Dos polígonos en los extremos de la región para retener y atraer empresas
Las ampliaciones en Val de San Vicente y Castro Urdiales ponen en el mercado casi 140.000 m2 estratégicos
El polígono industrial de Val de San Vicente por fin es una realidad. La primera fase de un proyecto más amplio ya está lista para acoger las empresas que deseen instalarse en la zona occidental de la región. Tras una inversión de 4,4 millones de euros, se han urbanizado 100.000 metros cuadrados, de los que más de 52.000 constituyen el área productiva. La empresa pública SICAN espera atraer no solo a empresas regionales, sino de la parte oriental de Asturias, y algo parecido ocurre en el otro extremo de la región, con el ampliado polígono de Vallegón.
La primera fase del polígono de Val de San Vicente, en Los Tánagos, proporciona un espacio estratégico en el límite con Asturias y con una perfecta comunicación, ya que se encuentra entre la autovía A-8 y la Nacional 634, y no tardará en cubrirse de naves, como ha ocurrido con su vecino de Los Tánagos, que tiene todos sus espacios completos. De ahí la importancia de este proyecto, que reclamaba el ayuntamiento desde hace años.
En junio de 2019, el Gobierno de Cantabria adquirió los terrenos a través de la Sociedad del Suelo Industrial de Cantabria (Sicán), y las obras, realizadas por la constructora SIEC, comenzaron un mes después, urbanizando 100.616 de los 547.353 de superficie, con lo que queda una importaantísima reserva de suelo.
El terreno donde se ha actuado ha quedado repartido en 53.270 m2 productivos, en los que se podrán levantar las naves; 33.000 de aparcamiento y viales; 2.693 de infraestructuras y 11.643 de uso público.
Las obras de esta primera fase han incluido todos los equipamientos que se requieren para el desarrollo de la actividad empresarial.
Destaca la red diferenciada de abastecimiento de agua y contraincendios, que garantiza el suministro a través de la conexión con la Autovía del Agua y un depósito propio de regulación.
También se han construido redes de saneamiento separadas para aguas pluviales y residuales, conectadas al sistema general de las rías Tina Mayor y Tina Menor. En la de pluviales se ha incluido un tanque de tormentas con el objeto de evitar las avenidas.
En los viales se ha instalado un alumbrado público eficiente con tecnología LED y para los aparcamientos se ha utilizado un drenaje sostenible, que permite la filtración del agua de lluvia en las celdas de césped, reduciendo las escorrentías.
El alcalde de Val de San Vicente, Roberto Escobedo, se ha referido al polígono como una necesidad histórica de su municipio y se ha mostrado convencido de que será un motor económico para la comarca occidental, especialmente para los municipios de la cuenca del Nansa.
Este proyecto lleva gestándose desde el año 2007 y en 2012 ya fue aceptada la memoria ambiental y obtuvo la aprobación provisional de la CROTU. Escudero es optimista sobre su comercialización y asegura que en este tiempo varias empresas se han interesado por los avances del PSIR (Proyecto Singular de Interés Regional), ya que contemplaban la posibilidad de instalarse.
Aunque, en principio, el nuevo polígono está pensado para acoger 32 naves de entre 600 y 2.500 m2, el consejero de Industria, Francisco Javier Marcano, ha anunciado que se habilitará también una zona de pequeñas naves de 400 o 500 metros para empresas que no necesitan grandes superficies, idea que el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, ha considerado un aliciente para los emprendedores.
El suelo lo comercializa la Sociedad del Suelo Industrial de Cantabria (Sicán), donde un equipo gestiona la venta de parcelas en cualquiera de los polígonos públicos de Cantabria.
Vallegón sigue despertando el interés
De forma casi simultánea a esta obra, Sican ha realizado la ampliación del polígono del Vallegón, en Castro Urdiales. Ambos forman parte del plan de la Consejería de Industria para atender la demanda que surge en los dos extremos de la región, lo que permite retener a las empresas locales y atraer a otras de fuera de Cantabria, que no encuentran suelo disponible en sus comunidades.
La posición del polígono de Castro es tan estratégica, como la del construido en Val de San Vicente, ya que está situado junto a la Autovía del Cantábrico y próximo a los puertos de Bilbao y de Santander. En su caso, la inversión ha sido de seis millones de euros y el suelo productivo obtenido (81.855 metros cuadrados, el 50% neto del terreno en el que se ha actuado) hace tiempo que estaba prácticamente comprometido y vendido, lo que indica el interés que suscita la zona, si bien la incertidumbre por la guerra de Ucrania está demorando los asentamientos.
María Quintana