Así es el nuevo centro cívico de Cueto

Con una inversión de 4,4 millones de euros, se convierte en el decimosexto espacio de este tipo en la ciudad

Juan de Santander participó como grumete en la primera vuelta al mundo, capitaneada por Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano, y fue uno de los únicos dieciocho tripulantes que regresaron con vida. Había nacido en Cueto y el nuevo centro cívico que se ha levantado en este barrio santanderino lleva su nombre. Pese a las muchas incidencias del proyecto, que ha supuesto una inversión de 4,4 millones de euros, este edificio de convivencia y participación vecinal por fin ha abierto sus puertas.


Tras años de vicisitudes y retrasos en las obras –que comenzaron en 2019– el nuevo Centro Cívico santanderino finalmente ha abierto sus puertas con el nombre de Juan de Santander, elegido por los vecinos en homenaje al grumete que participó en la primera vuelta al mundo, capitaneada por Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano.

Aunque todavía falta parte del equipamiento, el recién inaugurado centro cívico, ubicado en el corazón de un área histórica de la ciudad, ha comenzado a captar la atención de residentes y visitantes.  

El interior del centro cívico llama la atención por la amplitud de sus espacios y su iluminación.

El proyecto, de los arquitectos José Luis Salcines, Luis Otero y Tomás Gruber,  fue elegido a través de un concurso y la imponente estructura de hormigón contrasta con el entorno. A su vez, el interior sorprende por sus amplios y luminosos espacios. Salas inundadas por la luz natural que se filtra a través de grandes ventanales y de su cubierta, en gran parte acristalada, crean un espacio acogedor y funcional, diseñado para albergar actividades comunitarias y culturales. 

La intención es dar servicio a los más de 11.000 vecinos de Cueto, Valdenoja, La Pereda y El Mansín, pero también al resto de santanderinos, dada la gran capacidad de sus instalaciones y la programación lúdica, cultural y social que va a acoger.

Contratiempos

Aunque estaba prevista que este edificio se ejecutara en 14 meses, lo que hubiera supuesto su finalización en 2020, tras una inversión de 3,5 millones de euros, la construcción del decimosexto centro cívico de la capital cántabra ha estado marcada por los problemas que se han ido sucediendo y que han elevado el coste final en un millón de euros sobre lo inicialmente previsto.

Joca, la empresa adjudicataria, paralizó las obras debido a problemas internos, que resultaron agravados por las complicaciones derivadas de la pandemia, especialmente el encarecimiento de los materiales.

A medida que las obras iban avanzando, también surgían modificaciones en el proyecto, como el añadido de la planta sótano que no estaba prevista, que sumó cerca de 900 metros cuadrados de superficie construida –un incremento del 33%–.

El espectacular salón de actos del centro cívico, con capacidad para más de 300 personas. A la derecha, el pequeño anfiteatro de la ludoteca.

Finalmente, fue la constructora SIEC la que se hizo cargo de la obra y la que prácticamente ha realizado la totalidad. Aún después de hacerse cargo, surgieron nuevas dilaciones, por los problemas en la contratación de maquinaria y abastecimiento de materiales que se produjo con el inicio de la Guerra de Ucrania, pero el trabajo realizado ha sido de una notable calidad, como se puede apreciar en cada detalle de la estructura y en la cuidadosa integración con el entorno, garantizando un resultado final que destaca por su solidez y por su estética.

Instalaciones modernas

El centro cívico de Cueto se ubica en una parcela municipal de 9.387 metros cuadrados situada en la calle José María González Trevilla, que comparte con un polideportivo ya existente de 3.900 metros cuadrados.

Cuenta con una superficie construida de casi 2.700 metros cuadrados, dividida en una singular estructura compuesta por cuatro prismas entrelazados, que contrasta con los tradicionales edificios de su entorno, sencillas viviendas de los años 50 y 60.

El prisma del Oeste consta solo de planta baja. Se trata del más estrecho y en él se encuentra el pórtico de entrada. Los dos restantes son los que constituyen la mayor parte del edificio.

Un espacio de la planta baja.

El centro dispone de una pequeña zona de aparcamiento en superficie, al norte de la parcela, que queda oculta desde la zona de acceso. Una demanda de los vecinos, que estaban acostumbrados a aparcar en el solar donde se ha erigido el inmueble.

La entrada al edificio se realiza por el vial transversal entre las calles Bellavista e Inés Diego del Noval, donde se ha creado una plaza pública de acceso, que da continuidad al tránsito peatonal hasta el interior.

La planta baja, de 910 m2, alberga la recepción. A su alrededor se sitúan un aula infantil y una ludoteca con multitud de estanterías que se llenarán de juguetes para diferentes edades y en la que llama poderosamente la atención un colorido anfiteatro destinado a actividades para los más pequeños. 

También en esta altura se encuentra el salón de actos, un amplio espacio con capacidad para más de 300 personas que tiene sobradas condiciones para la representación de disciplinas artísticas como el teatro, el canto coral o el baile.

“Uno de los grandes orgullos de este centro cívico será, sin duda, su nuevo teatro, un espacio donde todas las disciplinas artísticas encontrarán su hogar. Cueto y Santander podrán presumir de un teatro de primer nivel, abierto para todos”, enfatizó la alcaldesa de Santander, Gema Igual, durante su inauguración.

La sala de pintura, situada en la primera planta, y el aparcamiento subterráneo.

Los despachos y la sala de reuniones de la unidad de trabajo social se sitúan en el extremo Este, mientras que en el Sur están ubicados los aseos y la sala de audiovisuales.

La primera planta añade 1.055 metros cuadrados, con otra sala de audiovisuales, una biblioteca –aún está vacía, pero que contará con una zona para adultos y otra infantil– y la denominada Sala de Encuentro, para exposiciones. 

Además, se han instalado un telecentro con quince ordenadores, una sala de audiovisuales, otra de pintura, varios despachos y un almacén.

Todas las áreas han sido diseñadas para que resulten versátiles, lo que permitirá acoger una amplia variedad de actividades y cursos para personas de todas las edades. 

La alcaldesa durante una visita al nuevo centro cívico poco antes de su inauguración.

El sótano tiene unos 900 m2, repartidos entre un parking con 25 plazas, las salas de instalaciones técnicas y otro almacén.  

A medida que este centro cívico se vaya equipando, comenzará a ofrecer un programa con más actividades, aunque van a tener preferencia las relacionadas con el folclore, al que se van a dedicar numerosos eventos y talleres. 

Como ocurre con el resto de centros cívicos de la ciudad, el Juan de Santander se convertirá en un punto de encuentro vecinal, con una programación estable y actividades temporales, como los campus que se organizarán durante los periodos no lectivos, para asegurar que haya opciones para todas las edades y públicos.

En un mundo cada vez más digitalizado, este tipo de espacios urbanos son más importantes que nunca, ya que ayudan a fortalecer el sentido de comunidad y a revitalizar la vida de barrio, creando un entorno inclusivo y dinámico que beneficia a todos los ciudadanos.

María Quintana

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