Anabel Lee y otras firmas jóvenes que crecen a gran velocidad

Siete sociedades cántabras con menos de un lustro han mantenido crecimientos anuales superiores al 20%

El término ‘empresa gacela’, acuñado a finales de los 80, se aplica a aquellas que se han creado hace menos de cinco años, han tenido crecimientos anuales continuados superiores al 20% y han alcanzado una plantilla de al menos diez empleados. En 2021, había 470 empresas en España que cumplían estas condiciones, siete de ellas en Cantabria. Son muy diversas: industriales, de construcción, de limpieza, de nuevas tecnologías y hasta un comercio de menaje de jardín y movilidad urbana. Una de ellas es la marca textil Anabel Lee que han creado dos hermanas de Castro Urdiales y que, además de su éxito en internet, tiene tiendas en Castro Urdiales, Bilbao y Madrid.


Las empresas gacela son aquellas recientes que duplican su tamaño en poco tiempo, ya que crecen más de 20% al año durante tres ejercicios consecutivos, y cuentan con al menos 10 empleados. Parece que son unos requisitos en los que podrían encajar muchas compañías, pero lo cierto es que el número de las que lo cumplen en España apenas llega al medio millar. La consultora Iberinform, del grupo Crédito y Caución, ha elaborado un informe que determina que son 470 las que avanzan a esta velocidad, un número muy alejado de los previos a la pandemia.

A pesar de esa rápida evolución, la inmensa mayoría siguen siendo de pequeño o mediano tamaño. Solo un 3,2% ha dado el salto espectacular que supone convertirse en una gran empresa en tan poco tiempo, y entre todas ellas suman 16.400 empleos.

Aunque es fácil suponer que las iniciativas empresariales más exitosas surjan en el mundo digital y tecnológico, no es así. Bien por los efectos de la pandemia o por el crecimiento del comercio online, son las dedicadas al transporte de mercancías por carretera las que crecen más rápido, seguidas por las de construcción residencial, que parecen revivir, y las que realizan instalaciones eléctricas.

En Cantabria, el patrón es muy diverso. Aunque no hay ninguna empresa de transporte entre las siete gacelas, dos de ellas se dedican a la construcción y otra a las nuevas tecnologías.

Ropa y otras ventas

La propietarias de Anabel Lee ya facturan más de 2,5 millones de euros, entre las tiendas físicas y su web.

Hay dos empresas del listado que, dedicándose a actividades muy diferentes, pertenecen al sector del comercio: Diseños Hermanas Ortiz Cañón y Okoru Global.

La primera de ellas ha sido creada por dos hermanas de Colindres, Aurora y Anabel Ortiz, propietarias de la marca Anabel Lee, de ropa informal, caracterizada por sus diseños ilustrados, coloristas y con mensajes positivos.

Anabel Ortiz es licenciada en Bellas Artes, y pintar siempre ha sido su pasión. Fue su hermana Aurora, diplomada en Turismo y Administración de Empresas, quien le dio el empujón necesario para crear juntas su marca.

Empezaron allá por el año 2014 con el salón de su casa como lugar de trabajo y dando salida a sus creaciones en un pequeño stand de dos metros en Escenario Market Santander. Al ver que sus diseños eran bien acogidos y su marca cada vez tenía más adeptas, en 2017 decidieron abrir una tienda en Castro Urdiales. Tan solo un año después cerraban el ejercicio con más de 580.000 euros de facturación.

Ahora tienen más de 90.000 seguidores en Instagram y más de 150.000 en Facebook –su herramienta principal para darse a conocer– y un buen número de caras conocidas entre sus fans, entre las que destacan la periodista Gema López y la actriz Candela Peña, incondicionales de la marca cántabra y ya amigas personales de las diseñadoras. Su éxito no ha parado de crecer desde entonces.

A su web y su creciente red de puntos físicos de venta (ya están presentes en más de 180 tiendas multimarca de todo el país) se unen las tiendas que ellas mismas han abierto en Bilbao (diciembre de 2018), y en el centro de Madrid (mayo de 2021). Esa red de distribución les ha llevado a tener una plantilla de 15 personas y una facturación anual que roza los 2,5 millones de euros.

“Si estamos donde estamos es por la ilusión que le ponemos y porque nos encanta nuestro trabajo. Queríamos vender nuestros diseños y no nos imaginábamos este éxito”, aseguran las hermanas.

El resurgir de Garrudo

Dos jóvenes posan con dos patinetes eléctricos de los que vende la compañía cántabra Okoru Global.

Por su parte, la empresa Okoru, situada en el polígono industrial de Barros, se centra en tres mercados muy distintos: el jardín, el transporte de automoción (remolques y portabicicletas) y movilidad urbana (skates y patinetes eléctrico). Un terreno que su inspirador, Ricardo Garrudo, conoce muy bien, después de más de tres décadas dedicándose a la importación de productos chinos y de haber montado el gran conglomerado Wolder, que se vino abajo durante la pasada crisis, tras adentrarse en la fabricación de teléfonos móviles, un negocio demasiado ambicioso para sus posibilidades financieras.

Dentro de su oferta de jardín, vende casetas, cobertizos, armarios y arcones de todos los tamaños y diseños; toldos –las lonas están confeccionadas por la asociación Amica– y equipamientos de juego infantiles, como columpios y toboganes.

Esta amplia oferta y su experiencia anterior en el comercio internacional le permite distribuir sus productos en más de 35 países y haber pasado de una facturación de cuatro millones de euros en 2018 a más de 12,7 millones en 2021.

“Si tuviese que definir los ingredientes del éxito seguramente los vincularía a la omnicanalidad y a la capacidad interna que tenemos para leer, desarrollar y satisfacer las necesidades que surgen en el mercado, desde detectar la necesidad hasta implementar el canal de venta, pasando por la fase de desarrollo de producto/proveedor”, explica Sergio Barquín, director gerente de la compañía.

El éxito de esta empresa, que en la actualidad tiene unos 40 empleados y ha sido nombrada dos años consecutivos ‘Great Place to Work’ (Mejor Sitio para Trabajar), también se debe a la larga trayectoria profesional de muchos de sus integrantes, entre ellos el propio Sergio Barquín y Ricardo Garrudo. Su dilatada experiencia en el mercado chino, de donde proceden la mayoría de sus productos, y su conocimiento de los canales de distribución en España les permiten dar pasos muy rápidos donde otros tendrían un largo proceso de reconocimiento del terreno.

Una repetidora

Una trabajadora de Limpiezas Tres durante su jornada laboral.

Ango Mecánica y Montajes repite como empresa gacela, lo que indica que su rápido crecimiento no se detiene, si bien es cierto que tiene un buen padrino, porque se trata de una filial de Ango Mecanizados, una empresa dedicada a la construcción de utillajes y maquinaria para la industria desde los años 80.

Manuel Antolín, hijo del fundador y actual gerente de ambas compañías, fundó Ango Mecánica y Montajes en 2017 para dar respuesta a una necesidad que compartían muchos de sus clientes: que alguien montara las piezas que les fabricaban y realizase, además, el mantenimiento.

La compañía está especializada en equipos rotativos (turbinas de gas, turbinas de vapor, bombas, reductores, compresores…) y tiene la gran ventaja de contar con un taller de mecanizados.

Sus principales clientes son las plantas energéticas (sobre todo las centrales nucleares) y las refinerías. La mayoría, de fuera de España. Gracias a esa decidida salida al exterior, la empresa cántabra ha pasado de facturar poco más de 92.000 euros en su primer ejercicio a cerca de 1,7 millones cuatro años después.

Nuevas tecnologías y limpieza

Solo una de las siete empresas gacela regionales se dedica a las tecnologías. Se trata de Soincon y tiene su sede en el polígono de Guarnizo. Su crecimiento ha sido exponencial, ya que ha pasado de facturar 23.000 euros en 2018 a 875.000 euros tres años después y a contar con una plantilla de medio centenar de empleados.

El programador informático Miguel Sierra creó la compañía con el objetivo de desarrollar soluciones de software que mejorasen los procesos asociados con la calidad, el mantenimiento y la productividad de las industrias.

Junto a su socio, Marcos Díez, ha podido cumplir su propósito y sus desarrollos ya están siendo utilizados por empresas de la región, del País Vasco, Asturias, Burgos y Madrid. Su producto estrella es la plataforma Emisuite 4.0, una herramienta web que permite digitalizar una gran diversidad de procesos industriales relacionados con labores de mantenimiento, producción, calidad, almacén, logística o planificación.

Limpiezas Tres

No es fácil crecer muy rápido en los sectores maduros, pero hay quien lo consigue. Limpiezas Tres también forma parte de las gacelas de la región. Esta empresa se constituyó en el 2018 en La Encina (Santa María de Cayón) por iniciativa de los hermanos Martínez cuando su madre, Ludy Alonso –que se había dedicado al mundo de la limpieza– se quedó desempleada.

Limpiezas Tres fue creciendo rápidamente y su facturación se ha cuadruplicado en solo cuatro años, en los que ha pasado de 200.000 euros a más de 830.000.

La compañía cuenta ya con 50 empleados, siete vehículos y una variada maquinaria. “Aunque valoramos a todos nuestros clientes, queremos apostar por los industriales, porque es un nicho donde podemos continuar creciendo”, explica su gerente y propietario, Diego Martínez, que cree que gran parte de su éxito “se debe a la labor comercial que realizamos y a la calidad de nuestro servicio”, aunque “una vez hemos generado marca, la recomendación de nuestros clientes también ha sido un factor importante”.

Construcción

Estructura montada por Andamios AGZ para un evento deportivo.

Las dos últimas gacelas del listado regional comparten sector de actividad, la construcción, aunque en ramas muy diferentes. Una de ellas es Andamios AGZ, una compañía especializada en el montaje y alquiler de andamios y montacargas situada en el polígono Mies de Molladar (Cartes).

Adrián Gómez creó esta empresa en 2018, al detectar un hueco en el mercado.

“Aunque existen varias empresas de este tipo en Cantabria, la mayoría están más vinculadas a la construcción. Vi que había una demanda en otros sectores, especialmente en las actividades industriales y eventos deportivos, y decidí apostar por el montaje profesional de andamios”, explica Gómez.

Aunque la empresa –que actualmente tiene 14 empleados, entre técnicos y montadores– no se publicita ni dispone de departamento comercial, ha pasado de facturar 2.660 euros en 2018 a 1,1 millones el pasado 2021 y trabaja con grandes fábricas, como Bridgestone, BSH o Galletas Gullón.

“Nos damos a conocer por nuestra profesionalidad y experiencia y por entregar el trabajo a tiempo. Hemos destinado toda nuestra capacidad económica a tener los mejores profesionales y los mejores materiales técnicos”, recalca el gerente de Andamios AGZ.

Constructor y propietario de Patatas Vallucas

Oficinas de la tecnológica Soincon. FOTO: M. CASUSO

La otra gacela del sector, DF Plac, es una empresa dedicada a la instalación de paneles de yeso laminado, aunque también realiza insonorizaciones, suelos y fachadas. Tiene su sede en el polígono de Trascueto (Camargo) y su gerente, David Fernández, lleva toda la vida dedicado a la construcción, aunque quizá sea más conocido como propietario de Patatas Vallucas, otra iniciativa de éxito.

En 2018 decidió crear DF Plac. “Lo más habitual es que las pequeñas empresas de construcción hagan un poco de todo y nosotros nos especializamos para ser más competitivos”, relata.

Así, ha pasado de facturar 37.000 euros en 2018 a más de 1,1 millones en 2021. “Tenemos un buen equipo de profesionales y generamos mucha confianza en nuestros clientes por nuestro trato y nuestros acabados”, explica Fernández, que ya cuenta con una plantilla de 20 empleados y que, de no ser por las dificultades para encontrar personal cualificado, crecería aún más, para atender el volumen de trabajo que le llega a DF Plac.

María Quintana

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