El plan de gestión del lobo, listo en verano

La Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería Pesca y Alimentación del Gobierno de Cantabria terminará la tramitación que corresponde a este departamento respecto al nuevo plan de gestión del lobo en la región para este próximo verano, de modo que el documento quedará aprobado a lo largo del año, antes de que finalice el 2025. Además, incorporará una nueva zonificación conforme a la situación actual de la especie en la región.

Así lo ha indicado la consejera del ramo, María Jesús Susinos, este jueves, durante una visita a las instalaciones de Agrocantabria en las que ha aprovechado para hacer balance anual del sector, que «nuevamente» ha vivido un año «muy complicado» por las enfermedades emergentes, como la segunda ola de la Hemorrágica Epizoótica, o los «cuantiosos» daños del lobo en la cabaña ganadera.

Respecto a este último problema, ha reiterado que la comunidad autónoma va a pedir su descatalogación del cánido para sacarlo del LESPRE, el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, pues los datos son «claros» y reflejan que se encuentra en un estado «óptimo de conservación», tal y como corrobora Europa.

Por ello, y en base al censo elaborado, la región también va a solicitar extracciones de ejemplares al cumplir -ha dicho Susinos- los criterios de la estrategia del Ministerio.

Ante restos como el del problema del lobo, Susinos ha reiterado el apoyo al sector del Gobierno cántabro, que «ha pisado el acelerador, con mucho trabajo, para ponernos de lado del ganadero y cumplir los compromisos con el sector y con la mesa regional agraria». «Es un sector prioritario y estratégico, y estaremos a su lado», ha dicho.

En este sentido, se ha referido a la próxima publicación del decreto para cumplir el compromiso de financiar la vacunación frente a la EHE y los gastos derivados de su aplicación, así como las medidas de bioseguridad, como la desinsectación.

Finalmente, ha destacado el impulso con las ayudas de la Consejería a los jóvenes para la primera instalación, donde la evolución en los últimos años era descendente, pasando de 63 personas en 2019 a 34 en la última convocatoria, y a las 82 solicitudes actuales de la nueva orden.

En cuanto a las destinadas a la modernización, ha destacado la «alta demanda», de ahí que la Consejería haya modificado la orden para aumentar el presupuesto que asciende a cerca de 7 millones para llegar así a más beneficiarios.