Viesgo vende su clientela y varias de sus centrales a Repsol
Los fondos australianos hacen caja y la compañía cántabra se quedará únicamente con los tendidos de distribución, los parques eólicos y las centrales de carbón
Los fondos australianos propietarios de Viesgo han aceptado una oferta de Repsol para la venta de la mayor parte de sus centrales eléctricas y de sus 750.000 clientes de electricidad y gas por 750 millones de euros. Viesgo se quedará con la red de distribución, los parques eólicos y las centrales de carbón, que Repsol no ha querido, lo que no pone en peligro las inversiones que tenía previstas en Santander. La entrada de Repsol puede revitalizar el proyecto para ampliar la central de bombeo de Aguayo, una inversión de 600 millones de euros.
Los fondos australianos Macquarie (60%) y Wren House (40%) que compraron Viesgo hace algo más de tres años por 2.500 millones de euros no tenían vocación de permanencia en el accionariado y han encontrado una buena oportunidad para vender parte del negocio. La petrolera Repsol quería diversificar su actividad y entrar en el sector eléctrico, para convertirse en una empresa energética global y Viesgo le ha dado esa oportunidad. Es cierto que no consigue una cuota muy grande (aproximadamente un 2,5% del mercado) pero es la vía de entrada. También compra las centrales de generación de electricidad con gas (ciclos combinados) que Viesgo poseía en Escatrón (Zaragoza) y en la Bahía de Algeciras, además de la central de bombeo de Aguayo y los saltos de agua que tiene en el norte de España, con los que consigue 2.350 megavatios, que se unirán a los 600 que ya poseía en cogeneraciones de su grupo industrial.
De la venta han quedado excluidos los 15 parques eólicos que tiene Viesgo en España y Portugal, que suman casi 450 megavatios de potencia, dos minicentrales hidráulicas y las centrales de carbón que Repsol no ha querido y cuya continuidad cada vez es más incierta, dado que las grandes compañías, como Iberdrola, o como Repsol ahora, prefieren llegar a los consumidores con la imagen comercial de vender kilovatios ‘limpios’.
Viesgo se queda también con la red de distribución, de más de 31.000 kilómetros, de forma que los fondos australianos mantienen la parte del negocio con menos sobresaltos, puesto que los precios en el transporte de electricidad están regulados, y en el último año este área de actividad le ha proporcionado por sí solo un beneficio de 91 millones de euros.
Rendimiento del 10% anual
El precio de la operación ha sido de 750 millones de euros, y puede considerarse un buen negocio para ambas partes. Para los accionistas de Viesgo y para los de Repsol, que iban a destinar 2.500 millones de euros en los tres próximos años para hacerse con un 5% del mercado eléctrico español y ya han conseguido la mitad de ese objetivo por la cuarta parte. Según los analistas bursátiles, los activos adquiridos a Viesgo le reportarán 60 millones de euros de ebitda anuales y la cuantía puede ser aún mayor como consecuencia de las sinergias que conseguirá al suministrar con sus propia energía las cinco grandes instalaciones industriales que tiene en España, entre ellas la planta de Dynasol, en Gajano.
Repsol ha estimado ante sus accionistas que el rendimiento de estas compras va a ser de, al menos, un 10% anual.