El Centro Botín acoge una exposición sobre la artista india Shilpa Gupta
La exposición Yo también vivo bajo tu cielo, se acaba de inaugurar en el Centro Botín. Esta conmovedora presentación de la obra de Shilpa Gupta (Mumbai, 1976) en la que la voz y la poesía llenan el espacio expositivo reivindicando la existencia de personas que han sido silenciadas, aisladas o relegadas a los márgenes, abrirá al público mañana, sábado 23 de marzo.
La insistencia de Shilpa en llenar los espacios vacíos con voces de diversas comunidades en una gran variedad de lenguas es una consecuencia natural de su vida en Mumbai, en un entorno extraordinariamente multicultural y polifónico, inmersa en un mar de lenguas, religiones, culturas y creencias. Listening Air (El aire escucha), producida por la Fundación Botín y obra central de esta
exposición, es un espacio de escucha compartida que emite las voces de varias comunidades históricamente oprimidas. Hace audibles palabras que han resonado en paisajes distantes y diversos, conectando arrozales, bosques, calles y universidades de distintas partes del mundo. La obra incluye ocho canciones, entre ellas Bella Ciao, cantada por las trabajadoras de los arrozales del valle del Po, en Italia, en la década de 1940, y que ha viajado hasta las protestas de los agricultores en Nueva Delhi en 2020 o No nos moverán, cuyo origen es un canto espiritual de las personas africanas esclavizadas del sur de Estados Unidos, un grito de liberación que traspasó décadas y cruzó el Atlántico resonando en las protestas de estudiantes del 1968 en España para después erigirse en uno de los primeros cánticos en respuesta al golpe de Estado de 1973 en Chile.
A lo largo de los últimos diez años, Shilpa ha llevado a cabo un ambicioso trabajo de investigación transhistórico y transcultural sobre poesía y represión, que en esta exposición se manifiesta en una selección de dibujos que esbozan cuerpos ausentes de poetas encarcelados, así como en varias esculturas que hablan de experiencias de confinamiento corporal y de la persistencia del amor en el
aislamiento. El contexto político del Sur de Asia en el que creció la artista, una zona geográfica con constantes conflictos sociales y territoriales, ha influido en su continuo retorno a las consecuencias
de las fronteras. Así, una colección de obras sobre textil, madera, cera, junto con dispositivos participativos y analógicos, hablan de las limitaciones de movimiento y libertad debidas a fronteras psicológicas, ideológicas o físicas.
En palabras del académico Pratap Bhanu Mehta: “El arte de Shilpa Gupta es un ejercicio sobre cómo podemos volver a desplegar nuestro poder imaginativo para cruzar fronteras, rebatir a los censores y abrirnos a los demás. Decir esto es hacer realidad la más alta vocación del arte: basta un poco de imaginación para hacernos libres”.
La exposición se acompaña de una publicación, coeditada con La Fábrica, que incluye textos encargados específicamente para este proyecto al historiador del arte y comisario Rattanamol Johal, la artista y poeta María Salgado, el académico Pratap Bhanu Mehta, y la comisaria de la exposición, Bárbara Rodríguez Muñoz.
Listening Air (El aire escucha), producida por la Fundación Botín y obra central de esta exposición, es un espacio de escucha compartida que emite las voces de varias comunidades históricamente oprimidas. Hace audibles canciones como Bella Ciao o No nos moverán que han resonado en paisajes distantes y diversos, conectando arrozales, bosques, calles y universidades de distintas partes del mundo.