Una obra del cántabro Pejac en una iglesia de Berlín denuncia el drama de los refugiados
Desde hace unos días y hasta finales del mes de noviembre, aquellos que paseen cerca de la Blücherplatz, en el barrio berlinés de Kreuzberg, se sorprenderán si alzan la mirada ante una nueva escultura que corona la conocida iglesia de estilo neogótico Holy Cross Church. En su cúpula, aferrándose a la enorme cruz con una mano y sosteniendo una bengala humeante en la otra, verán un niño con un chaleco salvavidas pidiendo ayuda. Se trata de la última intervención urbana del artista español Pejac.
La imagen de un refugiado, con la que la mayoría de nosotros estamos tristemente familiarizados por su frecuente aparición en los medios, es utilizada aquí por Pejac de un modo muy particular, desconcertando a los viandantes al situarlo en lo alto de una Iglesia, convirtiéndose de algún modo en un símbolo que representa y da voz a todos aquellos que, incluso en tierra firme, se encuentren a la deriva.
Seleccionando siempre, cuidadosamente, lugares inusuales para llevar a cabo sus obras, Pejac demuestra aquí, una vez más, su compromiso con los problema sociales y medioambientales. Un salvavidas en mitad de un enorme vertedero de neumáticos o un pozo flotando en mar abierto son solo algunas de las muchas intervenciones al aire libre que llevan su firma. Intervenciones donde la realidad ha sido desmantelada en un lugar y construida de nuevo, de forma anómala, en otro.
Según las Naciones Unidas, a finales de 2020 había 82,4 millones de personas en todo el mundo desplazadas a la fuerza como resultado de la violencia, la persecución o las violaciones de los derechos humanos. A medida que las políticas de migración de la UE se endurecen cada vez más, los retrocesos de los migrantes en tierra y mar son cada vez más normales, convirtiendo el continente en una fortaleza.
Para llevar a cabo este proyecto, Pejac ha colaborado entre otros con Sea – Watch, la ONG alemana que ha salvado a miles de personas tratando de cruzar el Mediterráneo, con DOJO Cares, y con con la propia Holy Crush Church de Kreuzberg destinada a ayudar a los refugiados y las personas sin recursos.
Coincidiendo con la instalación de esta escultura, el artista presenta, durante estos días, su último show en la capital alemana, APNEA.