Unos microorganismos hallados en la Cueva de El Castillo cambian el itinerario de visitas
Unos microorganismos hallados en la Cueva de El Castillo de Puente Viesgo, que podrían afectar a la pared rocosa y a las pinturas que se encuentran cerca del conocido como panel de los polícromos, van a obligar a realizar labores de restauración y conservación para evitar que estos proliferen más y a modificar el itinerario de visitas de la cueva.
Así lo ha explicado este viernes en rueda de prensa el director del Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (Mupac), Roberto Ontañón, acompañado del vicepresdiente cántabro y consejero de Cultura, Pablo Zuloaga, y de la directora general de Patrimonio Cultural y Memoria Histórica, Zoraida Hijosa.
Ontañón ha detallado que se trata de algas que han aparecido cerca de unos dibujos «idénticos» a los bisontes de Altamira, aunque ha reconocido que en todas las cuevas existen colonias de microorganismos, pero que a veces se producen estas alteraciones en el ecosistema de forma natural o por la apertura al público.
«Lo que vimos es que aparecieron unas manchitas verdes que antes no estaban allí», ha indicado el director del Mupac, lo que advirtió al equipo de conservación de que estaba «habiendo cambios» en la superficie de la roca.
Por ello, se comenzó por apagar la iluminación de tránsito a la zona cercana al panel, dado que las algas tenían clorofila y metabolizaban luz, y tras unos meses de observación, aunque no desaparecían, se vio que dejaban de proliferar, por lo que fueron encargados unos estudios a un equipo especializado de microbiología.
Durante ese tiempo de observación, lo que se ha hecho en las visitas, que tienen una duración de 45 minutos para grupos de 12 personas (aunque durante la pandemia estuvieron al 50% o 75%), ha sido enseñar la zona con otro tipo de iluminación como las lámparas o las linternas de los guías.
«Para nuestra alegría», ha señalado Ontañón, los análisis han concluido que la colonización de las algas es «incipiente», sin haber llegado a generar estructuras complejas y habiéndose descubierto «a tiempo», por lo que el problema «es menor».
Por tanto, para evitar el deterioro de la zona, se ha decidido cambiar temporalmente el itinerario de las visitas, cerrando la zona del panel de los polícromos, situado en la gran sala de la Cueva de El Castillo, y ofrecer nuevos paneles que hasta ahora no se podían ver.
Estos nuevos paneles que podrán visitarse serán el de los signos campaniformes y el del gran signo tectiforme, unas zonas «muy interesantes», ha apuntado Ontañón.
Además, el director del Mupac ha señalado que para detectar con precisión el tipo de organismo del que se trataba, se ha llevado a cabo un estudio combinando las técnicas tradicionales de cultivo de laboratorio con las de análisis de ADN.
«No es una noticia de alarma», ha añadido Ontañón, pero «tenemos que ser vigilantes como hemos sido hasta ahora» para afrontar estas alteraciones que se puedan percibir y que puedan suponer algún problema.
El tratamiento que suele utilizarse para evitar la proliferación de estos microorganismos es su retirada mediante instrumentos de precisión, evitando los biocidas que se utilizaban hace décadas y que eran «contraproducentes» ya que, según ha explicado Ontañón, algunas colonias los metabolizaban. Otra medida es reducir las visitas, como se va hacer en este caso.
En este sentido, Ontañón ha incidido en que los microorganismos «más difíciles» de retirar son los que se encuentran cerca de los trazos de pintura, aunque para ello, ha dicho, se está trabajando con «el mayor experto en el mundo» en restauración de este tipo, Eurald Guillamet, quien ha sido, entre otras cosas, asesor de la Unesco.
Preguntado sobre el riesgo de que las algas aparezcan en otras zonas de la cueva, Ontañón ha admitido que «sí es posible», pero que si ocurriera, serían tratados de la misma forma, y ha insistido en que lo más importante es que se ha detectado «a tiempo».
Por su parte, Zuloaga ha asegurado que la visita seguirá siendo «atractiva e interesante», pero ha subrayado la importancia de llevar a cabo esta protección de la cueva, y ha destacado el trabajo del Gobierno regional y del Mupac siempre que se «enciende una luz de alarma» para tomar las «medidas necesarias».