¿Y bajará el precio de la electricidad? Por EnergyWatch
Tanto a nivel mundial como en Europa, los gobiernos están imbuidos en pleno proceso de implantación del Green Deal, acuerdo que exige, entre otras medidas, la descarbonización del territorio.
El Gobierno de España ha ido un paso más allá y ha lanzado el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), determinando qué tecnologías han de salir del mix de generación –centrales de carbón y nucleares–, y cuáles se han de fomentar –eólica y fotovoltaica–.
Un mix de generación sin nucleares y con muchas renovables provocará problemas de garantía de suministro, por lo que la implantación de sistemas de almacenamiento será vital. Así será posible aprovechar los excedentes de generación y verterlos a la red en momentos de mayor demanda, que coinciden con escasez en la producción.
En el mercado mayorista de energía, la modificación del mix de generación provocará una mayor volatilidad en los precios, muy superiores a los episodios recientemente vividos, con variaciones que han oscilado entre los 60 euros/MWh de enero y los 30 euros/MWh de febrero, por ejemplo.
Por ello, uno de los grandes retos que ha de abordar el PNIEC es la revisión del sistema de casación de precios del mercado, marginalista, donde todas las tecnologías que casan su energía reciben la misma retribución, independientemente de la generación que empleen. Si el precio de casación lo marca un ciclo combinado de gas, un salto hidráulico cobrará ese mismo precio cuando su coste de generación es notablemente más barato. En definitiva, una tecnología barata ve lastrados sus precios por otra tecnología mucho más cara.
El sistema de precios del mercado energético debería retribuir las tecnologías de acuerdo a sus costes de generación y evitar los windfall profit (beneficios sobrevenidos) actuales, ya que de otro modo dispondríamos de una capacidad de generación con tecnología barata que los consumidores pagaríamos muy cara.
Jesús Ruiz Conde,
socio-director de Energy Watch.