Beato conquista la Torre del Infantado de Potes
La Torre del Infantado ha conocido muchas utilidades distintas, desde que fue concebida en el siglo XV como una casa fuerte: atalaya, prisión, establo, ayuntamiento… y centro cultural. Puede que no sea la última pero será la más vistosa. Diez años después de que la sede municipal se trasladase a otro emplazamiento y dos de la finalización de las obras que la recrecieron en una planta, al rebajar la cota de inicio de la construcción, ya tiene una utilidad clara. Las salas de exposiciones van a introducir a los visitantes en la Liébana medieval, donde se refugió el saber cristiano.
La Torre va a albergar una exposición permanente denominada ‘Aquí empieza todo: el Cosmos del Beato de Liébana’, con una escenografía creada por la empresa cántabra Digital Model, que ya ha demostrado en otros centros sus habilidades para la recreación de las atmósferas y para la representación de acontecimientos del pasado.
La exposición se extiende por varias plantas y hace una descripción muy detallada de la vida de Beato de Liébana, su contexto histórico y su famoso códice, ‘Comentarios del Apocalipsis’. En la planta inferior, bajo la simbología de los siete sellos, se representa la evolución de los primeros siglos del cristianismo, hasta la época de Beato. En la segunda planta se proyectan audiovisuales. En uno de ellos, el monje ilustrador de los comentarios aparece situado en sus coordenadas históricas y en su faceta intelectual, en la que no faltan su combate contra la herejía y sus contactos con la corte de Carlomagno.
En otra sala se representa el scriptorium, con la ambientación de un espacio monástico destinado a la copia de códices, ayudado por una representación virtual que ayuda a entender el proceso creativo de un Beato.
La tercera planta evoca la riqueza del patrimonio bibliográfico de los beatos, donde cada códice es una joya de altísimo valor como testimonio y como creación artística. En total, se exhiben diecisiete réplicas de beatos, acompañadas de tres instalaciones interactivas sobre las Siete Trompetas y los Siete Sellos y de un monitor de realidad aumentada para profundizar en los temas y en el tratamiento artístico de las miniaturas que aparecen en los códices. La cuarta planta está dedicada a la teología: la Babilonia en llamas, el infierno y los condenados se enfrentan al Río de la Vida, la Jerusalén Celeste y el Alfa y el Omega.
La escenografía con que se se han ilustrado los contenidos expositivos ha permitido reducir los paneles de texto a meros apoyos. No obstante, un audio permite disponer de una visita individual guiada, de una hora de duración, en la que se desgranan los aspectos históricos, teológicos, artísticos e iconográficos mediante locuciones que se sirven de citas de los ‘Comentarios del Apocalipsis’ de Beato de Liébana.
Cinco años de obras
La reapertura de la Torre del Infantado, tras su profunda rehabilitación, y de la exposición permanente se realizó el 19 de marzo en un acto presidido por el consejero de Cultura, Francisco Javier López Marcano. La restauración, a pesar de no haber modificado la imagen exterior del edificio ha supuesto una actuación en profundidad en el interior y ha tenido una notable complejidad, ya que se le ha añadido una planta inferior, lo que obligó a dejarlo suspendido durante algún tiempo. Un trabajo muy delicado si se tienen en cuenta que los enormes lienzos de piedra tienen 24 metros de altura, su antigüedad y los muchos avatares que ha vivido la torre, algunos no muy respetuosos con su estructura.
La obra se ha financiado con cargo al 1% cultural que el Ministerio de Fomento asigna en cada una de sus obras. En este caso va a servir para mantener de forma permanente el espíritu del Año Santo en Liébana, una celebración que atrae a gran número de peregrinos cada vez que la conmemoración del Santo cae en domingo, pero que crea un sustancial vacío el resto de los años. Las estrategias de promoción turística de la Consejería han tratado de evitar estos fuertes dientes de sierra acrecentando el flujo desestacionalizado de visitantes, que a partir de ahora tendrán un nuevo motivo para visitar la comarca donde Beato comentó su famoso códice.