La AIReF advierte de que el ahorro en intereses por la quita no puede emplearse en ningún tipo de gasto
La presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), Cristina Herrero, ha confirmado que el ahorro en intereses que puede incluir la condonación de la deuda autonómica que plantea el Ministerio de Hacienda no puede destinarse a gasto, ni social «ni el que sea».
«El ahorro que puedan suponer los intereses no puede dejar hueco a la realización de otros gastos porque no está en la regla de gasto», ha aclarado Herrero a preguntas de los medios en Santander sobre la controversia entre el Gobierno central y algunas comunidades autónomas por esta cuestión.
La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, sostuvo este jueves que las comunidades sí podrán destinar a gasto social el importe ahorrado de los intereses que no tendrán que pagar con la condonación de la deuda ofrecida por el Ejecutivo, mientras que, por ejemplo, la Junta de Andalucía ha asegurado este viernes que la AIReF había confirmado que ello «no puede destinarse a servicios públicos».
Al hilo de esta polémica, Herrero ha señalado que «aquí no hay una interpretación de la AIReF», sino que «es lo que dice la normativa de cómo hay que calcular la regla de gasto».
«Lo que se somete a limitación es el gasto no financiero, es decir no se excluye el gasto primario no financiero y ese gasto primario implica que no entran los intereses. Por lo tanto, el ahorro que puedan suponer los intereses no puede dejar hueco a la realización de otros gastos porque no está en la regla de gasto», ha apuntado.
Ha reiterado que lo que se somete a limitación es el gasto sin incluir intereses. «Podría generar espacio si algo que está incluido en la limitación de la regla de gasto desaparece y ese hueco puede ser utilizado por otra política, pero los intereses no están incluidos en la regla de gasto y por lo tanto no pueden generar ningún hueco para gasto», ha detallado.
Herrero ha realizado estas declaraciones tras participar en la jornada ‘El Economista del Futuro’ organizada por el Colegio de Economistas de Cantabria.
En su ponencia, la presidenta de la AIReF ha hablado de diversas cuestiones, entre ellas las últimas evaluaciones que ha realizado este organismo, como un spending review que incluye un análisis sobre la eficacia y eficiencia de Muface y una evaluación sobre el gasto público en instrumentos financieros para el apoyo a los sectores productivos, ambos «a punto de publicarse».
Para el año que viene, la AIReF tiene, entre otros encargos, evaluar la ayuda oficial al desarrollo y la incapacidad temporal.
Además, ha avanzado que va a actualizar su ‘Opinión sobre la Sostenibilidad de las Administraciones Públicas a largo plazo’, en la que hace previsiones hasta el 2070 en términos de población, aspectos macroeconómicos y de ingresos y gastos; y que publicará el primer Informe de evaluación de la regla de gasto de pensiones para determinar si se cumple o no, aunque ha aclarado que no se determina su sostenibilidad.
También la AIReF va a publicar su primera ‘Opinión sobre los riesgos fiscales’.
Herrero tiene entre sus objetivos como presidenta del organismo hacer de la evaluación «una actividad central» y «permanente». En este sentido, considera que las evaluaciones de la AIReF se caracterizan por tener «una base eminentemente empírica» y «una visión pragmática».
Según ha dicho, lo que se busca con la evaluación es poder formular «propuestas basadas en la evidencia que sean útiles para el decisor».
«Es necesario que el decisor no pueda comentar: ‘Es que yo no sabía que esto era así’. Yo creo que es necesario que sepa cuáles son las consecuencias económicas y financieras de sus decisiones», ha indicado.
LA REFORMA DEL MARCO FISCAL EUROPEO
Por otra parte, en su intervención, Herrero se ha referido a la reforma del marco fiscal europeo realizada y ha considerado que, aunque «a nivel teórico» es «positiva», le ofrece «muchas más dudas respecto a su implementación en vista de cómo se ha iniciado su puesta práctica».
Ha señalado que todos o casi todos los países han presentado su plan fiscal y estructural de medio plazo, entre ellos España, que lo hizo en octubre y que aborda el horizonte 2025-2028. Se trata del primero que se publica tras la entrada en vigor de las nuevas reglas fiscales.
Herrero ha reconocido que ve «algunas sombras en el arranque», tanto «a nivel de procedimiento» como «de contenido», y en relación al procedimiento, ha criticado que, cuando el Gobierno central presentó en octubre el plan, previamente «no ha habido ningún diálogo con las administraciones territoriales en la determinación de los compromisos», que no pueden modificarse durante cuatro años; como tampoco ha habido debate en el Parlamento ni se ha implicado a la AIReF para el suministro de datos y de análisis.
A su juicio, «tampoco ha sido un procedimiento que haya disfrutado de altos estándares en materia de transparencia».
En relación al contenido, cree que ha sido «decepcionante» y «se ha quedado muy corto». «En nuestra opinión (la de la AIReF) no se trata de un auténtico plan fiscal de medio plazo, sino que se trata de unos compromisos políticos y fiscales que están ahí, pero sin que se detalle cómo ni cuándo va a ser posible alcanzarlos», ha indicado.
En este sentido, ha confiado que en los siguientes planes «los mínimos» requeridos sean «un poquito más ambiciosos».
Por todo ello, cree que, a nivel nacional, queda «todo» por hacer para poder asegurar el cumplimiento de esos compromisos: concretar la estrategia, estableciendo cómo va a alcanzar España los objetivos y qué medidas habrá que adoptar por el lado del ingreso o por el lado del gasto y cómo se van a repartir esos compromisos entre los distintos niveles de las administraciones públicas «porque todos tienen que contribuir».
Además, cree que «es necesario buscar un consenso». «Ya sé que aquí puedo pecar de ingenua», ha añadido la presidenta de la AIReF, que cree que este tipo de planes tienen que ser debatidos en el Parlamento.
Además, ha indicado que el marco fiscal nacional todavía refleja lo que era el marco fiscal europeo anterior, con lo que hay «una multiplicidad de reglas fiscales, entre las cuales no hay una jerarquía clara». «Eso tiene que cambiar», ha añadido.
También considera que hay que cambiar el sistema de fijación y coordinación de objetivos, «que no tiene en cuenta la situación de partida de cada Administración».
«Tenemos una ventana de oportunidad y es que hay una directiva sobre marcos presupuestarios nacionales que tienen que trasponerse por los estados miembros a lo largo de este año. Y es ahí donde tiene que producirse todo esto y la AIReF estará desde luego vigilante para articular un marco presupuestario de medio plazo que sea creíble y eficaz, asegurando la coherencia y la contribución a la sostenibilidad».
Herrero ha indicado que «lo importante no son las reglas per se», sino «contar con una arquitectura presupuestaria, con una manera de planificar y gestionar la política fiscal que vaya dirigida a la sostenibilidad, condición necesaria para el mantenimiento y avance del Estado de bienestar».
Aunque, «no va a renegar» de las reglas fiscales, que según ha dicho «han tenido, tienen y seguirán teniendo un papel muy importante», ha subrayado que éstas tienen que cumplir una «doble condición»: estar diseñadas y, sobre todo, implementarse con la vista puesta a la sostenibilidad y acompañarse de otros instrumentos que permitan una práctica de programación presupuestaria completa.