Turismo y sostenibilidad (Jesús Collado)
Análisis y propuestas para el desarrollo económico y sostenible del sector en Cantabria
En las últimas décadas, el turismo internacional ha experimentado un crecimiento sin precedentes, posicionándose como uno de los sectores económicos más dinámicos y de rápido crecimiento en el mundo. Este fenómeno ha sido impulsado por factores como la globalización, la digitalización y la creciente accesibilidad de destinos exóticos. El turismo no solo ha generado importantes ingresos económicos, sino que también ha facilitado el intercambio cultural y el entendimiento global. Sin embargo, este crecimiento también ha traído consigo desafíos significativos, como la necesidad de desarrollar un turismo sostenible y de gestionar las tensiones entre la actividad turística y los residentes locales.
Para finales de 2024, los niveles de actividad turística superarán los registrados antes de la pandemia. Según el Barómetro OMT del Turismo Mundial, en 2023 el turismo internacional recuperó el 88% de los niveles prepandemia, con aproximadamente 1.300 millones de llegadas internacionales. Estamos hablando de un movimiento económico de enorme dimensión: los ingresos por turismo internacional en 2023 supusieron 1,4 billones de dólares, el 93% de los ingresos de 2019.
Factores como la facilitación de visados, la mejora de la capacidad aérea y eventos globales como los Juegos Olímpicos en París contribuirán a que este año se superen ya en un 2% aquellas cifras prepandemia, según las previsiones. No obstante, se reconocen desafíos como la incertidumbre geopolítica y económica, la inflación y la escasez de personal en la industria turística.
En este contexto, España se posiciona como uno de los destinos turísticos más prometedores para 2024, con una serie de tendencias y proyecciones que indican un crecimiento robusto en el sector. La industria turística se recuperará con fuerza hasta contribuir con un 13,4% al PIB, un porcentaje que deja clara la importancia estratégica de este sector para la economía española.
La tendencia hacia el turismo sostenible
El Pacto Mundial de Naciones Unidas subraya la necesidad de un turismo sostenible que respete tanto el medio ambiente como las comunidades locales. Se promueven iniciativas que minimicen el impacto negativo y maximicen los beneficios sociales y económicos.
El turismo está evolucionando, y los viajeros priorizan cada vez más la sostenibilidad. Ya no se buscan únicamente hoteles con estrellas, sino con “hojas”. Está ocurriendo lo mismo con los propios destinos turísticos, cada vez más enfocados en trasladar una imagen de sostenibilidad. Ambas dimensiones de la cadena de valor turística, establecimientos y destinos sostenibles atraen a turistas preocupados por criterios ecológicos, conscientes de su impacto ambiental.
España destaca como un destino con gran potencial para el turismo sostenible. La consultora McKinsey resalta las oportunidades del país para liderar este segmento, gracias a su diversidad natural y cultural, y a un creciente compromiso con prácticas responsables. Varias iniciativas buscan fomentar el turismo sostenible, desde la promoción de transportes ecológicos hasta la implementación de políticas que protejan los recursos naturales y culturales. Estas acciones no solo benefician al medio ambiente, sino que también mejoran la experiencia del viajero y apoyan a las comunidades locales.
Impacto de la IA y la transformación digital
La transformación digital y la inteligencia artificial (IA) están revolucionando el sector turístico a nivel global. Por un lado, la digitalización ha permitido la automatización de procesos y la optimización de recursos. Herramientas como los sistemas de gestión hotelera (PMS), las plataformas de reservas online y las aplicaciones móviles han simplificado la gestión de reservas, el check-in y el check-out, y la administración de inventarios. Esto ha reducido los costes operativos y mejorado la eficiencia de los servicios turísticos y la productividad de este sector.
Por otro lado, la tecnología digital permite a los destinos y empresas turísticas ofrecer experiencias personalizadas. Mediante el análisis de datos, pueden entender mejor las preferencias y comportamientos de los clientes, ofreciendo recomendaciones y servicios adaptados a sus necesidades. Esto aumenta la satisfacción del cliente y fomenta la fidelización.
También es destacable que las plataformas digitales y las redes sociales han transformado la manera en que los destinos y las empresas turísticas se promocionan. El marketing digital permite llegar a un público global de manera más efectiva y a un coste menor. Las campañas segmentadas, el uso de influencers y la publicidad en tiempo real son estrategias que han ganado popularidad gracias a la digitalización.
Tensiones con los residentes
Este desarrollo turístico está generando desajustes entre las expectativas de las empresas turísticas y las de los propios residentes. Cada vez más destinos consolidados como las Islas Canarias y la Costa del Sol, y destinos urbanos como Madrid, Barcelona o San Sebastián, se encuentran con esta problemática. Los residentes están experimentando una creciente irritabilidad hacia el turismo, fenómeno conocido como turismofobia al surgir varios problemas:
Sobrecarga de infraestructuras: La masificación turística genera presión sobre servicios públicos y recursos naturales. Un ejemplo de ello son los servicios públicos de salud, con notables sobrecargas en determinados momentos del año.
Incremento del coste de vida: El auge de los pisos turísticos ha disparado los precios de alquiler, dificultando el acceso a las viviendas para los locales. Este fenómeno está ocasionando problemáticas especiales en ciudades como Barcelona, Málaga o Granada, donde el acceso a un alquiler es cada vez más complicado para los residentes o para los propios trabajadores del sector turístico.
Pérdida de identidad local: Los residentes sienten que su cultura y estilo de vida se ven alterados por la presencia masiva de turistas. Esta percepción afecta a la convivencia y a la interacción del residente con el turista, elemento clave para fomentar la satisfacción y la lealtad con el destino.
Las empresas del sector turístico, como es lógico, ponen el énfasis en los beneficios que genera la actividad turística y su impacto significativo en el PIB de la comunidad en cuestión. Entre esos efectos están los siguientes:
Generación de empleo: El turismo es una fuente crucial de empleo, directa e indirectamente, en sectores como la hostelería, restauración y transporte.
Ingreso económico: Las llegadas de turistas generan importantes ingresos que benefician tanto a negocios grandes como pequeños.
Desarrollo de infraestructuras: La demanda turística ha propiciado mejoras en infraestructuras que también benefician a los residentes, como aeropuertos y carreteras.
¿Y qué está ocurriendo en Cantabria?
Cantabria no es ajena a estas circunstancias. Nuestra región es rica en recursos culturales, ambientales y paisajísticos, ofreciendo una amplia variedad de atracciones para el turista. Su diversidad abarca desde el Parque Nacional de los Picos de Europa y las playas del Mar Cantábrico hasta cuevas prehistóricas como Altamira, Santander como icono del turismo cultural y numerosas festividades tradicionales. Esta diversidad la convierte en un destino atractivo para turistas que buscan experiencias culturales y naturales únicas.
El turismo en Cantabria presenta un alto componente estacional, con picos significativos durante el verano y notables diferencias en la ocupación hotelera y la llegada de turistas según la época del año. Durante los meses de verano, la región experimenta un aumento considerable de visitantes, lo que genera una alta demanda de servicios turísticos y puede llevar a la saturación de infraestructuras y recursos. En contraste, durante el invierno, la afluencia turística disminuye, afectando la economía local que depende en gran medida del turismo estacional.
El turismo de segunda vivienda tiene un peso creciente en Cantabria. Muchas personas adquieren propiedades en la región para usarlas como residencias vacacionales. Esto ha contribuido al desarrollo económico local, pero también ha generado ciertos desafíos, como la presión sobre el mercado inmobiliario y la disponibilidad de viviendas para los residentes permanentes.
En términos de conectividad turística, Cantabria ha mejorado en los últimos años sus conexiones aéreas, facilitando la llegada de turistas internacionales. El Aeropuerto Seve Ballesteros ha incrementado la frecuencia de vuelos y la apertura de nuevas rutas, lo que ha ampliado el acceso de la región a mercados turísticos internacionales y ha potenciado el crecimiento del sector turístico. Esta mejora en la conectividad ha sido clave para atraer a turistas de diferentes países y diversificar la base de visitantes.
El auge del turismo en la comunidad, especialmente en verano, también ha generado tensiones entre los residentes y la actividad turística. Si bien esta tendencia no tiene la relevancia de otros destinos nacionales, puede agravarse en los próximos años, a consecuencia de estos problemas:
Estrangulamiento de servicios públicos: La alta afluencia de turistas durante la temporada alta puede sobrecargar los servicios públicos, como el transporte, la salud y la limpieza, afectando la calidad de vida de los residentes.
Encarecimiento de la vivienda de alquiler permanente: La demanda de alojamientos turísticos ha llevado al encarecimiento de los alquileres, dificultando el acceso a la vivienda para los residentes permanentes. La proliferación de pisos turísticos dentro de comunidades de residentes también ha causado conflictos, ya que altera la dinámica comunitaria y puede generar problemas de ruido y seguridad.
Multiplicación de pisos turísticos: La transformación de viviendas residenciales en pisos turísticos ha reducido la oferta de alquileres a largo plazo, exacerbando la crisis de vivienda y generando tensiones con los residentes locales que se sienten desplazados por el turismo.
Propuestas para un desarrollo sostenible en Cantabria
Para promover un desarrollo turístico equilibrado y evitar esas tensiones, las administraciones públicas (Gobierno Regional y Ayuntamientos principalmente) y el sector turístico deberían abordar varias acciones:
Conocimiento de la situación del sector: La creación de un Sistema de Información Turística en Cantabria puede transformar la gestión del turismo en la región, haciéndola más eficiente, sostenible y centrada en el visitante. Inspirándose en los modelos exitosos de Málaga y la Comunidad Valenciana, Cantabria puede desarrollar un sistema adaptado a sus necesidades específicas, aprovechando las últimas tecnologías en recopilación y análisis de datos.
Regulación del sector: Implementar medidas que limiten el número de alojamientos turísticos, especialmente en áreas residenciales, para controlar el impacto sobre el mercado inmobiliario y las infraestructuras locales. Diversas asociaciones sectoriales a nivel nacional y regional han reclamado políticas generales contra los pisos turísticos para mitigar estos efectos negativos.
Promoción del turismo sostenible: Fomentar prácticas que minimicen el impacto ambiental y respeten las culturas locales. Esto incluye la adopción de certificaciones ecológicas para alojamientos y la promoción de transportes menos contaminantes. La sostenibilidad no solo mejora la experiencia del viajero, sino que también contribuye a la preservación de los destinos
Desestacionalización turística: La desestacionalización del turismo en Cantabria es una estrategia clave para garantizar la sostenibilidad económica y mejorar la calidad de vida de los residentes. Al diversificar la oferta turística, mejorar las infraestructuras y promover la región como un destino atractivo durante todo el año, Cantabria puede lograr un desarrollo turístico equilibrado y sostenible. En línea con esta estrategia, algunas alternativas que han tenido éxito en otros contextos incluyen la promoción de festivales y eventos fuera de temporada turística, la creación de paquetes turísticos centrados en el turismo rural y de naturaleza, y el desarrollo del turismo urbano sobre la base de su oferta cultural y las potenciales como receptor de turismo de congresos
Enfoque holístico con participación ciudadana: Involucrar a los residentes en la planificación y toma de decisiones turísticas para asegurar que sus necesidades y preocupaciones sean consideradas. La participación ciudadana puede ayudar a desarrollar políticas más equilibradas y sostenibles, reduciendo las tensiones y mejorando la convivencia entre turistas y locales. Además, la participación de la comunidad local en la planificación económica del destino es esencial para asegurar la aceptación de las medidas propuestas y fomentar el compromiso y la contribución al desarrollo económico local. Esta participación comunitaria puede generar un sentido de pertenencia y orgullo que fortalezca el tejido social y económico del destino.
Jesús Collado Agudo es el Decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la UC