María Laguna, gerente de Doña Carmen, Empresaria 2022
El premio, creado por ADMEC en 2001, reconoce el talento de las mujeres empresarias de la región
La Asociación de Mujeres Empresarias de Cantabria (ADMEC) ha concedido su máximo reconocimiento, el Premio Empresaria del Año, a María Laguna, gerente y copropietaria de la cadena de moda infantil Doña Carmen. La empresa, fundada su madre, Dolores Malo, hace más de medio siglo en Santander, diseña y confecciona sus propias prendas. En la actualidad, cuenta con 30 tiendas distribuidas por todo el país, da trabajo a medio centenar de personas y factura más de seis millones de euros anuales. La gala se celebró en el Hotel Santemar, con la asistencia de 300 invitados.
ADMEC ha concedido su máximo galardón a Laguna por su exitosa gestión, en compañía de sus hermanas, al frente de Doña Carmen, una marca de moda infantil reconocida en toda España que, además de vender online, cuenta con 30 tiendas propias –no ha querido franquiciar– repartidas por Cantabria, Galicia, Asturias, País Vasco, Navarra, La Rioja, Zaragoza, León, Burgos, Salamanca, Madrid, Barcelona, Valencia y Murcia. La empresa da trabajo a unas 50 personas y factura cerca de 6 millones de euros al año.
Laguna agradeció el premio en nombre de las «muchas mujeres que forman Doña Carmen”, y resaltó la transición a un nuevo modelo de negocio y a una cadena de tiendas con marca propia gracias al empuje de las nuevas generaciones al frente del negocio “que toman el relevo en un momento en el que hay que adaptarse, reinventarse y evolucionar”.
Por su parte, la presidenta de la Asociación, Eva Fernández, celebró el éxito empresarial de la premiada y destacó en su discurso el crecimiento de ADMEC, que ya cuenta con 250 empresarias asociadas. Además de resaltar el papel del emprendimiento femenino y el valor que aporta, señaló que Cantabria es “la tercera comunidad autónoma con mayor proporción de mujeres autónomas”.
El presidente del Gobierno de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, que fue el encargado de entregar el galardón, felicitó a la premiada y destacó la “labor extraordinaria” que llevan a cabo las empresarias cántabras.
Una empresa renovada
Doña Carmen abrió en 1970 como una tienda de regalos. Algún tiempo después, su propietaria, María Dolores Malo, decidió introducir también ropa de bebés, una sección que fue ganando espacio en la tienda hasta especializarse en esta actividad.
La marca combinaba la venta de prendas de otras marcas con la posibilidad de que los clientes escogieran las telas y los modelos que deseaban para sus bebés, que las modistas de la tienda les confeccionaban.
Con la llegada de María y sus hermanas a la gestión, en el año 2008, se produjo un cambio de orientación, al apostar por sus propios diseños, telas nacionales y confección en la península, para asegurar la calidad.
Gracias a la apertura de tiendas en otras provincias pudieron alcanzar los pedidos suficiente para cada uno de sus modelos como para ajustar los costes de fabricación. Al tiempo, posicionaban Doña Carmen como una marca de prestigio en todo el país.
También ampliaron hasta los seis años los tallajes (antes llegaban hasta los dos) y se adentraron en el mundo de Internet, que ahora les aporta un 30% de su facturación.
Aunque el motor y almacén de Doña Carmen continúa estando en el santanderino polígono de Candina, donde se eligen las telas y se hacen los diseños, la firma se ha extendido por todo el país y empieza a hacerlo en el ámbito internacional, donde además de las ventas que le llegan por la red, dispone de una tienda en Caracas (en asociación con la firma Cóndor), y avanza en otra alianza en México.
María Quintana