Vitrinor podrá volver a comercializar sus productos en Argelia
La empresa cántabra Vitrinor, con sede en Guriezo y dedicada a la fabricación de menaje para cocina de acero vitrificado, podrá volver a comercializar sus productos en Argelia, tras aproximadamente 50 días de parón de las relaciones comerciales, y enviar el pedido, por valor de 200.000 euros, que les había sido bloqueado a principios de junio.
Así lo ha confirmado en declaraciones a Europa Press Televisión el director de la empresa, Fernando Garay, quien ha explicado que el jueves por la noche el distribuidor con el que trabaja la empresa en el país argelino les remitió vía telefónica el documento oficial que le habían mandado las entidades bancarias anunciándole que se habían restablecido las operaciones bancarias que permitirán «a priori» restablecer la actividad comercial.
El 9 de junio ese mismo distribuidor comercial había informado a Vitrinor de la interrupción de dichas operaciones debido a las tensiones entre Argelia y España por el giro español en torno a la cuestión saharaui y la reconfiguración de su relación diplomática con Marruecos. Ello supuso la cancelación de un pedido que la empresa ya tenía prácticamente listo para enviar.
Garay ha explicado a Europa Press que este mismo sábado la empresa ha hablado con su distribuidor en Argelia –donde la empresa factura con sus productos en torno a un millón de euros anuales– y éste les ha confirmado que «aparentemente vuelve la normalidad» en las relaciones comerciales y en los «próximos días» les ratificará la reactivación del pedido y la posibilidad de poder comerciar sus productos en este país.
De hecho, incluso, ha comentado que al parecer, Argelia ha «flexibilizado un poco» los requisitos para que poder operar allí. Y es que, según ha explicado, hasta ahora, la empresa cántabra para poder importar sus productos a este país necesitaba depositar el 120 por ciento del valor de la mercancía que mandaba y ahora, según lo que les ha trasladado el distribuidor, parece que no será necesario dicho depósito, lo que «simplificaría mucho todo el proceso», que actualmente es «complejo».
En cuanto al pedido pendiente, el director de la empresa ha informado de que, una vez que se confirme que se pueden restablecer los envíos y que no habrá «ningún contratiempo» en las aduanas, Vitrinor enviará el pedido «en un par de semanas».
Garay ha reconocido que este restablecimiento de las operaciones con Argelia les ha sorprendido, al igual que ocurrió cuando se interrumpieron y hubo este bloqueo, que fue, según ha señalado, por un tema «más político» que comercial.
Según ha confesado, en Vitrinor no tenían «muchas esperanzas» de que la situación se fuera a normalizar, y menos en un plazo tan corto de tiempo, con lo que ha sido una «gran sorpresa positiva» para la compañía, que espera que la interrupción vivida sea «la última» y que se mantenga «la estabilidad» de las relaciones comerciales con un país en el que los productos «made in Spain» son «muy valorados».
Además, ha confiado en que la situación vivida no haya hecho «cambiar los gustos» de los consumidores respecto a ese aprecio a los productos españoles como el de Vitrinor, que tienen «mucho arraigo» en el país argelino.
Garay ha explicado que hay «bastantes más empresas» cántabras, y en general españolas, que, como Vitrinor, se han visto afectadas en estos casi dos meses por el bloqueo y ha considerado una «buena noticia» que se restablezcan las relaciones.
Vitrinor, que exporta a más de 50 países y lleva unos diez años haciéndolo en Argelia, ha reconocido que la situación vivida ha supuesto una «dificultad más en un contexto complicado» como el actual.
Así, Garay ha explicado que la empresa también se ha visto afectada por la guerra en Ucrania a causa de la invasión rusa, puesto que eran dos países con los que Vitrinor también trabajaba.
Además, como otra complicación más, ha señalado que la empresa se está viendo afectada por el incremento «muy importante» de los costes de la energía, una «dificultad añadida» y que le está suponiendo, como a otras compañías españolas, un «hándicap», haciéndoles perder competitividad respecto a otros fabricantes, como los asiáticos, que no están sufriendo ese incremento de los costes de la energía sino «todo lo contrario» puesto que los tienen «más bajos». Ello hace que las perspectivas «no sean especialmente positivas» para Vitrinor.