BBVA Research prevé que en 2025 Cantabria supere en un 7% el PIB precrisis

El servicio de estudios de BBVA estima que el PIB de Cantabria podría crecer un 2,3% en 2024 y mantenerse en el 2,2% en 2025, apoyado en la progresiva mejora de la economía europea. De este modo, en 2025 la economía cántabra se situaría un 7% por encima del nivel precrisis. Este crecimiento ha sido impulsado por el buen desempeño del sector servicios, que compensa la debilidad de la industria y de la exportación de bienes.

Este impulso ha permitido que en los últimos meses la creación de nuevos puestos de trabajo haya mostrado avances importantes, especialmente en Santander y en la costa oriental, con un crecimiento superior a la media regional. Según las previsiones, el PIB per cápita de Cantabria aumentará un 54% más que el promedio nacional (0,8 puntos porcentuales por año, frente a 0,5 puntos porcentuales en España). Como consecuencia, el PIB per cápita pasará a representar un 93% de la media española en 2025, frente al 91% que mostraba en 2019. Además, la tasa de paro podría reducirse por debajo del 8% en 2025 y se podrían crear 13.100 nuevos empleos hasta el próximo año. Sin embargo, el envejecimiento de la población limita el crecimiento de la demanda interna y del empleo, lo que podría moderar el crecimiento a futuro.

Según el informe ‘Situación Cantabria 2024’ de BBVA Research, presentado este miércoles por Miguel Cardoso, economista jefe de BBVA Research para España, y por Marta Alonso, directora de la Territorial Norte de BBVA en España, el crecimiento de la economía cántabra se mantendrá fuerte en 2024 y 2025. BBVA Research prevé que el PIB de Cantabria crezca un 2,3% en 2024 y un 2,2% en 2025, apoyado en la mejora de la economía europea e impulsado por el buen comportamiento del sector servicios, que muestra ganancias de competitividad. Así, en 2025 el PIB de Cantabria se situaría un 7% por encima del nivel precrisis y, entre 2019 y 2025, el PIB per cápita se acercaría 2 puntos a la media nacional.

Las dificultades de la economía europea, la resultante disminución de las exportaciones de bienes y la contracción de la industria, explican la disminución del empleo en Cantabria en el segundo semestre de 2023, afectando prácticamente a todo el territorio. Sin embargo, la evolución en 2024 es sustancialmente más positiva, especialmente en la ciudad de Santander y en la costa oriental. Las actividades profesionales se han convertido en el principal motor de afiliación en el primer semestre de 2024 y, junto con los servicios públicos, explican la mitad de la aceleración desde el inicio del año. El comercio y la construcción vuelven a contribuir positivamente en este crecimiento tras la desaceleración de la segunda mitad de 2023. Este dinamismo permite prever que la tasa de paro en la comunidad se reduzca por debajo del 8% en 2025 y que se creen 13.100 nuevos empleos hasta el próximo año.

En esta aceleración de la actividad económica el turismo ha sido un factor clave. El gasto con tarjetas extranjeras en TPV de BBVA aumentó un 68% interanual en el primer trimestre de 2024 en la comunidad, frente al 21% en España. La información disponible para el segundo trimestre de 2024 apunta a un crecimiento del 57%. En lo que va de año, el gasto registrado en la región multiplica por 2,6 el que se registró en el mismo periodo de 2019 y, en el conjunto de España, se multiplica por 1,8.

En conjunto, el gasto con tarjeta realizado en la región, y registrado por BBVA, bien sea a través del gasto de sus clientes o de las operaciones realizadas en TPV de BBVA, mantuvo un crecimiento en torno al 11% interanual en el primer semestre de 2024, similar al del conjunto de España. Destacan los avances del consumo asociado a transporte, alojamiento y restauración, mientras que el gasto en grandes superficies, ocio y deportes mostró desaceleraciones relevantes. En España, el dinamismo de la demanda se apoya, en buena medida, en un cambio respecto al período previo a la pandemia, hacia un mayor consumo de servicios. Esto se observa en todas las regiones, aunque en mayor medida en las del norte, con más renta y emisoras de turistas, lo que ayuda a explicar el impulso del turismo y de las regiones más turísticas tras la pandemia.

Aceleración de la actividad en la primera mitad de 2024

La inversión en otros edificios y construcciones empieza a responder a la aceleración observada en la ejecución de los fondos del Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia (PRTR). Por lo tanto, es probable que en 2024 se refleje ya en parte el impacto de los fondos sobre la actividad y, en este sentido, Cantabria se encuentra entre las que reciben un mayor empuje de la inversión pública.

La importación de bienes de equipo en Cantabria evoluciona positivamente en 2024 y se sitúa un 12% por encima de los niveles precrisis (52% en España). Un contexto de menores tipos de interés, de recuperación de la demanda europea, una mayor inversión pública por los fondos NGEU, modernización de la maquinaria y equipo de transporte (demanda embalsada) y menores cuellos de botella continuará impulsando la actividad industrial, y con ella, la inversión. En la economía cántabra, tanto la construcción como la industria pesan más que en España y, en consecuencia, si se logra esta aceleración de la inversión, el impacto podría ser algo superior en la región.

Las exportaciones de bienes comienzan a mostrar algún signo positivo en el primer cuatrimestre de 2024: tanto una recuperación de semimanufacturas, como una menor caída interanual de bienes de equipo. En términos nominales, las ventas al exterior superaron en un 28% las de 2019 (32% en España). Pero en términos reales, los últimos 12 meses se sitúan aún un 0,8% por debajo del nivel pre-pandemia (-1,2% en España). En el corto plazo, la bajada de los tipos

de interés, el mantenimiento de los precios de la energía en cotas bajas y una posible mejora de la competitividad apoyarán la evolución de la industria, lo que podría apoyar la recuperación de las exportaciones.

Algunos cuellos de botella podrían moderar el crecimiento hacia delante

BBVA Research prevé para 2025 un crecimiento del PIB de Cantabria del 2,2%. Sin embargo, hay algunos cuellos de botella que podrían moderar el crecimiento futuro. En la comunidad, el envejecimiento de la población supone una limitación para el crecimiento de la demanda interna y el aumento del empleo. Es por ello que el papel de la inmigración podría ser clave para limitar las tensiones en el mercado laboral y aumentar el crecimiento. Además, la atracción de talento y la formación de los parados es fundamental para compensar la reducción de la población en edad de trabajar y la escasez de mano de obra.

Cantabria también debe avanzar hacia una mayor diversificación de sus exportaciones, orientándolas a bienes con mayor valor añadido. Una estructura exportadora enfocada en bienes más complejos puede representar una ventaja relevante de cara al crecimiento de largo plazo, lo que exige, entre otras cosas, una mejora del capital humano y una modernización de las empresas.

La incertidumbre regulatoria está afectando negativamente a la inversión en sectores clave, como el de transporte. En los últimos diez años ha aumentado la necesidad de prórrogas presupuestarias y el uso de decretos ley en lugar de proyectos de ley. Esta disminución de los proyectos de ley podría indicar una menor disposición a realizar reformas. La posición de las finanzas autonómicas es una ventaja respecto a otras comunidades. Sin embargo, el ajuste fiscal en el conjunto de la eurozona afectará la demanda y puede tener consecuencias negativas para las exportaciones cántabras.

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