del que los ganaderos se han convertido, según desgranó para el conocimiento general, “en cuidadores, ambientalistas, conservadores de patrimonio y productores de alimentos de gran calidad”.
La Gala también sirvió para hacer un repaso de las actividades de ADMEC a lo largo del último ejercicio y para mostrar la colaboración alcanzados con otras asociaciones del país, gracias a lo cual el año próximo se celebrará en Santander el Congreso Iberoamericano de Mujeres Empresarias.
ADMEC tiene en este momento 165 asociadas. La cifra se ha incrementado un 83% desde julio de 2014 y ha crecido especialmente en el último año, lo que le hace presumir a la Asociación que se está reactivando la economía de la región.
El 90% de las asociadas son autónomas y el 10% directivas. En ambos casos, la mayoría provienen del sector servicios.