Diez años de la resurrección de Setra como Evobus
Hace una década, el polígono de Vallegón, creado para industrializar la zona oriental de Cantabria, se enfrentaba a una descorazonadora realidad. No sólo no había conseguido atraer empresas al área de Castro Urdiales, sino que la única planta industrial con que contaba, la fábrica de autobuses Setra, se encontraba al borde de la desaparición. Dos años llevaba Sodercan buscando un socio tecnológico para reflotar la planta cuando finalmente pudo coronar el esfuerzo con éxito, al atraer al poderoso grupo alemán Daimler Benz (Mercedes), que adquirió en subasta, por 400 millones de pesetas, los terrenos y los edificios de la antigua Setra, embargados por Hacienda.
Nacía así Evobus Ibérica y la planta de Sámano poco a poco se convertía en una de las principales factorías de esta filial, creada para adecuar los autobuses que fabricaba en sus plantas germanas a los gustos del mercado español. El potencial de ventas que cabía esperar con clientes como Alsa, Continental o las empresas municipales de transporte de Madrid y Barcelona convertía al mercado español en uno de los más importantes de Europa, por lo que reclamaba una atención especial. Singularizando sus vehículos para el mercado local, el grupo alemán, que se fusionó al poco con la norteamericana Chrysler, aspiraba a incrementar unas ventas que, con sus dos marcas Mercedes y Setra ya suponían el 25% del mercado español.
Como consecuencia de esa estrategia, la fábrica de Sámano encontró su razón de ser, aunque convertida en una simple planta de montaje de los componentes llegados desde Mannheim (Alemania), complementados con los de otros proveedores locales. Las instalaciones no tardaron en reactivarse siguiendo el plan previsto y en dos años la fábrica de Sámano pasó a contar con una plantilla de 130 trabajadores y a producir 200 autocares anuales Mercedes Benz y Setra para el transporte urbano e interurbano.
No obstante, la planta de Sámano volvió a ser reorientada en 2004, cuando el grupo alemán decidió cambiar su actividad y especializarla en la fabricación de chasis, lo que obligó a reconvertir a buena parte de los trabajadores para pasarlos de las tareas de montaje que realizaban a las de soldadura. El éxito de esa nueva orientación ha sido tal que, diez años después de la apuesta hecha por el grupo Daimler Benz, la planta de Sámano se ha convertido en centro europeo de referencia de la multinacional para la fabricación de chasis de autocares y autobuses y da empleo a 270 trabajadores (el 30% de ellos residentes en Vizcaya).
Los 1.500 chasis que el pasado año salieron de sus instalaciones ya no solo van al mercado español, sino que se reparten por varios países europeos, Oriente Próximo, México y Australia.
Más suelo en Vallegón
Lo primero que hicieron los actuales propietarios alemanes fue colocar carteles en los caminos vecinales de Sámano para orientar a sus proveedores y que pudieran llegar a la fábrica, algo que hasta entonces no resultaba sencillo. Y es que nadie diría que al fondo de ese idílico valle había una instalación industrial de esas características compartiendo escenario con rebaños de ovejas y cabras y con el campo de fútbol local. Un espacio que, andando el tiempo, ha llegado a ser el abarrotado polígono de Vallegón. Aunque Evobus no atrajo a sus proveedores, como se intentó, poco a poco el polígono fue llenándose y hace años que se agotó el suelo disponible para atraer a nuevas empresas.
Esto ha supuesto un importante freno al dinamismo empresarial de la zona y la carencia de suelo era una de las urgencias de la comarca. Después de no pocos obstáculos, el Gobierno regional está a punto de culminar la ampliación del polígono de Vallegón a través de un PSIR. Serán 166.000 m2 de los que 66.713 estarán ocupados por las naves y el resto se consumirá en espacios verdes, viales y un aparcamiento de 670 plazas.
La dramática escasez de terreno industrial en la vecina Vizcaya ha multiplicado el interés por este polígono, en el que muchas empresas, cántabras y vascas aspiran a asentarse. Pero si alguna compañía está bien situada para conseguirlo, ésa es la propia Evobus Ibérica, que ya en 2002 trasladó al Gobierno regional su intención de ampliar la planta a medio plazo. Los 60.000 m2 que ocuparon históricamente las instalaciones de Setra y los 7.000 que se añadieron tiempo después no son suficientes para las necesidades futuras de la firma, que necesita más terreno. La propuesta realizada en aquella época por el Ayuntamiento castreño, –una modificación del Plan General para convertir en suelo industrial los terrenos que rodean la fábrica– no prosperó, al negarse a la recalificación el Ejecutivo de Martínez Sieso. Ahora, es el propio Gobierno regional el que ha tomado la iniciativa de ampliar el polígono a través de un proyecto singular de interés regional y a finales del próximo año ese suelo podría estar ya a disposición de las empresas. Será el momento de comprobar el alcance del proyecto de expansión que maneja Evobus Ibérica.
El interés que ha despertado la ampliación de Vallegón permite suponer que el nuevo suelo se agotará con rapidez. Las empresas que no logren ahora su objetivo tendrán una nueva oportunidad cuando se ponga en marcha en la zona otro proyecto mucho más ambicioso, el Ecoparque Mioño, con nada menos que ocho millones de metros cuadrados, la mayoría de los cuales proceden de un antiguo terreno minero, aunque la zona útil para la construcción de los pabellones industriales será de un millón de metros. Con una oferta de suelo semejante en el valle de Sámano, el municipio castreño se convertirá en un imán para la captación de empresas del vecino País Vasco que en su comunidad de origen no encuentran donde asentarse.
Jesús Polvorinos