El futuro de San Martín, a debate público
Dentro del proceso impulsado por la Autoridad Portuaria de Santander para la reordenación de los espacios fronterizos entre la ciudad y el puerto, el frente marítimo de San Martín continúa siendo la zona que despierta más interés por los valores paisajísticos y ambientales que conserva. El lugar donde estuvieron algunos de los primeros muelles de la ciudad y donde se construyeron la mayor parte de los barcos que en ella han nacido, nunca ha tenido una ordenación y aunque hace décadas que ha dejado de tener utilidad práctica para el Puerto, la Autoridad Portuaria nunca ha estado dispuesta a perder su tutela, quizá para evitar que fuese invadida por los bloques de apartamentos. Eso no quiere decir que no se haya hecho nada en ella. Con criterios también discutibles, se construyó una escuela Náutico-Pesquera, el Museo Marítimo y el nuevo Museo Oceanográfico que ha venido a sustituir al anterior apenas veinte años después de construido. Unos hitos que inevitablemente condicionarán cualquier reordenación.
Acuerdos previos
Alcanzado el consenso entre el Puerto y el Ayuntamiento de Santander sobre el futuro desarrollo del varadero, en la dársena de Maliaño, y de los muelles urbanos, la Autoridad Portuaria cree que ha llegado el momento de abrir un proceso de reflexión sobre el camino que debe seguirse para la reordenación de la zona de San Martín, que sigue siendo la más sensible y, al tiempo, la más deseada. Entre el 6 y el 8 de septiembre, y en el marco del III Curso Internacional de Relaciones Ciudad-Puerto, expertos en urbanismo y representantes de diversos colectivos y asociaciones culturales van a debatir en la capital cántabra los criterios que deben aplicarse en la remodelación de este punto emblemático de la fachada marítima santanderina.
En una ponencia previa, el director del Puerto, Mariano Revestido, planteará varias propuestas para esta zona que también es conocida por Gamazo, en referencia al político que decidió a comienzos del siglo XX la construcción del magnífico dique de piedra existente. El pasado mes de mayo, el presidente de la Autoridad Portuaria avanzó tres posibilidades para la zona: una urbanización intensiva con zona comercial y hoteles, una intermedia, que mantendría usos comerciales y la mera rehabilitación de la zona, sin fórmulas de autofinanciación.
Todas ellas serán mostradas en una exposición pública, en un intento de dar a la decisión que se adopte la mayor base popular posible, pero el abanico abierto parece dar a entender que el Puerto parece decantarse por una fórmula intermedia, que le permita actuar en la zona y obtener los ingresos para hacerlo, a través de la admisión de un complejo comercial.
Encuesta previa
El paso dado por el Puerto supone retomar la iniciativa puesta en marcha por su anterior presidente, Mariano Navas, que en abril del pasado año convocó a técnicos de diversas áreas (desde la medioambiental y urbanística hasta la cultural y la relacionada con deportes náuticos), para planear el futuro de esta zona. La reunión estuvo precedida de una encuesta ciudadana en la que el 94% de los consultados se mostraron a favor de dedicar el área de San Martín a espacios de uso público, con ofertas culturales, de ocio y comercio. A parecida conclusión llegaron los expertos convocados, defendiendo el aumento de las dotaciones museísticas, la creación de paseos litorales peatonales y la ampliación de las instalaciones para la práctica de la vela.
La amenaza de un proyecto residencial
Semejante planteamiento se aleja del proyecto que el Ayuntamiento presentó ante los organizadores de la candidatura Madrid 2012 para conseguir la sede de las competiciones de vela, si Madrid conseguía organizar los Juegos Olímpicos. Santander proponía la construcción en la zona de un gran puerto deportivo, de un área comercial y otra de servicios y el aprovechamiento de la ladera de Reina Victoria para la edificación de apartamentos que inicialmente servirían para alojar a las tripulaciones, técnicos y federativos de los países competidores y posteriormente saldrían a la venta.
Al optar Madrid por Mallorca como sede de las competiciones náuticas, el proyecto de Santander cayó en el olvido, aunque parece que la opción del Ayuntamiento para la ordenación del área sigue inclinándose por este formato. No obstante, en el proyecto de revisión del PGOU no plantea ninguna definición sobre este área, que se limita a considerar como zona de equipamiento cívico cultural. Eso sí, indica que no podrán hacerse edificios residenciales, pero sí de otro tipo, “permitiendo la permeabilidad con el mar”, lo que parece coincidir con la alternativa portuaria de hacer un centro comercial.
Se decida lo que se decida para estas seis hectáreas llanas de dominio público y cuatro en ladera de propiedad privada y pública, la zona quedará mucho más congestionada que ahora, dado que en el espacio contiguo (junto al aparcamiento del Palacio de Festivales) el PGOU de Santander ya ha permitido la construcción de 12.000 m2 de viviendas, si bien su desarrollo no es sencillo, dado que el proyecto presentado por las promotoras requiere una pequeña parte del dominio público.
La fuerte oposición de un movimiento ciudadano encabezado por asociaciones como Acanto, Cantabria Nuestra, ADIC o Arca, ha impuesto un compás de espera a este proyecto, cuya ejecución ha sido condicionada por el Ayuntamiento al informe de impacto ambiental que debe elaborar Medio Ambiente, aunque en teoría no es vinculante.
De lo que finalmente se haga en esa delicada frontera entre el espacio público marítimo y el sujeto a las directrices del PGOU de Santander dependerá en una medida importante el resultado final de la reordenación de San Martín, dado que, a pesar de tratarse de espacios de distinta competencia, forman parte de un único y singular entorno.