Las empresas podrán participar en el mercado de las viviendas de uso turístico

Se espera que el decreto de viviendas turísticas del Gobierno de Cantabria esté listo a finales de verano

El Gobierno de Cantabria aprobará en los próximos meses el nuevo decreto que regula la vivienda turística en Cantabria, dando entrada, con toda probabilidad, a las empresas a un fructífero negocio que hasta ahora les estaba vedado y en manos de particulares por aplicación del vigente Decreto 225/2019. El abogado Alejandro Suárez, especialista en derecho urbanístico e inmobiliario, trata este tema y aborda las principales dudas.


Alejandro Suárez es abogado especialista en derecho administrativo y urbanístico en Sarabia y Asociados.

Pregunta.- ¿Cuáles son las ventajas de la participación de las empresas en este mercado?

Alejandro Suárez.- El mercado del alquiler de vivienda está sufriendo cambios importantes y el mercado tradicional, en el que se alquilaba la vivienda a un inquilino para satisfacer sus necesidades permanentes de vivienda, está siendo sustituido por otro más dinámico. Las viviendas son cada vez más destinadas a alquileres de temporada (estudiantes, trabajadores temporales…) o bien a alquileres turísticos, siendo el atractivo fundamental de esta opción la optimización de sus rentas, especialmente en zonas turísticas o del litoral cántabro.    

P.- ¿Qué requisitos deben cumplirse para poner una vivienda en alquiler turístico?

AS.- En realidad, se trata de un mercado muy ágil. El nuevo decreto incorporaría algunas novedades, como la exigencia de un seguro de responsabilidad civil (para equipararlo a las exigencias en el mercado turístico tradicional) e incrementaría los controles administrativos. Pero todos esos controles son siempre a posteriori, por lo que para poner una vivienda turística en alquiler bastaría con una comunicación previa en la que se cense dicha vivienda y conste el compromiso de cumplir los requisitos exigibles. 

P.- ¿Y qué ocurre con la tributación?

AS.- Es algo que se está discutiendo mucho pero, por ahora, parece ser que, al estar al margen del sector turístico tradicional y de las instalaciones y servicios que le son propios (recepción, limpieza periódica, restauración, etc.), la explotación de la vivienda turística y las rentas consiguientes serían consideradas, de forma muy atractiva, como un rendimiento del capital inmobiliario más que como el fruto del ejercicio de una actividad económica propiamente dicha.

P.- ¿Está convencido de que se aprobará en esos términos y que entrará en vigor a finales del verano?

AS.- Técnicamente no puede garantizarse. El Gobierno ha presentado un decreto y lo ha sometido a consulta ciudadana en la primera quincena de abril, en la que han participado asociaciones de consumidores, de viviendas de uso turístico, el Ayuntamiento de Santander… precisamente para contar con la opinión de los actores principales y poder reconsiderar algún aspecto.

Aunque llega un poco tarde, pues se le esperaba con expectación para el verano, se aprobará con toda probablemente en los meses de septiembre u octubre. Y, desde luego, sería una sorpresa que contenga modificaciones en sus líneas maestras, en especial, en lo que respecta a la apertura del mercado a las empresas, ya que es uno de sus objetivos declarados.

P.- ¿Cómo afectará este nuevo marco al mercado tradicional del alquiler?

AS.- El mercado tradicional del alquiler está revolucionado. Cada vez es más frecuente que la vivienda sea puesta en alquiler de temporada y se bloquee en temporada estival para maximizar su rendimiento. Ello, unido al hecho de que también es muy frecuente que el propietario que se va de vacaciones ponga en alquiler su propia vivienda, hace que el negocio haya proliferado extraordinariamente. 

El precio del alquiler de la vivienda está subiendo mucho. La oficina de Santander de nuestro despacho, en plena expansión, está contratando profesionales maduros para reforzar todas sus áreas de especialización, algunos de los cuales se han trasladado desde otras zonas del país, y refieren que, al buscar un alquiler en la ciudad, son ya más los alquileres temporales que los fijos. Es algo de cajón, cuando el bien escasea, el precio sube; es una aplicación muy simple de la ley de la oferta y de la demanda. 

P.- ¿Y al sector turístico tradicional?

AS.- El sector turístico tradicional siempre gozará de buena salud en nuestro país. No obstante, es más específico, con mayores trabas administrativas y una mayor tributación, así que es posible que haya diversificaciones hacia el mercado del alquiler de vivienda turística o que los nuevos actores en el mercado inmobiliario prefieran operar en este, que es más ágil y exige menos inversión.   

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