PRC y PSOE vuelven a tumbar todas las peticiones de la oposición de bajar impuestos
Los grupos que sustentan al Gobierno de Cantabria, PRC y PSOE, han vuelto a tumbar con la mayoría absoluta que suman en el Parlamento regional varias iniciativas de PP y Vox, tres de ellas en las que pedían bajar impuestos y deflactar el tramo autonómico del IRPF para paliar el aumento de la inflación, y una cuarta para agilizar el pago de las ayudas para la rehabilitación de vivienda.
En concreto, los ‘populares’ han llevado a la Cámara una moción con la que pedían al Gobierno de Cantabria instar al de España a deflactar la tarifa del IRPF ajustando sus parámetros a la evolución de la inflación y a la capacidad económica real de los contribuyentes, así como a rebajar un punto el tipo impositivo del impuesto en todos los tramos de la escala autonómica; y una proposición no de ley (PNL) pidiendo que se apruebe ya el nuevo Plan Estatal de Vivienda 2022-2025 y que se resuelvan los expedientes pendientes de las ayudas enmarcadas en el Plan de Vivienda de Cantabria.
Por su parte, Vox ha protagonizado otras dos iniciativas, una también para a deflactar en un 10% el tramo autonómico del IRPF y otra para rebajarlo en un punto y aplicar otras reducciones y bonificaciones en más impuestos, como el de Patrimonio o Sucesiones.
Las tres primeras propuestas han contado con idéntico resultado: voto a favor de los tres grupos de la oposición, PP, Cs y Vox, y voto en contra de PRC y PSOE, mientras que la cuarta solo ha tenido el apoyo de Vox, el grupo que la ha presentado, dado que sus compañeros de oposición se han abstenido al considerar que ahora «no es el momento» de centrarse en impuestos como Patrimonio o Sucesiones, sino «en lo verdaderamente importante» para los ciudadanos con menos poder adquisitivo.
Por ello, el debate de estas medidas fiscales ha estado protagonizado por las propuestas de los grupos para, en definitiva, apoyar a quienes, tras el alza de precios agravado por la guerra en Ucrania, «no pueden llenar la cesta de la compra, llenar el depósito o pagar la factura de la luz».
En este sentido ha habido dos bloques muy diferenciados, uno el de PRC y PSOE, que han defendido las medidas puestas ya en marcha por el Gobierno para paliar la situación –como las del plan anticrisis aprobado la semana pasada– y han asegurado que bajar impuestos no es sinónimo de más riqueza; y otro el de PP, Cs y Vox, que han criticado que el Gobierno de España y el de Cantabria «ya no pueden sangrar más a los ciudadanos» y se niegan a bajar los tributos a pesar de que van a tener «récord» de recaudación y superávit en sus cuentas.
De hecho, han recordado la reciente salida del Gobierno de la exconsejera de Hacienda, María Sánchez, que están convencidos de que fue «cesada» –no que dimitió, como dice el Ejecutivo– por planear una bajada de impuestos con la que no estaría de acuerdo el Gobierno central. Por ello, cuando «se entera Pedro Sánchez», regionalistas y socialistas «se cuadran» y «se cargan a la consejera», ha sostenido la ‘popular’ María José González Revuelta.
Tanto ella como los diputados de Cs Diego Marañón y Marta García y los de Vox, Cristóbal Palacio y Armando Blanco, han criticado en sus diferentes intervenciones a lo largo del debate de estos puntos el «afán recaudatorio» de PRC y PSOE, partidos de un Gobierno «que hace gala de la defensa de lo social».
«Los que no se cansan de repetir que protegen a los más vulnerables prefieren ahora recaudar lo más posible», mientras que en este momento «tan duro» para la economía los trabajadores «han perdido más poder adquisitivo este año que en los últimos 20», han sentenciado.
Por el contrario, la regionalista Emilia Aguirre y las socialistas Noelia Cobo y Paz de la Cuesta han criticado el «populismo de la fiscalidad» de la oposición, asegurando que «decir que bajar impuestos genera riqueza y que subirlos empobrece es falso».
De hecho, han sostenido que lo que buscan es un «ataque directo y demoledor al estado de bienestar» con iniciativas que «sacan a la luz sus verdaderas intenciones, que no son otras que recortar prestaciones y privatizar servicios públicos».
Y es que, según han defendido, la propuesta de rebaja fiscal que han hecho PP y Vox es «inviable» e «irresponsable», ya que «no beneficia en nada» a los contribuyentes con rentas inferiores a los 12.000 euros, y en cambio tendría un impacto en las arcas del Gobierno con una reducción de 44 millones de euros en la recaudación, lo que «debilitaría» los servicios públicos como la sanidad o la educación.
Mientras, «los que más ganan se beneficiarían de casi el 25% de esta reforma», por lo que regionalistas y socialistas han opinado que los partidos de la derecha «quieren a los pobres más pobres y a los ricos más ricos».
Por último, han negado que, como asegura la oposición, Cantabria sea una de las comunidades autónomas con mayor presión fiscal».