Escena Miriñaque, dos décadas de teatro independiente en Cantabria
La sala de la compañía cántabra ofrece un centenar de representaciones al año y cuenta con 170 alumnos
Se suele decir que un año de vida de un perro equivale a siete de un humano. Si esta regla fuese extrapolable al mundo cultural, podría teorizarse que la compañía cántabra de teatro Escena Miriñaque –fundada en 2001– no tiene 20, sino más de un siglo a sus espaldas, por su amplio repertorio de espectáculos y los importantes reconocimientos a nivel nacional que ha recibido a lo largo de su historia. El último galardón ha sido el premio al ‘Mejor espectáculo infantil’, obtenido en la Feria de Teatro de Castilla y León por su trabajo ‘Del otro lado’.
Comenzó su actividad en un pequeño local de la calle Sevilla que antes había sido una zona de recreativos y peluquería y en 2006, trasladó su sede a la calle Isaac Peral, uno de los barrios más poblados de Santander, con la intención de poner en marcha la primera sala de teatro independiente de Cantabria. Una decisión arriesgada en una época en la que el sector estaba formado únicamente por cuatro empresas. Tres de ellas se dedicaban al teatro y la cuarta estaba especializada en danza.
Escena Miriñaque era uno de los pocos espacios de la región dotados de instalaciones y recursos, de ahí que durante mucho tiempo e incluso ahora presten desinteresadamente sus medios a quienes no tienen un lugar donde ensayar.
Escena Miriñaque realiza giras por España y por el extranjero
El propio entorno de los fundadores Noelia Fernández, Joaquín Solanas, María José García y Esther Velategui, creía que el proyecto estaba abocado al fracaso, pero la respuesta del público fue todo un éxito. Además de contar con gradas para 83 personas y una ‘Saluca’ con capacidad para 50 espectadores, la empresa también forma nuevos talentos. “Creían que estábamos locos”, recuerda Velategui.
Solo el primer año de funcionamiento, la compañía tuvo 80 alumnos, una cifra con la que sus responsables pudieron confirmar que su proyecto avanzaba por la senda correcta y que ha ido creciendo. Ahora tiene 170 estudiantes.
Su sala de teatro acoge alrededor de un centenar de representaciones al año de una treintena de compañías nacionales e internacionales y otras actividades paralelas en las que colaboran artistas de prestigio, entre ellas muchos espectáculos de pequeño formato, que cada día son más numerosos.
Al tiempo, sus producciones han trascendido las fronteras del país y han recorrido Latinoamérica, Norteamérica e incluso Asia. “Nuestra asignatura pendiente es Europa”, reconoce Fernández.
Estabilidad
La mayoría de las compañías de teatro contratan a los artistas para cada representación. Sin embargo, los impulsores de Miriñaque ponen todo su empeño en combatir la inestabilidad laboral del sector con la creación de puestos de trabajo estables.
En estos momentos, cuenta con una plantilla de cinco trabajadores y 15 empleados eventuales, a pesar del impacto económico causado por la pandemia. “Las que más arriesgaron fueron las salas pequeñas como las nuestras. Hubo teatros públicos que no se quisieron jugar nada y cerraron”, remarca Noelia Fernández.
La compañía está celebrando su cumpleaños como mejor sabe. Ha iniciado una gira que durará hasta diciembre en la que llevará a los escenarios obras como ‘Del otro lado’, ‘Cucú Haikú’, Iglú, Por las buenas y por las malas’ y ‘Crónicas de dias enteros de noches enteras’.
David Pérez