Alfredo Pérez: ‘Pedro y yo estamos empeñados en que Cantabria sea la base de nuestros negocios’

En treinta años, Alfredo Pérez y Pedro Ortiz han convertido una iniciativa personal nacida en Torrelavega en un gran empresa nacional con múltiples actividades, el Grupo PITMA. Ambos celebraron este aniversario en el contexto de un encuentro empresarial organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) en Cantabria, en el que participó Marcos Urarte, un experto internacional en prospectiva, adalid de algo que PITMA tiene muy asumido: los directivos ya no deben gestionar el día a día sino el futuro. Alfredo Pérez dejó claro que el Grupo seguirá vinculado a Cantabria y se ofreció a ir de la mano con otras empresas: “Sentarse con nosotros es fácil”, dijo.

En las tres décadas de existencia de PITMA todo ha transcurrido muy rápido, porque el grupo ha cabalgado a lomos de los sectores que han transformado nuestra sociedad, desde la seguridad a las telecomunicaciones o las nuevas energías, siempre un paso por delante. Una apuesta arriesgada, que el CEO del grupo torrelaveguense, Álvaro Villa, quiso reconocer ante los dos copresidentes fundadores: “Gracias por vuestra habilidad para anticipar escenarios futuros y por la cultura del día a día que nos habéis aportado”.

A pesar de ser una conmemoración, hubo poco de recuerdo y, en cambio, mucho de futuro. Villa fue el primero en prevenir sobre lo que se avecina: “Estamos en los albores de una gran ola de tecnología que cambiará de una forma drástica nuestra forma de relacionarnos, de trabajar, de vivir”, dijo. No tiene porqué ser negativo: “Nos encontramos en un momento en el que todo lo que podamos entender, aprender y comprender del futuro que nos espera a nosotros y, sobre todo, a nuestras próximas generaciones, será oro”.

En el acto intervino el ingeniero Marcos Urarte, director del Grupo Pharos, uno de los experto en prospectiva más reputados de Europa, un continente que, en su opinión, “ya no es relevante a nivel mundial”. Europa es un concepto, dijo, con una arquitectura necesariamente compleja, que hace difícil tomar decisiones, “porque lo que beneficia a un país no beneficia a otro”.

Tampoco observó señales tranquilizadoras en el resto de los continentes “ya que hay una falta de liderazgos políticos y el concepto de democracia como lo habíamos entendido está en riesgo. Por eso están en auge las autocracias”.

Las elecciones de EE UU debían despejar algunas incógnitas, pero Urarte no preveía muchas mejoras en la relación comercial con Europa ganase quien ganase: “Trump como presidente ya impuso aranceles a empresas europeas y Biden no quitó ninguno. Es posible que en la próxima legislatura haya más, y que eso perjudique a Europa”.

Urarte lleva mucho tiempo analizando la gestión empresarial y cree que “el gran problema de muchas compañías es la endogamia: mirarnos el ombligo”. Eso hace que empresas líderes se muestren “autocomplacientes y arrogantes” y no sean conscientes de que “las innovaciones disruptivas vienen de fuera de tu sector, son lo que llamamos ‘intrusos’”. Para estar prevenido frente a esas amenazas inesperadas advirtió que “la empresa y sus directivos tienen que recibir inputs de otros sectores que no estén contaminados con la realidad de la propia compañía”.

“Si yo fuera el propietario de PITMA, no pensaría en pagar a los directivos para gestionar el día a día, sino para crear futuro para PITMA. Esa es la función de la alta dirección, y de un consejo directivo”, recomendó rotundo.

Alfredo Pérez, copresidente del Grupo PITMA, recogió pronto el guante, al  señalar que la función de los consejeros es “aportar ideas y planteamientos diferentes a lo que hace la propia compañía” y compartió con los asistentes la decisión de PITMA “de incorporar a gente con una visión muy amplia, que nos permite ver estrategias o cambios de rumbo a largo plazo”.

El traspaso de las riendas del grupo que hicieron los fundadores a Alvaro Villa,  “permitió que pudiéramos descubrir otros sectores” relató Alfredo Pérez, dejando constancia de que “la única manera de tener una visión más amplia es conseguir que todos tus empleados también observen” y reveló que “en todas nuestras unidades tenemos personas dedicadas a analizar casos de éxito de todos los sectores para ver cómo trasladarlo a nuestras operaciones”.

Nuevos negocios sugeridos por la plantilla

Conseguir que la información circule hacia arriba y hacia abajo requiere que la cultura corporativa se transmita hasta el último escalón de la empresa: “La forma de relacionarnos con nuestro equipo es diferente a la que tienen otras organizaciones. Siempre hemos fomentado que la relación que tenemos nosotros con la siguiente línea de dirección sea igual de permeable hasta la última persona llegada a la organización. Eso nos ha permitido sentirnos diferentes”.

Después de dejar constancia que “la gente de PITMA tiene un sentido de pertenencia muy arraigado, que trabajamos diariamente” compartió con los empresarios asistentes al acto de la APD que “nuestro equipo no solo es equipo de trabajo. Son generadores de sueños, ilusión y de negocio”. Tanto que “actualmente, la mitad de los proyectos que estamos iniciando vienen de propuestas de nuestros empleados”. 

Los empleados del Grupo también son libres para poder ser, a su vez, emprendedores, “con la responsabilidad que ello conlleva”, apuntó Pedro Ortiz, “pero también con la tranquilidad de saber que la compañía puede soportar un posible fracaso. Es lo que yo llamo ser ‘emprendedores tutelados’, sin miedo de emprender en solitario”.

‘Sentarse con nosotros es fácil’

La compañía se siente orgullosa de que su mayor logro de estos 30 años “siguen siendo las ganas de crecer”. Esa evolución hasta convertirse en una gran empresa nacional con vocación internacional no va a implicar una pérdida de arraigo, según su cofundador: “Pedro y yo estamos empeñados en que Cantabria sea el núcleo base de nuestros negocios”. También encontró una razón práctica: “En esta región es fácil sentarse con alguien del ámbito empresarial o académico, o establecer alianzas para seguir creciendo”.

Pérez no dudó en lanzar un ofrecimiento a otros empresarios y emprendedores: “Estamos dispuestos a ayudar a crear muchos proyectos exitosos en la región, a servir de ejemplo a otras empresas o emprendedores. Sentarse con nosotros para ir juntos en un proyecto es fácil, estamos abiertos a ir de la mano. Ya lo hacemos con pequeñas empresas y startups”.

‘Hemos trabajado y disfrutado’

La celebración del aniversario se mantuvo en el plano emocional, con un mensaje de agradecimiento: “Para PITMA es esencial convivir, trabajar y desarrollar tanto negocio para nosotros como riqueza para la región. Cuando tus necesidades básicas como empresario están muy por encima de lo esperado en tus inicios, llega el sentimiento de agradecer a la sociedad lo conseguido, y ayudar no solo en lo económico, sino también en lo social”.

Pérez: ‘Llega el momento de agradecer a la sociedad lo conseguido’

Aunque Alfredo Pérez ha iniciado otros negocios independientemente de su socio en PITMA, dejó muy clara la relación que dio lugar a este proyecto y que les sigue uniendo: “Todo parte de una base muy sólida: una amistad. Sería imposible haber tomado las decisiones que hemos tomado, en las que nos jugábamos la empresa a una carta, sin la confianza plena en quien tienes a tu lado”.

También agradeció el apoyo de su equipo: “Eso enseñó la importancia de rodearnos de gente mucho mejor que nosotros, y que estuviera implicada al máximo con nosotros”.

Su socio en esta larga trayectoria, Pedro Ortiz, lo ratificó con unas palabras tan concisas como expresivas: “Hemos estado siempre trabajando, disfrutando y pasándolo bien. No entendemos la trayectoria de PITMA sin esa filosofía”.