Breves
Terapéutica del agua
Las playas de Cantabria fueron de las primeras en ser utilizadas turísticamente, desde mediados del siglo XIX, y han sido decisivas en el espectacular desarrollo costero, pero el ocio acuático está mucho más diversificado. Los complejos de piscinas cubiertas –prácticamente inexistentes en Cantabria hasta hace diez años– están teniendo una evolución espectacular, tanto por la iniciativa privada como por la pública y las aguas interiores han sido aprovechadas para tratamientos termales más que en ninguna otra comunidad.
El hecho de contar con seis balnearios de los 128 del país indica bien a las claras que pocos lugares están tan predispuestos para esta actividad, por no contar con una riqueza semejante en aguas termales. Todas ellas se encuentran en explotación, a excepción de las que surgen en la Hermida, cuya concesión ha sido recientemente adquirida por un grupo que pretende construir un nuevo establecimiento.
Los balnearios entraron en una larga decadencia a partir de la posguerra que duró hasta los años 80, cuando el Ministerio de Asuntos Sociales comenzó a adquirir miles de plazas para ofrecerlas a bajo precio a clientes de la tercera edad. A esta demanda fuera de temporada, que permitía generar ingresos prácticamente todo el año, se le unió una popularización del turismo de balnearios entre segmentos sociales de menor edad lo que ha provocado un crecimiento anual de la demanda del 20%.
Los balnearios urbanos
El Grupo Siec ha abierto en Torrelavega un espectacular balneario urbano, que demuestra que siguen apareciendo nuevos aprovechamientos del agua, cada vez más sofisticados. En esta ocasión se trata de un campo de indudable futuro ya que coinciden en él dos factores de primer orden para la sociedad moderna: el ocio y la salud.
El balneario se encuentra en el complejo hotelero Torresport, y cuenta con unas llamativas instalaciones entre las que se encuentran cabinas para baños de algas y barros, ducha vichy, pediluvio para relajar piernas y pies, baños de hielo, duchas bitérmicas o una gran piscina de hidromasajes, con un perímetro de bancadas en pequeños recodos que favorecen el sosiego y la intimidad.
El área de estética, ha sido dotada con aparatos de última generación para el tratamiento de la celulitis, la limpieza de la piel o la tonificación muscular.
El spa ofrece un abanico de programas de mantenimiento, belleza o antiestrés con el que ha captado la atención de los usuarios de la zona y de los clientes del hotel.
Simultáneamente al Torresport, el Hotel Real de Santander ha abierto también un spa en el edificio de las antiguas cocheras.
El agua como industria
El agua embotellada se ha convertido en una referencia cada vez más cotidiana en la cesta de la compra de los españoles. Es, sin ninguna duda, el negocio con mayor valor añadido de los muchos que se realizan en torno al agua, pero hay que disponer de manantiales de calidad, algo que Cantabria siempre ha tenido. Desde hace muchas décadas, se consideraron mineromedicinales las aguas de Solares, Corconte y Hoznayo y durante mucho tiempo, el agua embotellada que salía de Cantabria atendía prácticamente la mitad del consumo nacional. Hoy nadie puede aspirar a esa cuota de mercado (el líder, Font Vella tiene el 13,8%) pero el agua de mesa continúa siendo un activo más de los muchos que tiene la región relacionados con el agua.
La decisión de las dos marcas cántabras que continúan envasando agua mineral (Solares y Corconte) de sustituir las botellas de PVC por el PET ha sido saludada con énfasis por la asociación ecologista ARCA. En España no está prohibido el uso de compuestos organoclorados en los envases de productos alimentarios, pero son varios los países europeos donde o están prohibidos por ley, o han sido retirados por acuerdo de los empresarios locales después de una larga campaña de Greenpeace. En España han sido 23 envasadoras de agua las que han sustituido el PVC, entre ellas las dos cántabras.
