Amazon elige Santander para introducir en España su internet rural de banda ancha por satélite
La compañía de Bezos planta cara a la Starlink de Musk
El internet de banda ancha por satélite de Amazon entrará en España por Santander. La multinacional de Jeff Bezos creó en 2022 una filial denominada Amazon Kuiper Spain y el pasado 9 de diciembre obtuvo la autorización del Ministerio para la Transformación Digital para utilizar durante los próximos 5 años las frecuencias que conectarán los satélites que pasen por el cielo español con una estación terrestre que les dará salida a internet.
Aunque la sede de la filial española de Amazon Kuiper está en Madrid, el portal bandaancha.eu ha revelado que el servicio de Kuiper entrará en España por Santander. Coincide en esta decisión con otro gigante de Internet, la compañía Meta (Facebook, Instagram y WhatsApp) que va a enlazar la península ibérica con la costa este de los Estados Unidos a través de la capital cántabra, donde emerge el cable transoceánico Anjana1, cuya capacidad, 24 pares de fibras y 500 Tbps lo convertirán en el más potente del mundo.
Las características de la estación que tendrá Kuiper en Cantabria no se han desvelado, pero el sistema satelital de Amazon requiere una cierta infraestructura terrestre, con antenas de puertas de enlace que envían y reciben de forma segura los datos de clientes hacia y desde los satélites, junto con antenas de telemetría, seguimiento y control, que mantienen los satélites funcionando correctamente. Esas antenas de enlace estarán conectadas con Internet y la nube a través de las redes globales.
El proyecto de Amazon se basa en la utilización de una red propia de satélites para ofrecer el servicio de internet de banda ancha (hasta 400 Mbps) en las zonas rurales más remotas, donde no llega internet por otras vías. Empezar por Cantabria, que tiene uno de los tendidos de cable de fibra óptica más completos del país (y España tiene pocos rivales en este terreno) puede resultar paradójico, puesto que aparentemente no hay un número potencial de clientes que pudieron justificar el interés de un gigante mundial, pero el servicio se irá extendiendo por toda la Península una vez Amazon obtenga una segunda autorización para usar las frecuencias que conectarán los satélites con los terminales de los usuarios finales.
Aún se desconoce la oferta que hará Amazon a sus potenciales clientes, pero será una propuesta low cost muy competitiva. Amazon libra en este terreno una batalla internacional con otro propietario de una constelación de satélites, Elon Musk. El también dueño de Tesla, SpaceX y de la red social X, ya está operando en España con su compañía de internet por satélite Starlink, con precios desde 29 euros al mes y datos ilimitados. El usuario tiene que adquirir, no obstante, una antena para conectar con esa red satelital de órbita baja que le cuesta 349 euros. Basta descargar una aplicación y enfocar la antena hacia el espacio para empezar a usar el servicio.
Starlink cuenta con 6.000 satélites, mientras que Amazon Kuiper tiene preparados 3.236, cuyo despliegue masivo va a requerir la colaboración de casi todas las compañías del mundo capaces de poner satélites en órbita, y su fábrica de Kirkland (Washington) tiene capacidad para seguir produciendo hasta cinco al día. Tanto los de Bezos como los de Musk operan en una órbita terrestre baja (LEO, por sus siglas en inglés) de alrededor de 600 kilómetros de altura. Eso impide que den cobertura al mismo espacio de la Tierra todo el tiempo, como ocurre con los satélites geoestacionarios, que han de estar a 36.000 kilómetros de altura para girar al mismo ritmo que el planeta (el Hispasat español, por ejemplo). La órbita baja tiene esa desventaja, pero reduce muy significativamente la latencia o retardo del servicio (70 milisegundos frente a 240) algo que resulta vital para la calidad de las videollamadas, el gaming o el streaming de alta definición. Por ese motivo, ambos magnates hablan de su “constelación”, ya que estos satélites han de trabajar coordinados entre sí para asegurar que nunca quedará en sombra una zona de la superficie terrestre a la que se pretenda dar cobertura.
Los primeros prototipos de los satélites de Amazon se lanzaron en octubre de 2023 y, tras constatar su eficacia, se está procediéndose al despliegue de los que entrarán en servicio para iniciar la comercialización de su internet este mismo año.
Kuiper, la denominación que ha elegido la compañía de Jeff Bezos para este proyecto, no es gratuita. El astrónomo holandés que llevaba este apellido es el padre de la ciencia planetaria moderna y también se ha bautizado con su nombre la región solar que existe más allá de los ocho planetas principales.
Amazon ofrecerá en España sus tres modelos de antenas: el receptor ultracompacto, con velocidades de hasta 100 megabits por segundo (Mbps), 45 centímetros de diámetro; el modelo estándar, con velocidades de 400 Mbps, de 71 centímetros de diámetro; y la gama empresarial, con conectividad de hasta un gigabit por segundo, de 48 por 76 centímetros.
Tanto Amazon Kuiper como la red Starlink deberán competir con los operadores españoles de internet por satélite, que ya están en el mercado utilizando los servicios de Hispasat, con velocidades de 200 Mbps en sentido descendente y de 10 Mbps en sentido ascendente, y precios máximos de 35 euros. Ellos están recibiendo subvenciones públicas, al ser considerados un servicio esencial, algo que ya no tendrán los dos gigantes norteamericanos.