El nuevo rumbo de Lacuerre: montaje de estaciones de servicio y centros de lavado

Jesús González fundó la empresa hace 24 años para el transporte de combustible

Lacuerre es uno de los pozos mineros a través de los que se descubrió la cueva del Soplao. Allí trabajaba el abuelo de Jesús González, que quiso hacer honor a ese duro trabajo bautizando su empresa de transporte de carburante con ese nombre. Eso ocurrió hace 24 años y, tras una larga trayectoria, decidió desprenderse de esa parte del negocio y centrarse en la instalación y mantenimiento de centros de lavado y de estaciones de servicio.


La compañía Lacuerre, nació hace 24 años en Udías, a pocos kilómetros de Cabezón de la Sal, para el transporte de carburantes a los operadores petrolíferos y a las estaciones de servicio de Cantabria y el País Vasco. Su promotor y gerente, Jesús González conducía el primer camión de la empresa. 

En 2013, para diferenciarse y afianzar su clientela, decidió añadir un servicio de reparación y mantenimiento de surtidores a las estaciones de servicio. “El 90% de surtidores que hay en Cantabria son de la marca española Cetil, por lo que, cuando tuvimos la oportunidad de convertirnos en los distribuidores, no lo dudamos”, relata el gerente de Lacuerre. Destaca que, al tratarse de la única marca española, pueden disponer de cualquier pieza en un día, algo muy valioso para el cliente.

Estaciones de servicio

Gracias a esta alianza con Cetil, Lacuerre pasó poco después del mero mantenimiento, a la instalación de surtidores e incluso a desarrollar proyectos llave en mano de estaciones de servicio completas:“Cualquiera que quiera abrir una gasolinera, puede contratarnos, ya que nos encargamos de todo, desde el proyecto hasta la ejecución de la obra”, subraya el empresario. Actualmente, están construyendo una gasolinera en Val de San Vicente y otra en Soto del Barco (Asturias), aunque reconoce que el trabajo más habitual es la renovación de las existentes. 

Otra rama de su negocio se centra en las instalaciones de carburante para el consumo propio de flotas de vehículos de empresa, ya sean camiones, furgonetas o turismos. Uno de los últimos encargos ha sido en la empresa de transportes Arniella. 

Boxes de lavado instalados por Lacuerre en Castanedo. A la derecha, el camión con grúa de Lacuerre instalando unos surtidores en una estación de servicio.

 “En los consumos propios para empresas del transporte, colocamos unos surtidores que hacen un control de los suministros para poder hacer la declaración del gasóleo profesional. Estos surtidores tienen un programa informático que acumula los repostajes y, mensualmente, vuelca los datos a la Agencia Tributaria, simplificando el proceso de obtención de la subvención”, pormenoriza González.

Para González siempre ha sido importante ayudar al cliente y, aprovechando su experiencia con operadores petrolíferos y centros de distribución, puede ofrecerle el contacto con los suministradores de combustibles, simplificando aún más el proceso. 

Centros de lavado

En 2022, decidió vender la división de transportes de combustibles e invertir parte del dinero en una nueva actividad también relacionada con las estaciones de servicio, los centros de lavado para vehículos. “No había ninguna empresa cántabra que fuera un distribuidor de lavado en la región”, recuerda el gerente de Lacuerre, que consiguió disponer de los equipos de Aquarama, una empresa italiana puntera en este mercado.

Este año ya ha instalado dos centros de lavado en la región, situados en las estaciones de servicio de Treceño y Castanedo, además de realizar el mantenimiento y reparación de los centros ya instalados.

Lacuerre cuenta con un camión con grúa y con un remolque para transportar los puentes de lavado y los depósitos de combustible, y sus cuatro técnicos disponen de otras tantas furgones-taller para dar servicio en el día. 

Más servicios

El empresario subraya la importancia de los centros de lavado para ampliar la oferta de las estaciones de servicio y prepararse para un cambio de modelo de negocio con la llegada de los combustibles procedentes de fuentes renovables. “El cambio no va a ser drástico, sino que va a generar una convivencia de muchos tipos de vehículos: diésel, gasolina, eléctricos, de hidrógeno… y las estaciones de servicio no van a poder atender a todos a la vez, ya que varias de estas energías son incompatibles entre sí”, y cita la imposible convivencia del hidrógeno con los vapores de la gasolina. 

El remolque de la empresa Lacuerre cargado con una cisterna con la que Lacuerre extrae los lodos de los centros de lavado.

A juicio del empresario, esta diversificación de los combustibles hará que las estaciones de servicio pierdan clientes y facturación, por lo que necesitará contar con más servicios. 

Las propias empresas de transporte cada vez requieren más equipamientos y próximamente colocará un centro de lavado en una gran compañía cántabra del sector. “Aquarama tiene un puente de camión, el Star Truck, que es el más novedoso de Europa. Te lava el camión sin tocar nada. Es una maravilla”, detalla.

El gerente de Lacuerre subraya que la alta rentabilidad de estos centros de lavado incluso para inversores que deseen instalarlos de manera autónoma en un terreno. “No necesitan que haya una persona gestinándolos y son muy rentables, entre otras cosas, porque todos nos vamos haciendo conscintes de que lavar el coche en casa es un derroche de agua. Los centros de lavado optimizan su uso y los residuos no van al alcantarillado. Son todo ventajas”, sintetiza. 

Con una larga trayectoria, Lacuerre ha sabido adaptarse a los cambios del mercado y su gerente manifiesta orgulloso que “nunca he perdido a un cliente».

María Quintana

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