Revilla pide que las comunidades tengan «poder de decisión» en la desescalada
Pide que, además de los niños, se permita salir a otros colectivos, como embarazadas, deportistas o pescadores
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha reclamado a Pedro Sánchez que las comunidades autónomas tengan «capacidad decisoria» en el proceso de desescalada del confinamiento, por ser las que mejor conocen la situación en sus territorios, y también ha pedido que además de los niños puedan empezar a salir a partir del 27 de abril otros colectivos como embarazadas, deportistas, población rural o pescadores.
En la rueda de prensa posterior a la reunión del presidente de España con los autonómicos, Revilla ha considerado que las comunidades autónomas, al igual que opinan todos los presidentes, deben tener «algo más de voz» que simplemente el «acudir los domingos a una reunión matinal». «Parece una reunión de un equipo de monaguillos con el prior de la comunidad», ha ironizado.
En este sentido, ha señalado que Cantabria, como el resto, tiene unas peculiaridades, como mucha zona rural, dispersión poblacional o que un tercio de los ayuntamientos no tengan «ningún afectado», que deberían tenerse en cuenta a la hora de establecer plazos y condiciones en el proceso de desconfinamiento, que «no puede ser igual» que, por ejemplo en grandes ciudades del país.
De ahí, que sea necesario, a su juicio, que las comunidades tengan alguna «capacidad de decisión», porque «estamos bajo el poder absoluto del Gobierno de España». Según Revilla «se intuye» que la desescalada va a ser «no global» y va a empezar a hacerse de «manera selectiva», y es ahí donde las comunidades deben jugar un papel por la información más detallada de que disponen.
«En Cantabria sabemos perfectamente dónde están localizados los focos y dónde se podría abrir la mano sin que suponga ningún problema para la población, siempre que sea de la zona», ha recalcado.
Al respecto, ha augurado que Cantabria puede ser una de las comunidades autónomas que antes empiece el desconfinamiento, no solo porque tiene «controlada» la situación sanitaria, sino porque su población esta diseminada por todo el territorio, salvo en algunas ciudades.