La ampliación de capital de Sniace
La opinión pública no suele ser muy generosa con los empresarios, hagan lo que hagan, y menos aún con los más anónimos, los que participan como meros accionistas. Si lo fuese, tendría que reconocer que poner otros 30 millones de euros en Sniace tiene mérito, porque la mayoría de los que han suscrito la reciente ampliación de capital ya han perdido mucho dinero con sus aportaciones anteriores (la última vez, hace solo un año) y la empresa sigue estando sometida a muchas incertidumbres.
Por el contrario, en la opinión pública se ha asentado la idea de que es una empresa que vive del favor público, a pesar de que no hay aportación económica alguna que pueda acreditarlo desde hace décadas, o que los accionistas principales esperan dar un pelotazo especulativo con los terrenos. Otro argumento que se cae por su propio peso, porque, en ese caso, los que así lo creen irían corriendo a participar del negocio comprando ellos mismos todas las acciones de Sniace que pudiesen.
Con Blas Mezquita al frente, la compañía ha hecho esfuerzos ingentes por diversificarse y por salir de atolladeros en los que cualquier otro hubiese tirado la toalla. Como es notorio, algunos de estos esfuerzos han dado resultado y otros no, pero lo cierto es que Sniace sobrevive, frente a todos los augurios; hay accionistas que siguen dispuestos a poner dinero después de un sinnúmero de ampliaciones y da empleo a varios cientos de personas, cuando muchos se mostraron convencidos de que nunca volvería a abrir.
Su objetivo ahora va dirigida hacia el crecimiento del volumen de negocio; a integrar todo el ciclo del producto, desde el árbol hasta la manufactura final que llega al consumidor, para mejorar los márgenes; y a poner en el mercado productos innovadores de alto valor añadido que tienen motivos para ser bien recibidos, como las toallitas degradables, que evitarán el gravísimo problema ecológico que originan las actuales.
En un sector tan maduro, nunca es fácil cambiar el paso pero habrá que reconocer que, si Sniace no lo consigue, no será porque los accionistas no hayan puesto suficiente empeño.