Un jardín vertical cántabro de récord en la M-30
La mayor superficie del mundo
La empresa cántabra Diego Jardinería, que se ha significado en los últimos años por sus espectaculares jardines verticales en lugares públicos, ha sido la encargada, junto a la sevillana Terapia Urbana, de convertir los accesos a uno de los puentes de la M-30 madrileña en un amable espacio vegetado. Un nuevo paisaje, hasta ahora impensable en una estructura urbana en la que solo parecía posible la convivencia del hormigón y el asfalto.
Se trata del proyecto denominado Calle 30 Natura, con el que el Ayuntamiento de Madrid ha querido humanizar este vial, y que ha deparado el jardín vertical más grandes del mundo, hasta el momento, que además de la mejora estética, va a contribuir a absorber parte de la contaminación de ese lugar y a reducir los ruidos del tráfico y el efecto ‘isla de calor’ que produce el cemento.
La empresa cántabra ha cubierto nada menos que 3.250 metros cuadrados de paredes de hormigón con 23 especies vegetales muy duraderas, que deben adaptarse a las condiciones hostiles del clima madrileño y del tráfico.
El sistema de riego es centralizado y está sectorizado y cuenta con sensores que permiten adaptarlo a las circunstancias climáticas y a las distintas especies.
El seguimiento de la evolución de este enorme jardín vertical también va a servir para sacar conclusiones de cara a futuros proyectos.