Valle Real se moderniza tres décadas después de su apertura

La inversión de 10 millones de euros ha permitido renovar su imagen, su logo y abrir un moderno parque infantil

La marisma de Alday fue una parte de la bahía de Santander hasta el siglo pasado. Las escombreras de Nueva Montaña Quijano y de Cros, primero; el Polígono de Raos, más tarde; y, finalmente, la autovía, la transformaron en una zona industrial muy degradada que comenzó a dignificarse tras la construcción de Valle Real, en 1994. El primer gran espacio comercial de la región anunció una puesta al día poco antes del primer estado de alarma, con una inversión de diez millones de euros. Tras haberse demorado más de lo previsto, está a punto de concluir.


Hace casi treinta años que Valle Real abrió sus puertas en Camargo. El primer centro comercial de la región tuvo tanto éxito que tan solo un lustro después de su inauguración, en 1999, tuvo que ser ampliado. Desde entonces, y a pesar de que en varias ocasiones se han anunciado obras de mejora, no se habían llevado a cabo, por lo que su imagen y estructura permanecían prácticamente igual que en su apertura.

Finalmente, y tras la remodelación de todas sus áreas comunes internas, así como la creación de un nuevo logo, que luce en su renovada fachada principal, Valle Real ha completado la modernización.

Las obras, realizadas por Copsesa, han supuesto una inversión de 10 millones de euros y han ocupado a 500 personas en uno u otro momento de la ejecución. Una actividad que se ha realizado por etapas, para no interferir en la operativa del complejo comercial.

El sistema de iluminación se regula automáticamente según el clima y las horas del día.

La intención inicial era que estuviesen concluidas en el primer semestre de 2021, pero la pandemia y algunos imprevistos surgidos en el transcurso de las obras han retrasado su entrega, que se producirá el próximo 31 de marzo.

Ahorro de energía

El primer cambio que aprecian los clientes del centro comercial es el nuevo color de la fachada –en tonos arena que casan con el renovado interior– y un nuevo logo, de aire futurista. La entrada principal llama especialmente la atención por la presencia de grandes lámparas y de cristales con iluminación incorporada.

El rediseño del interior del centro está inspirado en la riqueza natural de Cantabria, y la nueva decoración utiliza los tonos tierra y revestimientos de madera. A su vez, las ondulaciones en el techo evocan las olas y los desniveles de las montañas.

El centro siempre ha tenido una ocupación superior al 90%

Siguiendo esa línea estética, se han mejorado todas las áreas de descanso y se ha creado una nueva zona de ocio infantil que preside la plaza central. Ha sido bautizada como ‘Birdland’ (tierra de pájaros), ya que está inspirada en un observatorio de aves.

Esta construcción para niños de 2 a 12 años llama la atención por su envergadura. La torre de madera, de 11 metros de altura,  tiene acceso desde ambas plantas y crea dos zonas de juego. Desde la plataforma superior parte un tobogán de 17 metros de longitud, y la estructura cuenta con dos grandes pantallas que muestran paisajes de la región, además de a un simpático cuco que informa a los visitantes de las horas cada 15 minutos.

Desde Valle Real destacan la importancia que va a tener Birdland en su apuesta por el ocio familiar.

La renovación también incluye el cambio total de suelos y techos y la remodelación de los tres núcleos de aseos, que se reparten en distintas zonas del centro comercial. Se ha buscado un diseño más funcional y estético, con más comodidades: jabón, agua y aire para secado funcionan de manera automática y se han incluido baños infantiles y una agradable sala de lactancia.

Las rampas mecánicas que suben al segundo piso también se han sustituido por escaleras mecánicas, lo que ha permitido acortarlas y despejar más la plaza central.

Birdland, la joya de la corona de la reforma de Valle Real: un parque infantil inspirado en las marismas de Alday.

En el renovado centro comercial destaca la mayor luminosidad, en gran parte debido al nuevo sistema de iluminación, mucho más eficiente. Conocido como Bioadaptive Lighting, permite adaptar la temperatura, color de luz y otras funciones de las más de 1.300 luminarias con tecnología LED que lo componen para asegurar un uso eficiente y reducir la factura energética. Valle Real se ha convertido en el primer centro comercial del país en instalar este tipo de sistema que regula automáticamente la intensidad según la época del año, la luz natural que entra y los distintos momentos del día, para aportar una luz más cálida y evitar consumos innecesarios.

A esta mejora se le une la rehabilitación paulatina de los lucernarios, que también contribuye a dar una mayor luminosidad al centro comercial.

Otros detalles que quizá pasen más desapercibidos para los usuarios pero que contribuyen al cambio son el alisado de todas las paredes interiores, antes repletas de molduras, y la elevación del techo de ambas plantas medio metro –con el consiguiente recrecimiento de las fachadas de los negocios–, lo que aporta una sensación de mayor amplitud.

“La remodelación de Valle Real pretende mejorar la identidad del centro adaptándose al ambiente que lo rodea y a las nuevas tendencias del mercado”, explica Jorge Morgadinho, director en Reify, la marca de servicios de Sonae Sierra, la sociedad gestora de Valle Real.

Los techos de ambas plantas se han elevado medio metro, lo que, junto con el resto de reformas, da una mayor sensación de amplitud.

Como los cambios llaman a más cambios, Marién Garmendia, gerente de Valle Real, adelanta que se van a seguir haciendo algunas modificaciones, como la actualización de la pasarela que enlaza con la estación de tren, cuyo uso ha aumentado considerablemente desde la apertura del centro Bahía Real al otro lado de las vías.

Aunque en la reforma actual se han instalado sistemas de recarga de coches eléctricos, con el objetivo de fomentar las alternativas de movilidad sostenibles, también está previsto que se mejoren y multipliquen los aparcamientos de bicicletas, un medio de transporte que cada vez usan más clientes, especialmente desde que se finalizó el carril bici entre Camargo y Santander.


El último Bocatta de España

Ana Calvo lleva a cargo del negocio desde hace 25 años, los últimos ocho como propietaria

La empresaria Ana Calvo posa en su negocio de Valle Real.

Bocatta abrió sus puertas en Valle Real en 1995, a poco de inaugurarse el centro comercial. Un año después, y casi por casualidad, Ana Calvo comenzó a prestar sus servicios en la bocatería. “Trabajaba en un hotel donde se iba a realizar la selección de personal, pero el anuncio se publicó mal y no se presentó nadie. El seleccionador me ofreció el puesto y, como eran mejores condiciones que las que tenía, acepté”, recuerda entre risas.

Casi dos décadas después, se le presentó la oportunidad de hacerse con la franquicia. Armándose de valor y con la ayuda de un socio, para poder sufragar la elevada inversión, se tiró a la piscina y se convirtió en la gerente del negocio.

Aunque en aquel momento, Pans & Company compró la marca, Calvo ha estado retrasando el cambio de nombre, ya que quiere mostrar que sigue siendo “el Bocatta de siempre de Valle Real”, lo que ha convertido  su negocio en el último Bocatta del país. Sin embargo, este año tendrá que hacer la transición y el consiguiente cambio de imagen en su local.

La empresaria cuenta con una plantilla de once trabajadores, pero cada día es la primera en llegar a su negocio, donde hace todas las tareas.

Aunque el covid no se lo ha puesto nada fácil, vender comida para llevar cuando la hostelería debía cerrar le hizo salvar los peores momentos de la pandemia. “Además, aunque estemos en interior, al tratarse de un espacio tan abierto, la gente se ha sentido muy cómoda viniendo a comer aquí siempre que las normas lo han permitido”, añade.


Valle Real en cifras

El centro comercial Valle Real tiene 48.000 metros cuadrados de superficie, que dan cabida a casi un centenar de locales, entre los más de 80 comercios, los stands temporales y la docena de negocios de hostelería repartidos en sus dos plantas. Un 20% de ellos pertenecen a empresarios locales.

Entre los gestores del centro comercial y los empleados de estos negocios, trabajan en él unas 1.200 personas, de las que 1.100 son empleados directos, que atienden cada día a un promedio de algo más de 12.800 visitantes.

A pesar de que esa media luna de antiguas marismas que delimitaba la Bahía de Santander por el sur se ha ido configurando como la gran zona comercial de la región, al asentarse en 1999 El Corte Inglés y a finales de 2020 Bahía Real, Valle Real no se siente perjudicado por las sucesivas implantaciones. Por el contrario, la gerente del centro comercial destaca que la oferta de unos y otros “se complementa, lo que favorece la actividad de todos”.

La mejor muestra de su salud económica es que, desde que abrió hace casi tres décadas, el ratio de ocupación de Valle Real siempre ha superado el 90%. “Además de que somos muy activos comercialmente, seguimos siendo el centro comercial de referencia en la región”, asegura Garmendia, y desvela que siempre hay marcas a la espera de instalarse en el centro comercial camargués, “lo difícil es casar sus necesidades con los locales que nos quedan disponibles”.

Aunque la oferta comercial ha ido variando desde que abrió, en función de lo que demandan los usuarios, esta tónica continúa incluso tras la pandemia y en estos momentos solo hay un local vacío en la primera planta.

La afluencia de público del centro comercial camargués alcanzó las 4.660.000 personas en 2021, un 21% más que en el 2020, y las ventas crecieron un 17,6%. “Estos datos son muy positivos, si se tienen en cuenta las restricciones por el covid que se han mantenido durante todo 2021, especialmente las sufridas por la restauración, que ha permanecido cerrada varios periodos a lo largo del año”, recalca Garmendia.

El año pasado pasaron 4,6 millones de personas y las ventas crecieron un 21%

El otro gran activo de Valle Real son sus 2.656 plazas de aparcamiento que, por el momento, seguirá siendo descubierto. Sin embargo, los cambios realizados hace dos años en la canalización de entradas y salidas no han sido bien acogidos por los usuarios y en los próximos meses la dirección del centro volverá a trazar un nuevo recorrido más parecido al anterior.

Los nuevos baño tienen toda la grifería automática, para no tener que tocar nada. Los más pequeños disponen de servicios adaptados para ellos.

Valle Real está gestionado desde 2002 por la multinacional portuguesa Sonae Sierra, especializada en parques comerciales, en cuya gestión participa Hugh Grosvenor, duque de Westminster, uno de los hombres más ricos del Reino Unido.

En 2018, Sonae Sierra vendió un 87,5% de las acciones de Valle Real, de GranCasa (Zaragoza) y de Max Center (Barakaldo) a la sociedad Trivium Socimi, propiedad del promotor inmobiliario eslovaco Peter Korbačka, que pagó por ellos 485 millones de euros. Con la incorporación de este socio mayoritario, la firma portuguesa ha pasado a contar con 29 centros comerciales repartidos por todo el mundo.

María Quintana

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